● En el festival participaron más de 100 niñas, niños y jóvenes de la localidad.
Bogotá, D.C., noviembre 19 de 2023. Se terminó el II Festival Acuático en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Julio César Sánchez de la localidad de Usme, con la participación de más de 100 niños, niñas, jóvenes y adultos de la localidad. Muchos padres y madres de familia se veían felices por el entusiasmo y avance de sus hijos en la natación.
Quien estaba muy contenta era doña Diana Milena Ubaque del barrio Puerta Al Llano, una de las tantas madres. Ella trabaja en su casa en la mañana, pero a sus hijos les saca tempo para atenderlos y llevarlos al CDC para que aprendan a moverse como pez en el agua; ella es mamá de Alejandro Ariza, un niño de 11 años que dejo muchas cosas con sus amiguitos y el celular para dedicarse al deporte de la natación porque como dice Diana: “Mi hijo desea representar a Usme, Bogotá y al país en este deporte”.
“Esto es muy bueno, son oportunidades que les dan a los niños y niñas, ha aprendido mucho, por ejemplo, mi hijo quiere meterse a la profesional de natación y como mamá lo voy a apoyar porque aquí los servicios son excelentes y sobre todo son gratis y toca aprovecharlos. La actividad física es más importante a que vivan pegados al celular o al internet, aunque son necesarios, todo el tiempo no es bueno”, asegura.
La enseñanza en natación se viene desarrollando desde hace 7 meses en el Centro de Desarrollo Comunitario Julio César Sánchez durante este 2023, con los diversos grupos familiares que coordina la Secretaría Distrital de Integración Social y que termina mediante el II Festival Acuático.
Viviana Cárdenas, líder del proyecto, asegura que son niños y niñas de la localidad que se han inscrito a los cursos por tres meses y el cierre de actividades es el festival, donde presentan lo aprendido en el ciclo académico y práctico a los padres de familia y quienes verifican el avance de los hijos.
El resultado de este servicio recreo-deportivo en el CDC es de100 niños y niñas de varias entidades educativas de la localidad; 50 niños y niñas de los jardines infantiles de Usme de 2 a 4 años de edad que participan con sus padres; 50 niños del Centro Amar (estrategias móviles) y en articulación con la Manzana del Cuidado los adultos mayores orientados por un equipo profesional de 4 profesores, en un horario de 8am, 10am, 1pm y 3pm, siendo este último el turno de mayor acogida.
Lo interesante de la práctica acuática es que los niños más grandes que demuestran buenas habilidades en el arte de la natación, el CDC tiene un semillero donde ellos manejan los estilos para entrar luego en competencia y vincularlos posteriormente al SENA para que complementen su formación.
Por eso le preguntamos a la niña a Eimy Eliana Gómez López de unos 10 años que vive en el barrio Tenerife, quien a segura que sus clases de natación son una buena enseñanza, “me gustan mucho, se aprende demasiado, tengo unos 20 amiguitos de mi curso de natación, quiero seguir en aquí aprendiendo, mi abuelita me trae al curso después de salir del colegio; me gusta la natación más que la tecnología, que, aunque es buena para estudiar y eso, pero a la vez es mala porque uno se pega a los celulares”.
Para concluir nuestra participación a este II Festival Acuático del CDC Julio César Sánchez, en la Subdirección Local de Integración Social de Usme, hablamos con Paula Catalina Oñoro Pardo, profesional de medio acuático quien dijo que esta experiencia es positiva para los niños y niñas y en general para la comunidad y para ellos como maestros, “hemos podido llegar a una población donde necesitaban esta oportunidad, pero sobre todo de tener el contacto con el agua”.
En el marco de la celebración de la Semana del Buen Trato, Paula Catalina dice que “este ha sido un espacio donde uno puede evidenciar no solo el cuerpo de nos chicos, sino de las ataduras que pueden tener por temas externos donde la familia no tiene comodidades y no pueden estar en un ámbito deportivo”.
Aseguró que lo ideal es dar una disciplina con amor, que los niños y niñas sientan que terminamos siendo una familia para ellos, un segundo hogar donde hay confianza y puedan, reposar, disfrutar, superar sus miedos y conocer nuevas personas.
Un calorcito con olor a refrigerio, una algarabía intensa de los niños y niñas y una galleta con sabor a chocolate es el premio que reciben por su empaño en querer vencer el agua y disfrutarla de la mejor manera; mientras sus padres, madres y acudientes esperan felices por los logros alcanzados en estos tres meses y poder continuar el próximo.