• A 38 años de haber organizado desde la revista Ventana Gay, la primera marcha del orgullo homosexual, hoy más vigente que nunca, continúa trabajando por la movilización y la lucha por los derechos de los sectores sociales LGBTI.
• Velandia fue uno de los expertos invitados en el Foro: Proyecciones para la comunidad LGBTI en Bogotá que la Secretaría de Integración Social desarrolló a través de Facebook Live este sábado 27 de Junio. Junio 27 de 2020. Manuel Velandia es, sin duda, el mayor referente de la lucha por la igualdad y los derechos de los sectores LGBTI en Colombia. Como cofundador, junto a León Zuleta, del Movimiento de Liberación Homosexual Colombiano a finales de la década del 70, y organizador de la primera Marcha Homosexual en 1982, este sociólogo, con seis masters y dos doctorados, docente, “ARTivista”, investigador, escritor, director de la Revista Latinoamericana de sexología y columnista invitado de la revista Semana, ha estado siempre a la vanguardia de las luchas LGBTI, no solo como pionero y activista del movimiento, sino como defensor de derechos humanos. En 2002 fue el primer candidato homosexual a la cámara de representantes por las Minorías Sexuales avalado por el Partido Liberal, en el 2007 tuvo que exiliarse por amenazas debido a su activismo, convirtiéndose en otra víctima del conflicto armado y la primera persona LGBTI en ser reconocida en el Registro Único de Víctimas. Hace un año regresó a reencontrarse con el país que dejó hace 13 años. “Yo salí de un país en conflicto y volví a un país que había construido procesos de paz. Me duele llegar y encontrar que nuevamente empezaron los asesinatos de líderes sociales. Pero también, inmediatamente llegué me invitaron a Medellín a presentar una performance y me di cuenta de que todavía seguía vivo, aun cuando ya era un dinosaurio marica” señala. Más allá de cualquier título o denominación, Manuel Velandia se define como un marica. “Prefiero utilizar esa palabra, que es más castiza, y como acto político, porque es también una forma de discriminación. Porque viene de la palabra “mariita”, y es como la negación de lo femenino en la masculinidad”, asegura. Como conocedor de las evoluciones que ha atravesado el movimiento LGBTI, resalta como uno de los hitos históricos más importantes, que determinaron su posicionamiento en Colombia, la despenalización en 1981 de la homosexualidad, que hasta entonces y desde 1936 era considerada como delito por el Código Penal. No obstante, afirma que “el movimiento no empezó siendo un movimiento LGBTI ni aquí ni en ningún lugar del mundo porque las letras (LGTBIQ) han ido apareciendo en este abecedario en la medida en que se crea la participación para estos otros sectores (…) que van integrándose a través del tiempo”. Para él, el movimiento ha pasado por varias transformaciones que, desde su perspectiva, deben analizarse en la confluencia de todas las diversidades sexuales desde la visibilidad y la participación, en la creación de una política pública, la incursión de los sectores sociales LGBTI en distintos ámbitos, incluyendo los medios de comunicación, y la reivindicación del derecho a seguir hablando sobre VIH sin que se convierta en un tema que genere prejuicios o imaginarios negativos y para honrar a los líderes que lucharon y que murieron por causa de esta enfermedad. “Se han ido abriendo puertas. pero no todas. Nos han dado ciertos derechos a través de fallos de la Corte Constitucional, pero sólo hay una ley sobre la no discriminación y así como los fallos nos han dado derechos también nos los pueden quitar. Hay que crear leyes”. La primera marcha Hace 38 años lideró, junto a León Zuleta, la primera marcha. En aquel momento Zuleta, considerado el otro padre del movimiento LGBTI, dio el discurso de apertura. “Nos mandaron 100 policías que nos hicieron una calle de honor porque nosotros sólo éramos 30. En la mejilla nos pusimos un triángulo rosa, que era el símbolo con el que marcaban a los objetores de conciencia en los campos de concentración en Alemania”, recuerda. El sonido y la tarima habían sido prestados por el sindicato de la Empresa de Teléfonos de Bogotá y el discurso de cierre le correspondió a Manuel, quien aprovechó el momento para lanzarse a dar un saludo a los miembros homosexuales de la policía que no podían participar de la marcha. La marcha no volvió a realizarse sino hasta 1996, y desde entonces, cada año muchos bogotanos se suman a esta conmemoración por la vida, la igualdad y el reconocimiento pleno de los derechos de los sectores sociales LGBTI, que trasciende fronteras. Este año, en su versión número 24, la marcha se hará de manera virtual. Con la pandemia, parecía inevitable la suspensión de este evento simbólico y emblemático para los sectores sociales, sin embargo la determinación de la Mesa de trabajo LGBT de Bogotá, en articulación con la plataforma LGTBI por La Paz, las organizaciones, redes, mesas y colectivos LGBTI, permitió enfrentarse al reto de hacerla realidad de manera virtual y nacional, utilizando todas las plataformas y un formato totalmente novedoso en su historia. Velandia participará en esta nueva edición desde lo político y lo artístico, compartiendo con los asistentes virtuales sus análisis y reflexiones desde sus experiencias como impulsor y defensor de los derechos de las personas LGBTI, junto con sus performances y creaciones artísticas. Aunque la sede central es la capital, otras ciudades y hasta pequeños municipios estarán unidos en esta gran celebración virtual. “La idea es poner los mensajes de todos y hacerlos una tendencia que le cuente a este país que existimos, que luchamos por nuestros derechos, que el amor no se puede negar, que tenemos derecho al cuerpo, a transitar en el género, a construir el deseo como se nos dé la gana, a acompañarnos de muchas otras personas con las que nunca nos encontraríamos sino fuera por la virtualidad y yo creo que es lo más político y lo más hermoso que nos puede pasar”, aseguró. “La COVID nos ha obligado a decir que si una enfermedad logra encerrarnos, cerrarnos la mente y cerrarnos la creatividad, nos jodió definitivamente. Hay que seguir vivos, políticos y militantes activos. Además, se logró el sueño de Zuleta y mío de por fin hacer una marcha nacional”, indicó sobre la importancia de continuar con la marcha desde la virtualidad. |
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