Bogotá, mayo 31 de 2018. El abrazo de la fría mañana capitalina se siente con más vigor en Ciudad Bolívar, localidad donde habitaba Eduardo Santos Letrado Corredor, de 79 años, persona mayor quien mostraba señales de abandono, por su rostro demacrado y una expresión de tristeza, su contextura delgada y apariencia desaliñada.

Las canas de Eduardo denotan la lucha en la que se ha convertido su diario vivir. Ya que su movilidad disminuye rápidamente a causa del Parkinson, enfermedad que hace de cada actividad un desafío.

El lugar donde residía, fue adquirido a través de una mujer quien le ha cedió un espacio en su hogar, al lado de un galpón de gallinas. La poca luz que logra atravesar las cobijas viejas que cuelgan de las ventanas, no permiten visualizar por completo el estado del espacio donde Eduardo residía, pero es claro que no es apto para ningún ser humano. La ventilación no es adecuada. Hay ropa vieja, basura y otros objetos regados en la habitación. Santos se exponía a sufrir un accidente, al tener que usar unas peligrosas escaleras y al no contar con un baño había decidido usar vasos y bolsas para depositar sus desechos.

A pesar de sus dificultades y no contar con apoyo familiar, sabía que tenía que hacerse a un sustento por sus propios medios, por lo que se desplazaba diariamente desde el Barrio Acapulco, donde se hospedaba, hasta el Portal Tunal sin importar el sol o la lluvia, para vender bolsas plásticas. En el trayecto siempre era acompañado por personas que al ver su condición, generaban sentimiento de lástima hacia él.

Una luz en el camino

La carencia de cuidados médicos y sus quebrantos de salud que lo limitaban a conseguir su propio sustento, lo convirtieron en un personaje conocido en el barrio donde residía. El voz a voz del ‘’viejito abandonado’’ llegó a los líderes de la comunidad, quienes dieron a conocer su caso durante la ‘Mesa Territorial’ llevada a cabo en el barrio Divino Niño de ciudad Bolívar, y que se han establecido en sectores en donde es necesario fortalecer la presencia de las entidades de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, para crear lazos con ciudadanos que quieran generar un cambio positivo en su sector.

Eduardo no imaginaba que su vida estaba a punto de cambiar. Fue visitado por servidores de la subdirección local para la integración social de Ciudad Bolívar, quienes conocían de primera mano las condiciones en las que habitaba esta persona mayor y en tiempo récord fue trasladado al Centro de Protección Social ‘Bosque Popular’.

Gracias a la gestión de los servidores Rubén Gualdrón y María Isabel Castaño, Eduardo recibió atención y cuidados médicos y posteriormente fue llevado al Centro de Protección ,Hogar Nazareth, ubicado en Zipaquirá.

El temor a lo desconocido y a sufrir maltrato, hizo que Eduardo fuera rebelde a la ayuda que le estaban ofreciendo. Sin embargo, la calidez de las y los servidores que se acercaron y escucharon su historia de vida, generaron que finalmente aceptara los servicios de la Secretaría Social y empezara a crear vínculos con sus nuevos compañeros y compañeras.

Ahora el aire limpio y fresco de Zipaquirá acompaña las mañanas de Santos y es sólo el comienzo de un día muy especial. Cumple 79 años un mes después desde que vive en el Centro de Protección ‘Hogar Nazareth’. Recibe la visita de los mismos servidores que le ayudaron días atrás. Con una deliciosa torta celebran su historia de éxito y un año más de vida que apenas comienza, pero que tiene un futuro prometedor.

Santos es un hombre renovado, con un mejor aspecto y pensamientos claros, manifestó su alegría al verlos y compartió que se encuentra muy bien en esa institución, que su movilidad ha mejorado gracias a los medicamentos y atención médica especializada.

La cita concluyó con la promesa que será visitado prontamente para hacer seguimiento a su estado de salud y con una sonrisa en su rostro Santos agradeció a la Secretaría Social por haber mejorado su calidad de vida.

El caso de Eduardo, es para la Secretaría Social la continuación de un trabajo que a diario se realiza para proteger los derechos de los más vulnerables, transformando de ser necesarias las realidades actuales de personas que, como él, hoy sonríen por primera vez en muchos años, gracias a la ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

 

 

 

Mayo 29 de 2018. Como un mecanismo de control para garantizar la focalización correcta de los servicios que reciben las personas mayores de la ciudad, la Secretaría de Integración Social informa que adelantará bloqueos preventivos de las tarjetas de los mayores beneficiarios, que aparezcan como cotizantes activos de algún fondo de pensiones. 

Para verificar el cumplimiento de los criterios de identificación, priorización, egreso y restricciones para obtener el apoyo económico ofrecido por el distrito, establecidos en la Resolución 764 del 2013; la Subdirección para la Vejez valida la información de sus beneficiarios con las bases de datos del Ministerio de Salud, la Secretaría Distrital de Salud y Fondos de Pensiones, para controlar y garantizar que los apoyos económicos lleguen a los mayores que realmente lo necesitan.

De acuerdo con lo anterior, y luego del ejercicio de control adelantado por la entidad en el mes de mayo, se determinó adelantar el bloqueo preventivo de 2.097 tarjetas de personas mayores beneficiarias, que actualmente aparecen como cotizantes activos de algún Fondo de Pensiones.

Es importante aclarar, que la medida es preventiva mientras se realizan las acciones de seguimiento por parte de la entidad. Las acciones consisten en solicitar a las personas mayores el certificado del estado actual en el fondo de pensiones donde aparecen y las semanas cotizadas que incluye el ingreso base de cotización. Igualmente se realizarán visitas de validación de condiciones en el lugar de domicilio con el objetivo de conocer la situación actual de la persona mayor y determinar si ha cambiado su situación de vulnerabilidad y cumple con los criterios establecidos para ser beneficiario del apoyo económico.

Si la persona mayor actualmente no se encuentra cotizando al fondo de pensiones, se realizará el desbloqueo de la tarjeta y se hará un pago retroactivo por el tiempo de la suspensión; de otra parte, si el beneficiario efectivamente es pensionado, será egresado del servicio de apoyo económico ofrecido por la entidad y en el evento de haberse presentado algún cobro indebido del apoyo económico, se iniciará el procedimiento de recuperación de recursos.

La Secretaría Social atiende a la población mayor en situación de vulnerabilidad social e inseguridad económica a través del Servicio Apoyos para la Seguridad Económica, el cual consiste en la entrega en efectivo de $120.000 mensuales que aportan a satisfacer alguna de sus necesidades básicas como alimentación, vivienda o aporte al pago servicios públicos.

En la vigencia 2018 se han beneficiado de este apoyo económico 131.471 personas mayores, y es deber de la Secretaría Social garantizar que dicho apoyo llegue a quien más lo necesita y trabajar para que no se presenten errores de inclusión en el servicio.

Es importante aclarar que NO es cierto que la entidad esté quitando los apoyos económicos, ni recortado presupuesto para los servicios dirigidos a las personas mayores, por el contrario el presupuesto se ha robustecido en lo que va de esta administración.

Por último la administración distrital en cabeza del Alcalde Enrique Peñalosa, reafirma su compromiso con las personas mayores, además, trabaja en mecanismos de control para garantizar la focalización correcta de los servicios para que los beneficiarios sean realmente las personas que lo necesitan.

 

 

 

Mayo 21 de 2018. Don Rafael Antonio Pineda Cely camina con la paciencia y la sabiduría que da el tiempo. Viste como los cachacos de antaño: saco, pantalón, corbata y sombrero. Lleva consigo un paraguas que ocasionalmente le sirve para protegerse de la lluvia y apoyarse cuando el camino se hace agreste. Es educado y se percibe en él una gallardía difícil de encontrar hoy en día. Al verlo y escucharlo, es imposible no pensar en ‘El Quijote’ de Cervantes, el caballero de armadura que enfrentaba a molinos de viento y aunque don Rafael no libró gestas en campos manchegos, las batalló en campos de golf.

Al golf llegó por necesidad. La situación económica de su familia era muy difícil. Las limitaciones económicas eran cotidianas. Su mamá había quedado sola a cargo de 7 hijos, después de la muerte de su padre, un sastre del Ejército. Él era el menor, estaba en el vientre de su madre cuando un ataque al hígado se llevó a su papá de 37 años. “Me tragué la melancolía y el dolor de mi madre, por eso soy un ser muy sensible”, afirma Rafael.

Relatando las anécdotas de aquellos tiempos con tanto detalle y precisión que bien podría ser un narrador de historias o escritor, nombres, personajes y situaciones como si el pasado distante apenas hubiese transcurrido ayer, Rafael cuenta que su primer trabajo fue el de caddie. Tenía 14 años cuando cargaba las maletas repletas de palos de golf, de importantes hombres de negocios, socios del Country Club de Bogotá.

Trae al presente nombres de golfistas importantes como el argentino Alberto Sierra, jugador profesional que visitó al país hace 70 años. El panameño Emilio Miertus contratado para ser instructor de golf de una pareja de esposos acaudalados de la época, quien luego creó en Bogotá la primera academia para enseñar a jugar golf, ubicada en la Av. Jiménez # 9-42. Allí trabajó un año, dictó clases de golf a las personas que estudiaban de noche. Gracias al panameño aprendió a coger el palo de golf correctamente, perfeccionando su golpe.

Se ríe y le asombra todo lo que hizo en su pasado. Como caddie trabajó más de 7 años. De joven anheló convertirse en jugador profesional, pero por diferentes circunstancias no pudo. Don Rafael impulsó el golf y quiso popularizarlo para lo que fundó en compañía de excaddies el ‘San Isidro Golf Club’ ubicado detrás del hospital del mismo nombre. También ayudo a fundar el ‘Zodiaco Golf Club’ en el Tunal. El campo, del mismo nombre, se marcó con nueve hoyos y jugadores llevaban tierra y hasta cacota de café para rellenar el campo. Otro de los clubes de golf que apoyo fue el ‘Entre amigos’ en el barrio Colombia, tiene muy presente que fue en una tienda donde se gestó la idea del club.

Le hubiese gustado ser periodista. De hecho, tuvo su oportunidad cuando trabajó en la revista ‘Cromos’. Allí se desempeñó como vendedor de suscripciones y, en algunas ocasiones, de publicidad durante 10 años. Recuerda que la revista se editaba en el centro de la ciudad, exactamente en el barrio Santa Fe. Fue el jefe de redacción Jorge Tabarico Briceño quien le dio la ‘palomita’ como periodista. “Entreviste a Amadeo Carrizo, un arquero argentino que jugaba con Millonarios y el cual fue considerado como uno de los mejores cancerberos de su tiempo”. Guarda el ejemplar de la revista, en la que se publicó la entrevista y aún conserva el cuestionario que elaboró en máquina de escribir, desde hace 45 años.

Salió de la revista a causa de una crisis económica que por poco da con el cierre de la misma. Con el dinero de su liquidación compró un carro en el aprendió a manejar cuando tenía 50 años. El carro fue su medio de trabajo por 25 años, tiempo en el que se dedicó a la venta de decoraciones.

Don Rafael nunca pudo acceder a una pensión y con los años encima fue más difícil conseguir un trabajo estable con los ingresos suficientes para la manutención de su esposa y de él mismo. Fue así que en marzo del 2010 llegó a la subdirección local de Integración Social de Barrios Unidos. Como residente del barrio Doce de Octubre conocía de los apoyos y servicios que se brindan a personas en condiciones de vulnerabilidad. Tocó las puertas y desde entonces siempre se ha sentido como en casa, cada vez que visita o asiste a alguna reunión en la subdirección.

Es un hombre prolífico y talentoso. También le gusta componer y cantar. Se aventuró en dos oportunidades a participar en concursos para aficionados, resultando ganador. El primer triunfo lo obtuvo en la emisora Nuevo Mundo, hoy Caracol radio. Interpretó la canción ‘Lisboa Antigua’, de Juan Legido. Cantando ‘Un Beso y una Flor’, de Nino Bravo, ganó su segundo concurso en ‘Atempi’, empresa donde trabajó vendiendo tapetes.

Actualmente planea grabar 4 canciones, para lo que busca el apoyo de dos músicos. Quiere homenajear a un ingeniero benefactor que no solamente lo apoya pagando el valor mes a mes de la EPS, además, de abrirle las puertas de su empresa, en donde le han dado una oficina con escritorio y máquina de escribir con el propósito que Don Rafael tenga un lugar de esparcimiento y tranquilidad, donde además se sienta activo. Quiere escribir todo lo que siente y lo que ha pasado después del reciente fallecimiento de su esposa July Vásquez Pineda, con la que estuvo casado 48 años y medio.

Hoy a sus 86 años, es beneficiario de un apoyo económico de $120 mil pesos que entrega la Secretaría Social a través del proyecto ‘Envejecimiento digno, activo y Feliz’ en la Subdirección Local de Barrios Unidos y Teusaquillo. Se siente un hombre bendecido, pues siempre ha hecho lo que le apasiona, como jugar golf, cantar y escribir. Es el único que pisa el campo del golf ‘La Florida’ sin pagar mensualidad. Un privilegio que se ha ganado a pulso, golpe a golpe. Hoy ve a jóvenes entre 18 y 20 años jugar en La Florida. Muchos de ellos prometen. Es así como pudo ganar una batalla donde personas de menos recursos pueden luchar en un deporte considerado para las élites.

 

 

 

Bogotá, mayo 17 de 2018. El juego, la risa y el buen comer, caracterizan a doña Concepción Porras, de 109 años, quien con toda una vida llena de vivencias, experiencia, aciertos, tristezas, alegrías, soledad y lágrimas, doña ‘Concha’ se convierte en la mujer más longeva de Ciudad Bolívar.

Concepción es oriunda de Socatá (Boyacá), nació el 8 de agosto de 1908 y vive actualmente en la vereda Mochuelo Bajo con una de sus 5 hijas, una nieta y 3 bisnietas.

“Ella se levanta a las 4 de la mañana pidiendo desayuno y alegando que la dejaron sin comer todo el día. A las 10 de la mañana recibe medias nueve, se baña quedando lista para jugar con las bisnietas, quienes la abrazan, la divierten con mucho amor y respeto. Al mediodía almuerza y duerme un rato, recibe la cena a las 6 de la tarde y a las 10 u 11 de la noche se dispone a dormir eso sí, sin olvidarse de comer”, relata su hija María de Jesús.

El estado de salud de esta longeva mujer es bueno, no sufre de ninguna enfermedad, tampoco tiene restricción al comer. Frijoles, lácteos, verduras, arroz y tintos hacen parte de los alimentos que recibe a diario. Cuando ve o escucha personas extrañas, empieza a llorar y su comportamiento es como una niña; llama la atención, le dan celos y abraza a la hija fuertemente para que no la deje sola.

Y es allí en Mochuelo Bajo, donde la Secretaria Social trabaja a diario por las comunidades, familias y personas más necesitadas, con el fin de mejorar las condiciones de vida por medio de los proyectos ofertados en los diferentes territorios, entre ellas, a la persona más longeva de la localidad, la señora Concepción, quien recibe atención con los proyectos ‘Envejecimiento Digno Activo y Feliz’ y ‘Bogotá Te Nutre’.

Doña ‘Concha’ como se le llama de cariño, también recibe el apoyo económico de $120 mil pesos mensuales, los cuales son destinados para gastos personales y alimentarios.

En Ciudad Bolívar las personas mayores de 60 años, como la señora Concepción, reciben con una atención integral y de calidad, los beneficios de los Centros Día ‘Tejedores de Sueños’ y ‘Carlos Gaviria’. Con espacios propicios para el esparcimiento, el juego, la lúdica y el respeto, las personas mayores adquieren habilidades en el baile, manualidades, canto, danza y reciben capacitación en derechos, buen trato y bienestar.

Es así como la Secretaría Social ratifica su compromiso con las personas mayores de la ciudad y da respuesta a las diferentes necesidades, gustos e intereses de esta población logrando fortalecer sus proyectos de vida para una vejez feliz y un envejecimiento activo.

 

 

 

Bogotá, mayo 17 de 2018. Las personas mayores de las localidades de Santa Fe y la Candelaria disfrutan de un mejor servicio debido a las adecuaciones de infraestructura que adelantó la Secretaría Social en el Centro Día ‘Años Dorados’.

Con una inversión de 241 millones de pesos, recursos provenientes de impuestos pro-estampilla al Adulto Mayor, se realizó la intervención del centro ubicado en el barrio Lourdes.

Instalación de cielo rasos, divisiones superboard, piso nova en el área de lúdica, cambio general de enchapes en cocina y baños, pintura general, y cumplimiento de la norma RETIE en instalaciones eléctricas, entre otras, fueron algunas de las intervenciones locativas adelantadas en 5 meses.

 

Dentro del programa de mantenimiento y adecuación de la infraestructura para prestar un mejor servicio y teniendo en cuenta la asignación de los recursos Pro Estampilla al Adulto Mayor, la Secretaría Social priorizó este Centro para realizar adecuaciones a través de un contrato de reparaciones locativas y de esta manera garantizar un servicio en condiciones dignas y de mayor calidad a las 300 personas mayores que se atienden semanalmente en este centro y la cual son prioridad para el Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa Londoño.

Actividades deportivas, artísticas y culturales, promoción de hábitos de vida saludable, encuentros intergeneracionales, acompañamiento psicosocial, apoyo alimentario con calidad y oportunidad son algunos de los beneficios que disfrutarán las personas mayores de 60 años en este centro Día.

Para la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ es prioridad ofrecer a las personas mayores espacios adecuados y en óptimas condiciones donde puedan desarrollar sus actividades lúdico-pedagógicas sin ningún riesgo y en donde potencialicen todas sus capacidades para una vejez digna, activa y feliz.

 

 

 

Bogotá, mayo 11 de 2018. La Secretaría Social, en articulación institucional con ‘BiblioRed’, ha vinculado a más de 90 personas mayores en programas de formación, promoción y apropiación de prácticas de lectura y escritura en los Centros Día de la ciudad.

La práctica de lectura motiva el interés y gusto de los mayores por los libros como reconocimiento de experiencias de vida y resignificación de sus saberes. Actualmente, la estrategia se adelanta como una de las actividades libres de las personas mayores beneficiarias de los Centros Día ‘Amarú’ (Fontibón), ‘La Montaña del Saber’ (San Cristóbal), ‘La Casa en el Árbol’ (Usaquén) y ‘Tierra de Saberes’ (Barrios Unidos).

Estos encuentros literarios permiten revalidar imaginarios adversos de aprendizaje en la vejez y aportan al posicionamiento de espacios de participación institucional donde las personas mayores viven activamente su vejez. En las actividades se han abarcado temáticas de lectura y escritura relacionadas a cuentos y moralejas colombianas y lectura interpretativa, entre otros.

Es así como el servicio social Centro Día pretende ampliar las posibilidades de desarrollo de capacidades y potencialidades de las personas mayores brindando una oferta institucional en actividades libres tales como: artísticas, culturales, participativas, recreativas, entre otras.

La Secretaría Social ratifica con acciones como éstas, su compromiso de trabajar articuladamente con otras instituciones en el cumplimiento de la responsabilidad social que los lleva a ser parte activa del mejoramiento de la calidad de educación en el país y de las personas más vulnerables.

Centro Día

El Servicio Social Centro Día es el primer servicio que se diseña dentro del proceso de implementación de la Política Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez en el Distrito Capital 2010 – 2025 (PPSEV) y busca a través de la atención integral, del acompañamiento social y del apoyo creativo que brindan las herramientas artísticas, estimular procesos de autonomía, conocimiento en derechos y ejercicio de la ciudadanía en el marco del desarrollo y la seguridad humana.

De esta manera se favorece el envejecimiento activo y la responsabilidad intergeneracional involucrando a las familias y a la comunidad, contribuyendo así a la eliminación de la violencia contra las personas mayores, a la disminución de la discriminación por edad y a la reducción de la segregación socioeconómica hacia esta población.

Actualmente, Bogotá cuenta con 22 Centros Día, un servicio social de atención integral durante el día, diseñado para personas mayores en quienes se identifique vulneración en su integridad y requieran acompañamiento social para estimular procesos de autonomía.

 

 

 

Bogotá, mayo 4 de 2018. Con una divertida obra de teatro y juegos tradicionales como el yo-yo y el trompo, más de 100 personas mayores del Centro de Protección Social ‘Bosque Popular’ disfrutaron de un encuentro intergeneracional donde compartieron su conocimiento y experiencia, con los estudiantes de sexto grado del colegio ‘Santa Luisa’, de la localidad de Kennedy.

La jornada, que inició con una actividad de estimulación física y danza, logró acercar los saberes de los mayores a los estudiantes, quienes también pudieron recorrer las instalaciones donde habitan y conocer las ocupaciones que desarrollan en el centro de atención de la Secretaría Social.

“Es importante que los jóvenes vengan a visitarnos, a conocernos pues podemos compartir nuevas experiencias con ellos y como adultos mayores aprovechamos para ayudarles y enseñarles parte de lo que hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas. Compartimos la lectura, los juegos y los bailes tradicionales de Colombia. A través de la música y la educación física nos divertimos y compartimos un rato agradable”, afirmó Raúl Buitrago persona mayor beneficiaria del centro de protección.

Durante el encuentro se promovió la interacción de habilidades y destrezas, jóvenes y viejos compitieron con juegos como el yo-yo, el trompo, dominó, parqués y rana. Otra de las actividades realizadas fue el intercambio de historias. En ella cada uno de los jóvenes y mayores narraron cuentos, mitos y leyendas propias de sus épocas y vivencias.

De igual manera, los estudiantes compartieron sus habilidades artísticas, a partir de la presentación de una obra de teatro que ellos interpretaron para los mayores, quienes por un momento olvidaron las dolencias que les han llegado con los años.

“Me gusta la alegría que nos traen y estamos hoy compartiendo sabroso. Ellos están empezando a vivir y nosotros ya estamos declinando, entonces son importantes estos espacios para nosotros y para que ellos también aprendan algo de lo que nosotros hicimos”, manifestó Serafina Morales, de 88 años, durante la actividad.

Actividades como éstas, son organizadas en los centros de protección social con el propósito de romper imaginarios negativos entorno a la vejez y fortalecer el proceso de envejecimiento, además de promover en los mayores de la ciudad una vejez digna, activa y feliz.

 

 

 

Bogotá, abril 27 de 2018. Con una siembra de semillas de romero, toronjil, manzanilla, pensamiento, geranio y otras especies aromáticas, personas mayores aprovecharon la celebración del ‘Día de La Tierra’ para compartir en comunidad y promover las huertas caseras que desarrollan como actividad libre en la localidad de Chapinero.

En el barrio Juan XXIII, la señora Evangelina Beltrán una líder mayor que no tiene fronteras, ya que su edad no es excusa, promovió con sus vecinos y amigos del Centro Día una siembra de huertas caseras.

El proceso de siembra, implicó compromiso, experiencia y conocimiento de los mayores sobre el tema del cultivo para preparar la tierra, quitar la maleza, abonar la tierra, rociar pesticidas orgánicos y otras formas de sembrado como el sistema de muros vivos donde se utilizaron materiales reciclados como botellas plásticas, contribuyendo con ello al cuidado del medio ambiente.

 

 

El programa de la huerta urbana inició como estrategia de participación comunitaria y como una forma de proporcionar un mejor entorno para la comunidad en el sector.

En la actualidad la iniciativa genera un espacio para que las personas mayores coloquen en práctica o aprendan saberes propios de la agricultura urbana, promoviendo de esta manera un proceso de envejecimiento activo y autónomo.

La huerta comunitaria es un espacio creado para construir y convivir en comunidad, consolidar redes sociales, abrir espacios para la integración ampliando las posibilidades y oportunidades de encuentro desde un enfoque diferencial y fortaleciendo el ejercicio de la autonomía a través de la vinculación por intereses a diversas actividades, así como la promoción de la organización y participación en el territorio que lleva al empoderamiento de las personas mayores en los procesos ofrecidos por la Secretaría Social a través del proyecto ‘Envejecimiento Digno, Activo y Feliz’.

 

 

 

Bogotá, abril 20 de 2018. A propósito del nuevo proyecto de Ley que pasó a sanción presidencial y que señala que los herederos que maltrataron o abandonaron a sus padres, abuelos o cónyuges no tendrán ningún derecho para heredar sus bienes, la Secretaría Social hace un llamado a respetar y valorar a las personas de esta población.

De acuerdo con cifras del Distrito, Bogotá es una de las ciudades del país donde su población envejece rápidamente. Se calcula que para el año 2020 los habitantes serán 8’235.714, de las cuales el 14% serán adultos mayores de 60 años.

Según el proyecto, que ya pasó su último debate, no heredarán quienes hayan atentado de manera “grave contra la vida, el honor o los bienes de la persona de cuya sucesión se trata, o de su cónyuge”.

Por eso la Secretaria Social, Cristina Vélez hizo un llamado de respeto y cuidado a todos nuestros sabios y sabias, a quienes debemos valorar y aprender de su experiencia.

“Estamos en proceso de estudiar este nuevo proyecto de Ley que seguramente va hacer sancionado muy pronto por el Presidente de la República, que puede tener implicaciones positivas en nuestros servicios, en la medida que genera un desincentivo importante al abandono, es decir al impedir que los hijos o hijas de adultos mayores abandonados hereden los bienes de estos”, aseguró Vélez Valencia.

La Secretaria Social agregó también que con el proyecto, “estamos generando unas condiciones para promover que haya menos abandono. En la Alcaldía de Bogotá tenemos servicios de protección para adultos mayores en situación de abandono y también tenemos servicio de protección como los Centros Día. Somos una ciudad que se está envejeciendo y entender las necesidades de los adultos mayores es fundamental para poder construir un mejor país”, afirmó.

Por otro lado, es importante señalar que actualmente el Distrito cuenta con el proyecto ‘Envejecimiento digno, activo y feliz’, de la Secretaría Social, el cual atendió entre el año 2016 y 2017, a 136.318 personas mayores más vulnerables de la ciudad con un apoyo económico mensual para ayudar a suplir sus necesidades.

Además, de atender 10.829 personas mayores en los Centros Día del Distrito y abrir en el 2017, 3 Centros Día para personas mayores con 171 nuevos cupos, en las localidades de Usme, Puente Aranda y Antonio Nariño, para llegar a un total de 22 centros en la ciudad

Es importante resaltar que de acuerdo a los datos de las Comisarías de Familia en Bogotá, en el 2017 se atendieron 1.847 casos de violencia a personas mayores de 60 años, por acciones de violencia intrafamiliar, conflictos familiares e incumplimientos de medidas de protección, donde el 67.3% de las víctimas fueron mujeres.

Finalmente, la Secretaría Social continúa trabajando en el cuidado y protección por las personas adultas más vulnerables de la ciudad ofreciendo los siguientes servicios:

· Centros Día: son 22 en Centros en toda la ciudad para que las personas mayores conozcan sus derechos, desarrollen capacidades y fortalezcan su autonomía.

· Centros Noche: En total son 4 centros noche en toda la ciudad, los cuales son espacios para que las personas mayores puedan descansar, dado que no cuentan con un lugar estable para dormir, como las que habitan en la calle o en alojamientos temporales.

· Centros de Protección social: El Distrito cuanta con 17 centros de protección en toda la ciudad para aquellas personas mayores que por su situación de dependencia y carencia de redes de apoyo, están imposibilitadas para vivir solas.

· Apoyos económicos: Es un apoyo económico dirigido a mujeres mayores, de 54 años, y hombres mayores, de 59 años, quienes no cuenten con pensión ni apoyo económico.

Recuerde que la Secretaría Social cuenta con 36 Comisarías de Familia en toda la ciudad, despachos para que los bogotanos puedan acercarse a denunciar cualquier caso de maltrato o abandono de una persona mayor de 60 años, víctima de violencia intrafamiliar.

  

 

 

Luz Betty Montoya, tiene 60 años, hace parte del Centro Día ‘Monseñor Óscar A. Romero’ de la localidad Puente Aranda, donde se interesan por estimular los procesos creativos e imaginativos, potenciar la posibilidad de crear, de elevar el nivel de autoestima y propiciar una autonomía, a través del manejo de la confianza.

Ella es un claro ejemplo de que se puede salir adelante y mejorar las dificultades con ganas, perseverancia y entusiasmo, pues Luz Betty tiene una discapacidad motriz por causa de una enfermedad que tuvo en el pasado y generó en su salud física un atraso.

Cuando Luz Betty empezó a asistir al Centro Día se le complicaba realizar las actividades que incluían tener manejo en la motricidad fina. Ella no podía controlar el temblor en sus manos y era difícil coordinar el movimiento de sus ojos con el de las manos.

“Cuando llegué al Centro me sentía muy insegura, porque en mi casa siempre me trataron de manera muy sobre protectora, y decían que no podía hacer muchas cosas por mi situación médica”, afirmó Luz Betty al recordar su inicio en las actividades artísticas.

Día a día ella sentía desespero y frustración, pero esto no la derrotó, su paciencia, trabajo constante y perseverancia fueron más grandes que eso y logró superarlo, entendiendo que todo es un proceso lento pero seguro. Además de eso se dio cuenta que la concentración que le ponía a cada trabajo, junto con la calma, le ayudaban con su ansiedad.

“Me siento más segura en todo lo que hago, esto elevó mi autoestima”, manifestó Luz Betty al mirar el cuadro de Pintura vinílica sobre maderaque logró realizar tan pronto superó la dificultad que tenía en sus manos.

Además de este avance, Luz Betty, logró tener una mejor sincronización de sus ojos con el movimiento de las manos,gracias a las actividades manuales que demandaron en ella mayor concentración visual.

Superados esos obstáculos, Luz Betty hizo 20 mandalas con colores y plumones, lo cual le proporcionó descanso y le despertó sentimientos de alegría, esperanza, momentos de reflexión y relajación mental.

Luz Betty se sientefeliz al recordar su avance y cada uno de los logros en este proceso, al respecto dice: “Me gustan los retos que me pone la profesora Jennifer, porque me lleva a indagar más sobre nuevas técnicas y la posibilidad de aprender más cosas, teniendo la certeza que las puedo lograr con perseverancia y voluntad”.

“Al llegar a casa me siento motivada a seguir dibujando, porque uno de los ejercicios y técnicas es fortalecer el trabajo con carboncillo y lápiz de dibujo”, expresa en medio de risas.

Incluso, dice Luz Betty que ahora quiere “dibujar todo” y se siente muy feliz haciendo esto, porque encontróel apoyo en algunas personas, quienes resaltan y elogian su trabajo,

Estos procesos y actividades se logran al proyecto ‘Envejecimiento digno, activo y feliz’ de la Alcaldía de Bogotá, quien tiene el firme propósito de hacer felices a las personas mayores más vulnerables de la Capital