• El club de karate del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) La Victoria, liderado por el maestro Miguel Antonio Cortés, ha formado a más de 1.200 personas, incluyendo campeones nacionales y panamericanos, así como profesionales en diversas áreas gracias a la disciplina y dedicación inculcadas.
• La familia de Miguel Antonio Cortés, incluida su esposa y cinco hijos, también practica karate, destacándose en competencias nacionales e internacionales, y demostrando que esta disciplina es un estilo de vida que transforma mentalidades y proporciona satisfacción a largo plazo.
Bogotá, D.C., julio 22 de 2024. No solo son campeones en el deporte, sino también en la vida. Profesionales en Medicina, Derecho, Ingeniería y carreras tecnológicas, estos deportistas han alcanzado sus metas gracias a la disciplina, sacrificio y amor por lo que hacen, bajo la consigna: “lo que se empieza, se termina”.
En San Cristóbal, un numeroso grupo de hombres y mujeres se ha unido alrededor del Karate Do en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) La Victoria, bajo la guía del maestro Miguel Antonio Cortés. Cinturón negro, juez, árbitro y calificador de cinturones de la Federación Colombiana de Karate, Miguel Antonio inició su camino en este deporte en 1980, logrando su cinturón negro en 1991. Tres años después, en colaboración con el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), fundó una escuela de formación que se convirtió en un club oficialmente reconocido y afiliado a la liga de Bogotá.
En el Club de Karate del CDC La Victoria, Miguel Antonio se convirtió en instructor y, después de años de dedicación, hoy es el presidente. Su familia comparte su pasión: su esposa y sus cinco hijos también son karatecas. "Los dos mayores son cinturón negro, segundo y tercer Dan, jueces de la Federación. Mi hija es campeona nacional, y los dos pequeños, Sofía de 8 años y Giro de 15, también practican. Mi esposa es juez departamental", comenta orgulloso el Sensei.
Actualmente, el club cuenta con 350 deportistas registrados, incluyendo varios cinturones negros, campeones panamericanos y nacionales, y una juez panamericana. Sin embargo, más de 1.200 personas han pasado por sus entrenamientos, beneficiándose de las clases que se imparten los fines de semana.
“Esto es una gran satisfacción. No solo formamos campeones en el deporte, también formamos profesionales: médicos, abogados, ingenieros y tecnólogos. Todos han aprendido aquí la disciplina de no dejar nada sin terminar. Además, hemos recuperado a muchos jóvenes de las calles, las drogas y los vicios, brindándoles una oportunidad para un futuro mejor”, señala Miguel Antonio.
Adriana Milena Calderón, esposa del maestro y cinturón negro, comenzó a practicar Karate a los 15 años. Hoy es juez departamental y habla con orgullo de sus hijos: “Mi hija Luna ha sido campeona nacional y mi hijo, tras retomar el deporte el año pasado, ha participado en intercolegiados representando a su colegio. Invito a todos a que practiquen karate. Es un estilo de vida que cambia tu mentalidad y te da satisfacción”.
Otro campeón es Julián Eliecer Orellano Suárez, de 22 años y cinturón negro, quien ha practicado en el CDC desde siempre. “Más que un deporte, es un estilo de vida y una filosofía. Somos una familia, y el Sensei es como un padre para nosotros”, afirma.
Finalmente, Diana Milena Parra Rincón, juez panamericana, empezó en el CDC La Victoria a los 9 años. Hace un llamado a los jóvenes para que se dediquen a cualquier disciplina deportiva: “Nos enseña disciplina, nos da otras perspectivas de vida y nos aleja de las tentaciones. En la vida nada es fácil, todo requiere sacrificio disciplina y entrega”.