Bogotá D.C., 21 de junio de 2021. Hace 5 años, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 19 de junio, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos con el propósito de visibilizar este grave delito y generar en la sociedad una conciencia colectiva en su reconocimiento y el de las víctimas y dirigir esfuerzos hacia la prevención de estos actos y a la garantía de justicia. La Secretaría Distrital de Integración Social conmemoró esta fecha, porque reconoce la dignidad de las víctimas de violencia sexual y trabaja para que, desde el sector social, se siga garantizando el principio universal de sus derechos humanos a esta población que recibe y participa de los servicios de la entidad. Este año, la Organización de Naciones Unidas (ONU), lanzó una alerta en la que advierte que en la pandemia este delito se ha agravado en detrimento de la vida e integridad de las víctimas de violencia sexual en los países que afrontan guerras y conflictos internos afectados por conflictos. Esta coyuntura ha permitido que estos delitos sean proclives a la impunidad. El Registro Único de Víctimas, reportó que, a corte de 30 de septiembre de 2020, en Colombia 32.697 personas han sido víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual en desarrollo del conflicto armado. De esta cifra, el 91,8 % de las víctimas son mujeres. En el comunicado de este año, la ONU indicó que, “a la ya habitual falta de denuncias de violencia sexual relacionada con el conflicto, debido al estigma, la inseguridad, el miedo a las represalias y la falta de servicios se ha visto agravada por las medidas de contención de la COVID-19”. La ONU en este mismo documento además agregó que “los bloqueos, toques de queda, cuarentenas, temores de contraer o transmitir el virus, restricciones de movilidad y acceso limitado a servicios y espacios seguros (los refugios cerrados y las clínicas fueron reutilizados para la respuesta a la pandemia) ha acentuado aún más las barreras estructurales, institucionales y socioculturales existentes para denunciar tales delitos”. Los cuerpos de niñas, niños, adolescentes, mujeres en sus diversidades incluso hombres han sido usados como botín de guerra e instrumentalizados para generar terror y controlar la población. Quienes han sufrido este crimen tienen derecho a expresar lo sucedido, a que la sociedad reconozca su dignidad como víctimas, también a ser atendidos de manera humana por las autoridades. Los ejercicios de memoria histórica confirman que la violencia sexual en el marco de la guerra se sustenta en las cotidianas violencias basadas en el género; por lo tanto, el horizonte de trabajo incluye la transformación de imaginarios sexistas, racistas y segregadores que apuntan a cambiar actitudes que normalizan estas violencias. Las acciones que se realizan en Integración Social, a partir de la demanda que hacen las ciudadanas los ciudadanos en los diferentes servicios que presta la entidad, son con el propósito de disminuir la exclusión, la desigualdad y discriminación, así como mitigar sus condiciones de vulnerabilidad a través del desarrollo de sus capacidades y potencialidades |
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