- Sixta Tulia Bautista recibía el beneficio de canasta rural en la localidad de Usaquén, tras superar su situación económica, deja su cupo disponible para otra familia que lo necesite.
- El servicio de apoyo alimentario acompaña a los participantes para verificar su estado nutricional, promover estilos de vida saludable, fomentar la inclusión social, ambiental y productiva.
Bogotá, D.C., 20 de abril de 2022. Después de haber recibido el beneficio de la canasta rural, Sixta Tulia Bautista mejoró sus condiciones de vida, superó su condición de vulnerabilidad y está agradecida con la Subdirección para la Integración Social de Usaquén, ahora ella le brinda la oportunidad a otra familia para recibir este beneficio, dejando su cupo disponible.
Sixta, debido a condiciones económicas en su grupo familiar, no podía garantizar una buena y completa alimentación en su hogar, acudió a los servicios de la Subdirección Local y allí, no solo encontró el apoyo alimentario, sino la orientación en temas de educación nutricional, derechos, deberes ciudadanos, horticultura, agricultura, entre otros temas.
Ahora, luego de superar esas situaciones económicas y entender la importancia que este servicio le puede servir a otras familias vulnerables, acudió a los profesionales del proyecto ‘Compromiso Social por una Alimentación integral en Bogotá’ en la localidad, a solicitar su egreso voluntario, siendo parte de esa corresponsabilidad que las familias adelantan una vez finalizan su proceso de ayuda institucional.
“Quiero darle un agradecimiento a la Secretaría Distrital de Integración Social, porque con su ayuda y un mínimo que yo me ganaba, pude sacar mis hijos adelante, en todo este tiempo me entregaron una canasta alimentaria muy completa, eso fue fundamental para salir bien librada de días muy difíciles, pudiendo llevar un alimento digno a mi hogar”, destacó Sixta Tulia, con una enorme sonrisa y un sentimiento de agradecimiento.
Como Sixta Tulia hay muchas personas del servicio que terminan su proceso después de haber superado condiciones de fragilidad social, abriéndose un nuevo camino y brindando la oportunidad para que nuevas familias necesitadas, acudan al apoyo que les permite superar sus vulnerabilidades.
Mabel Barrera, referente del proyecto expresó: “Identificamos personas y familias en situación de vulnerabilidad, inseguridad alimentaria moderada y severa, para llegar con nuestros servicios a donde nos necesitan, como doña Sixta Tulia, acompañamos y hacemos seguimiento a los participantes y sus familias para que reciban los servicios de la modalidad de canastas alimentarias”.
Dentro de esta modalidad de atención se benefician hogares y personas con un enfoque territorial y diferencial, de esta forma comunidades negras, afrocolombianas, raizales, palanqueras y hogares identificados en territorios rurales, acceden a esta modalidad que garantiza su derecho a la alimentación.
Para Sixta Tulia, el tiempo que permaneció en el servicio, también la ha motivado para fortalecer un grupo integrado por mujeres en la comunidad rural en donde reside, para el que busca apoyar a la Subdirección local de Usaquén en la apertura de espacios para la socialización de los servicios, así como fomentar en las familias más necesitadas, la importancia de acudir a esta entidad, la cual garantiza la restitución de los derechos de todos y todas.
“Es motivo de alegría ver como la ciudadana Sixta Tulia mejoró su calidad de vida y la de su familia, cerrando un ciclo en su vida, donde la Secretaría Distrital de Integración Social la apoyó con la canasta rural y la acompañó para solventar épocas complicadas, que hoy felizmente han sido superadas, esa es nuestra misión y lo estamos haciendo bien”, resaltó Paola Mesa, subdirectora local para la Integración Social de Usaquén.
