“Lo que plasmo en un papel lo hago con el corazón, hago rap sin echarme para atrás, bienvenidos a mi mundo que se llama rap donde comparto sentimientos sin dudar, una canción llena mi vida
de color y la que canta soy yo, los principios siempre adelante para no fallarle a nadie, soy una enamorada de lo que hago aunque muchos me lo puedan criticar esto no me afectará, soy una guerrera que lucha por trabajar y mis sentimientos no me lo pueden quitar…” interpretaba Alison Betancourt de 16 años, más conocida en su “parche” como Liam, que significa “mujer guerrera”.
Los ritmos urbanos fueron el plus perfecto para integrar a más de uno en el barrio, hacer volar la imaginación con improvisaciones y rimas que hablan de la vida, el amor, la juventud y los problemas sociales, todo en un solo lenguaje: la música. El rap, hip hop, break dance, capoeira, graffitis y hasta rituales ancestrales, se complementaron en la Casa de la Juventud Diego Felipe Becerra.
Mas de 150 personas se congregaron en el barrio Suba San Pedro, con el fin de ver como se realizan los sueños de muchos jóvenes, que a partir de este 20 de enero se empezaron a materializar. “Aspero (bien) que estos espacios se construyan para nosotros los jóvenes, si me entiende… ya era hora que alguien se acordara que existimos y que tenemos derechos, entre ellos la libertad; esa es la que necesitamos para expresar lo que nos pasa, sentimos y queremos; mostrarnos a través del arte, la pintura y la música. No es necesario tomar medidas tan drásticas en la prohibición de algo y menos quitarnos la vida por pintar en una calles”, manifestó Jean Paúl un grafittero que plasmó el rostro de Diego Felipe Becerra en la fachada de la Casa de la Juventud.
Este lugar lleva su nombre en conmemoración a su fallecimiento ocurrido el 19 de agosto de 2011 en el puente de la Avenida Boyacá con 116; según fuentes oficiales, Diego Felipe se encontraba dibujando un Gato Feliz cuando el patrullero Wilder Alarcón le disparó indiscriminadamente quitándole la vida de forma instantánea.
Precisamente los padres de Felipe estuvieron presentes en la inauguración de la Casa de la Juventud para agradecer está iniciativa de la Secretaría de Integración Social “Gracias infinitas por tener en cuenta el nombre de mi hijo para esta Casa, es un homenaje póstumo a la vida, a la libertad, pero sobre todo a los jóvenes en la ciudad que necesitan de oportunidades como éstas, para rechazar la violencia, la discriminación y el maltrato. Que se dejen todos los prejuicios que la sociedad tiene con nuestros jóvenes”, sostuvo Gustavo Trejo, padre de Diego Felipe Becerra.
“Este acto es significativo, simbólico e importante para Suba y Bogotá, significativo porque se convoca desde la juventud de manera clara y exigente, este lugar no estaba contemplado en el presupuesto, tampoco era prioridad de la Secretaría Distrital de Integración Social, hubo la exigencia de los jóvenes, y la exigencia de los jóvenes en la Bogotá Humana se respeta y se cumple, hoy la Casa está al servicio de ellos”, puntualizó el secretario de Integración Social, Jorge Rojas Rodríguez. Hay que recordar que estos lugares son espacios destinados para el diálogo, la cultura, la música, los deportes e intercambios de saberes y conocimientos entre jóvenes.