● Entre el 1 y el 18 de noviembre se ha gestionado con el IDIGER la entrega de 157 kit noche, 75 kit limpieza, 31 kit cocina, 28 estufas, 284 tejas de zinc, 81 metros de plástico, 24 cercos de madera, ropa, calzado y 41 bonos canjeables por alimentos, todo esto para ayudar a los hogares afectados a superar la situación crítica generada por las emergencias.

Bogotá, 19 de noviembre de 2020. 88 hogares fueron beneficiados en Bogotá de las labores de atención que presta el equipo de Gestión del Riesgo de la Secretaría de Integración Social en los últimos días debido a las distintas emergencias que se han generado por causa del embate de la temporada de lluvias en el país.

En los últimos ocho días, el equipo de Gestión del Riesgo de la Subdirección para la Identificación, Caracterización e Integración, ICI, activó a sus a 21 profesionales para que atendieran las emergencias presentadas en las localidades de Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, San Cristóbal, Santa Fe, Usme, Puente Aranda, Engativá y Bosa.

 

En estas localidades, el equipo de Gestión de Riesgo, en un trabajo coordinado con el IDIGER, las alcaldías locales y las Subdirecciones locales de Integración Social, entregó ayudas y apoyo a 331 personas, de ellos, 217 eran adultos y 114 eran niños y niñas. 

En total, entre el 1 y el 18 de noviembre se ha gestionado con el IDIGER la entrega de 157 kit noche, 75 kit limpieza, 31 kit cocina, 28 estufas, 284 tejas de zinc, 81 metros de plástico, 24 cercos de madera, ropa, calzado y 41 bonos canjeables por alimentos.

En la localidad de Usme, en donde se presentó una de las mayores afectaciones por causa de las lluvias, Gestión de Riesgo apoyó, junto a entidades del Distrito y autoridades ambientales y de atención de emergencias, la atención a los habitantes de la vereda Curubital, quienes sufrieron afectación total en sus hogares, por causa de deslizamientos de tierra y el desbordamiento de la quebrada Piedras Gordas.

Solo en este sector de Usme se atendieron a 84 personas, quienes recibieron kits noche, que incluye cobijas, almohadas y pijamas; kit de limpieza, tejas de zinc para reparar techos y estufas para que cocinen los alimentos suministrados por la Secretaría de Integración Social.

“Todo este mes vamos a tener lluvias. Lo que ahora tenemos que hacer es salir bien abrigados, cargar paraguas y chaquetas. No debemos sacar basuras en horarios inadecuados, porque esas basuras y papeles en la calle terminan con las lluvias llegando hasta alcantarillados y desagües. Eso después nos causa inundaciones”, dijo la alcaldesa Claudia López al referirse a los cuidados que deben tener los ciudadanos durante la temporada invernal para evitar situaciones de emergencia en la ciudad.

El equipo de Gestión de Riesgo de la Secretaría de Integración Social se encarga de atender el 100% de las emergencias que son activadas por el Idiger. Gestión de Riesgo realiza la Evaluación de daños, riesgo asociado y análisis de necesidades, denominado EDRAN SOCIAL, para proceder a la entrega y gestión de ayudas humanitarias, respondiendo así de manera adecuada y oportuna a la ciudadanía.

Recomendaciones del Distrito sobre inundaciones

- Evitar arrojar basuras (desperdicios, escombros) a la calle, caños y desagües, cuando llueve estos pueden producir taponamiento y ocasionar encharcamientos en las vías y afectaciones en viviendas.

- Realizar un adecuado manejo de aguas lluvias y aguas servidas en su vivienda y a nivel comunitario.

- Revisar las obstrucciones sobre los pozos, sumideros y demás estructuras que impidan el desagüe de las aguas lluvias, así como el aumento de nivel en las alcantarillas.

- Informar sobre los cambios que puedan presentar ríos y quebradas como olor, color o aumento y disminución del flujo de agua , comunicándose al 123 y al 116 del Acueducto.

 

Bogotá, septiembre 24 de 2019. En el barrio San Bernardino, uno de los sectores más deprimidos de la localidad de Bosa, se presentó una conflagración que arrasó con la vivienda de la familia Rincón Aguirre integrada por dos niños y tres adultos, quienes afortunadamente no se encontraban en el lugar en el momento del incendio y por lo tanto no vieron comprometida su integridad.

Al parecer, un cortocircuito produjo el desastre, el fuego consumió de manera total la fachada, las paredes y techos de la vivienda como también los electrodomésticos, cama, colchones y armarios, dejando a esta familia en situación de emergencia social.

“Es lo más terrible y cruel que me ha pasado en la vida. Ver como todo lo trabajado y logrado en muchos años de esfuerzo se lo lleva el fuego en pocos minutos”, manifestó la señora María Cristina, ya que hacía cerca de dos meses habían dado inicio a una idea productiva que prometía mejorar la calidad de vida de toda la familia.

Este es uno de los casos que atiende la Subdirección Local de Bosa a través del servicio ‘Gestión del Riesgo y Enlace Social’. Se trata de la señora María Cristina Aguirre, cabeza de familia, quien hace 15 años se vino de su natal Manizales a la ciudad de Bogotá a buscar nuevas oportunidades y su hogar fue consumido por las llamas, dejándola en una precaria situación.

 

 

El equipo de emergencia de la Subdirección Local de Bosa, una vez ocurrió la emergencia, fue activado y el profesional del riesgo hizo presencia en el lugar junto al Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (IDIGER), para verificar y evaluar los daños ocasionados en la emergencia. Una vez se realizó esta labor la Subdirección local reportó al IDIGER para que hiciera entrega de ayudas humanitarias a los afectados.

La familia Rincón Aguirre también recibió apoyo por parte de la Subdirección Local de Bosa con atención, orientación, información, y referenciación a otros proyectos según la necesidad identificada en la situación de la familia. Desde el servicio denominado ‘Enlace Social´, que hace parte que del proyecto ‘Viviendo el Territorio’, se brinda apoyo a personas en alto grado de vulnerabilidad y emergencia social. Inicialmente se realiza una labor de escucha con las personas afectadas, para poder ofrecer los apoyos que necesiten.

Dentro de los apoyos que se entregan de manera transitoria, mientras se supera la situación que genera la emergencia, y una vez se cumplidos los criterios para recibirlos, se encuentran: auxilios funerarios, suministros de aseo para el grupo familiar, ropa y calzado para los afectados, pañales para bebé y adulto, toallas higiénicas, bonos canjeables por alimentos temporales.

En el caso de la señora María Cristina Aguirre y su grupo familiar, la Subdirección Local de Bosa hizo entrega de un bono canjeable por alimentos y ayuda humanitaria consistente en suministro de vestuario, calzado, elementos de aseo personal y aseo para el hogar.

“Quiero agradecerles a ustedes los de Integración Social porque sentí mucho apoyo, porque me quedé sin nada y ustedes fueron una mano amiga, gracias por todo lo que me entregaron, especialmente porque mis niños fueron a estudiar con la ropita que les dieron, Dios los bendiga”, expresó doña María Cristina.

Por otra parte, el servicio de ‘Enlace social’ tiene contacto permanente con la comunidad a través de los diálogos territoriales. Esta actividad hace parte de la territorialización del servicio. El equipo se desplaza a distintos puntos de la localidad y le cuenta a los ciudadanos y ciudadanas más vulnerables, los servicios y proyectos con los que cuenta la Secretaría Distrital de Integración Social y cómo acceder a ellos. Resuelve inquietudes y referencia también a otras entidades distritales y/ o sectores, que puedan hacer parte de la atención integral que amerite cada situación según su particularidad.

Liliana Ramírez, responsable del servicio, menciona que: “las alianzas en el territorio se han convertido en una estrategia efectiva a la hora de dar respuesta a situaciones de crisis social y familiar”.

Desde la Subdirección Local de Bosa, se han establecido acuerdos con ‘Fundación Keralty’, organización que brinda acogida a personas, quienes no cuentan con redes de apoyo. Su vinculación al proceso es vital, toda vez que el brindar abrigo en los momentos de mayor crisis se convierte en apoyo esencial para superar esta etapa tan difícil para las personas. ‘La Sociedad San Vicente de Paul’ ofrece apoyo con ayudas técnicas como gafas, bastones y sillas de ruedas para personas que los requieran.

‘Fundación Caminos de Libertad’ es otra organización de carácter religioso que apoya a las personas que se encuentran privadas de la libertad, brindando asistencia espiritual, jurídica, psicológica y material. Ésta y otras organizaciones hacen parte fundamental de las alianzas que se establecen en la ciudad de Bogotá para dar respuesta a situaciones sociales de alta vulnerabilidad.

Las solicitudes más recurrentes en ‘Enlace Social’ se relacionan con enfermedades de alto costo y desempleo. Como factores esenciales de este servicio están la escucha y la información caracterizadas por una atención oportuna, clara y con calidad y calidez, de esta manera los ciudadanos encuentran en la entidad un apoyo para atender situaciones de emergencia.

‘Enlace Social’ también promueve espacios para el Desarrollo de Capacidades mediante articulación con el Centro Comunitario ‘Porvenir’ de Bosa, Sena Virtual, Instituto para la Protección de la niñez y la Juventud (IDIPRON), y Casa de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres. Desde estos espacios se brindan oportunidades de formación y cualificación para la generación de ingresos económicos.

De esta forma la Subdirección Local de Bosa atiende de manera oportuna las emergencias presentadas articulando acciones con las entidades competentes, como también con las alianzas establecidas en el territorio, como el caso de la familia Gualteros Aguirre donde se movilizó la institucionalidad para dar respuesta a una situación de emergencia social, brindando orientación y referenciación y facilitando las condiciones para acceder a los servicios sociales que ofrece la entidad.

Y es que no se trata de hacer únicamente la entrega material de las ayudas humanitarias, sino de ofrecer apoyo institucional a todo el grupo familiar con los servicios sociales y sobre todo brindar un espacio para la escucha de los afectados para que no se sientan solos y desvalidos en momentos de crisis y puedan retomar el rumbo de sus vidas y continuar con la seguridad que mejores días vendrán, como hoy lo hace doña María Cristina Aguirre y toda su familia. 

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Bogotá, octubre 24 de 2018. Hoy se llevó a cabo el ‘X Simulacro Distrital de Evacuación’, que en esta ocasión fue realizado, desde las 9 de la mañana, y en el cual la Secretaría Social al igual que en otras ocasiones participó activamente.

De este ejercicio de prevención hicieron parte 447 unidades operativas de la entidad, de las cuales 315 corresponden a jardines Infantiles. Dentro del balance se conoció que 54.818 personas fueron evacuadas, entre ellas 40.496 niños y niñas, 14.322 adultos incluyendo 1.436 personas que presentaban algún tipo de discapacidad.

La disposición de los equipos de trabajo hace posible que estos ejercicios de preparación a eventuales emergencias den como resultado el orden, la rapidez y la efectividad en el momento de evacuar oportunamente a las personas, quienes se encuentran en nuestros espacios institucionales.

 

 

 

 

 

Dicho compromiso se vio reflejado en la participación de 4.454 brigadistas en el Simulacro del día de hoy. Como siempre es importante resaltar que para satisfacción de la entidad NO se reportaron incidentes durante la actividad.

Sin embargo, este no es el único Simulacro de Evacuación que se realizará por parte de la SDIS, ya que el jueves 25 de octubre, a las 7:00 p.m., por primera vez en la Secretaría, se hará el Simulacro de Evacuación Nocturno en las unidades operativas que prestan el servicio en horas de la noche.

El balance final de la ‘media hora más importante del año’ es más que satisfactorio ya que las cifras de personas involucradas nos permite seguir brindando a los participantes de todas las edades condiciones de tranquilidad, así como capacidad de respuesta y reacción demostrando el compromiso que la Secretaría tiene con la ciudad en temas de Prevención y Gestión del Riesgo para proteger lo más valioso que tenemos, la vida de todos.

 

 

Bogotá, abril 1 de 2018. Tras la emergencia invernal presentada durante esta Semana Santa en la capital, la Secretaría Social estuvo al frente de la situación durante cinco días con el equipo de Gestión del Riesgo, que atendió con ayudas humanitarias a 78 personas afectadas.

Durante los días festivos se presentaron 12 encharcamientos en cuatro localidades de Bogotá: Engativá, Suba, San Cristóbal y Usaquén. A su vez, dos incendios y un deslizamiento que afectaron 11 hogares de la capital.

La Secretaría Social brindó ayudas humanitarias a estos hogares que fueron aquejados por la pérdida parcial o total de sus bienes.

La entrega de ayudas consistió en vestuario, kit noche, kit limpieza y bonos de alimentación. Cabe recordar que estos apoyos buscan brindar una solución primaria para que las familias puedan superar la situación de emergencia, por lo tanto son transitorias.

El equipo de Gestión del Riesgo de la SDIS hace parte de los Consejos Locales de Gestión del Riesgo y Cambio Climático, los cuales son conformados por varias entidades distritales que monitorean en las localidades las zonas que pueden ser afectadas por desastres naturales. Esta articulación permite prevenir emergencias en estos lugares de la ciudad.

Junto con el IDIGER la SDIS brinda ayudas humanitarias para hogares afectados por este tipo de emergencias lo que permite una atención integral y conjunta para que la comunidad se sienta respaldada por la alcaldía cuando son aquejadas por este tipo de situaciones.

 

 

Bogotá, agosto 24 de 2017. Eran aproximadamente las 7 p.m., cuando en el parque Cádiz, del sector de Quinta Paredes de la localidad de Teusaquillo, apareció tímidamente una pequeña carpa amarilla. En su interior dos niños jugaban mientras varias personas del lugar charlaban alegremente. A la carpa amarilla se le sumó otra roja y luego otra verde. Y así fueron apareciendo varias que pronto ocuparon el parque. En la cancha las carpas institucionales ya estaban dispuestas para atender a la comunidad que pronto haría parte del ‘Campamento de Gestión del Riesgo’.

A medida que la noche avanzaba, las personas se fueron acercando a las carpas dispuestas en la cancha por parte de la administración local. Algunos llegaron con sus atuendos más abrigados y otros más trajeron consigo a sus mascotas. Pero todos iban con una sola intención: escuchar atentamente instrucciones básicas de atención en emergencias: ¿cómo utilizar una camilla?, ¿cómo asegurar objetos e identificar salidas seguras? y ¿cómo hacer de su casa un lugar seguro? fueron algunas de las inquietudes que allí se trataron.

Como el frio era apremiante los juegos se hicieron necesarios para combatir al viento helado que se colaba entre unos y otros. Así comenzaron a los vecinos a hacerse en grupos y a reírse mientras saltaban o corrían para encontrar parejas en el juego ‘concéntrese en el riesgo’. Otros se prestaban para hacer de ‘heridos’ para que sus vecinos pudieran practicar lo que acababan de aprender, los más pequeños jugaban a los congelados y otros más grandecitos se acomodaban en las carpas para hablar y de vez en cuando asomaban la cabeza para saber el motivo de la risa de los grandes. Después llegó una bebida caliente que hizo que el frío se marchara y fuera reemplazado por un calor de vecinos y comunidad unida.

Esta actividad, en la que participaron 4 propiedades horizontales: Parque Cádiz, Balcones de Cádiz, Estivaldis y El triángulo 1, junto a casas aledañas, es una iniciativa llevada a cabo por de los líderes del barrio Quinta Paredes en articulación con las instituciones que componen el Consejo Local de Riesgo y Cambio Climático ( CLG-CC) de Teusaquillo y la cual busca brindarle las herramientas a la comunidad para actuar en caso de una emergencia, como parte de la Estrategia de Conocimiento y Reducción del Riesgo que se viene desarrollando en la localidad.

Si bien la presentación de una emergencia de origen natural en el día tiene unas implicaciones, se hace necesario preparar a la comunidad en el caso que ésta se presente en horas de la noche ya que el contexto es diferente. En este sentido se desarrollan estas actividades buscando generar liderazgo comunitario, y mediante la corresponsabilidad, contar con aliados civiles en temas como evacuación y respuesta frente a una emergencia de origen natural.

Aproximadamente 100 personas participaron activamente del campamento aun cuando este se alargó hasta altas horas de la noche. Pese al frío, la comunidad respondió de manera asertiva generando relaciones de articulación entre las propiedades horizontales que circundan el parque. Esta actividad es el resultado de un juicioso ejercicio que se viene dando desde el año pasado en donde la comunidad tiene un papel protagonista. Además, se contó con la presencia de Idiger, Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, Alcaldía Local, Policía, Sub Red Norte, Codensa, Aguas Bogotá, Secretaría de Integración Social, Secretaría de Ambiente, Secretaría de Movilidad y la Clínica Juan Corpas.

Adicional a la información sobre emergencias, las entidades también presentaron a la comunidad sus servicios de identificación y atención en el caso de ser activadas a nivel local y así mismo en el caso de una emergencia de gran magnitud la respuesta a nivel Distrito.

 

Bogotá, julio 31 de 2017. El frío característico de Usme nos recibe en el salón comunal de Rincón de Bolonia, de Ciudadela Bolonia. Entre las personas allí reunidas nos da la bienvenida Luis Molina, el profesional de Gestión del Riesgo, quien nos cuenta que la comunidad y las instituciones se reunieron con el fin de hacer un mapeo social y reconocer las necesidades y problemáticas de este sector que lleve a una construcción de agenda conjunta entre estos dos actores.

 

Dentro de los objetivos de la estrategia de abordaje territorial que se viene desarrollando en este sector, ha sido una constante el trabajo mancomunado con la comunidad. Por ello, el Consejo local de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (CLGCC) se ha sumado para desarrollar procesos de prevención y mitigación con los residentes del sector ya que su cercanía al cerro y a las quebradas de Santa Librada y Yomasa, hacen que sea zona de riesgo para las personas que allí habitan.

Adicionalmente, este territorio es parte de la priorización que hace la Alcaldía Local con obras de mitigación en el sector ‘El Danubio’ en los sectores: ‘El Progreso’ segundo sector, ‘Fiscala’, ‘Fiscala Alta’, ‘Fiscala’ sector ‘La Fortuna’ y ‘Ciudadela Bolonia’.
La comunidad de la ciudadela ha sido receptiva a estos procesos y en el mes de abril desarrolló junto con la Alcaldía Local y las instituciones que componen el CLGCC un proceso de arborización en los alrededores de los apartamentos de ‘Rincón de Bolonia’; niños, adultos y personas mayores sembraron árboles nativos cerca de la ronda de la quebrada Santa Librada, así como de las edificaciones del lugar.

“Estamos trabajando de la mano con IDIGER e Integración Social en la recuperación de las quebradas y los ríos que hay alrededor para evitar actividades futuras que nos pongan en riesgo. Somos una propiedad horizontal nueva, no llevamos más de un año, queremos sacar esta ciudadela adelante y hemos recibido apoyo por parte de las instituciones”, contó Jasbleidy Molano, presidenta del comité de Impulso ‘Ciudadela Bolonia’.

Mapeo Social: Una forma de reconocer el territorio

 

“Dentro de la estrategia de abordaje territorial que se viene adelantando por sectores en Usme, decidimos hacer un recorrido en primer lugar con las instituciones por el sector y así recoger datos estadísticos de cuántas personas residían allí. Posteriormente nos reunimos con la comunidad y ahora estamos haciendo un ejercicio de mapeo social, en el cual la comunidad conoce su territorio”, aseguró Luis Miguel Molina, responsable de la mesa territorial ‘Ciudadela Bolonia’ por parte de la subdirección local Usme Sumapaz.

En este territorio convergen diferentes actores. Actualmente en ella reside población víctima del conflicto armado y población reinsertada. Personas reubicadas por ola invernal en el período 2010–2011. Personas que adquirieron su vivienda y personal pensionado del Ejército y Policía Nacional. Todas se han sentado y dialogado lo cual ha permitido que se genere una dinámica comunitaria de construcción colectiva. Dado que muchas personas no conocen la localidad donde viven ni su sector, el paso siguiente fue desarrollar el taller de mapeo en el cual hoy nos encontramos. Entre las diferentes mesas vemos que varias personas miran sus mapas con interés y les colocan colores o dibujos, cada uno coloca su parte.

Una mesa que nos llama la atención es “la mesa de la población afro e indígena”. Ellos ven en su territorio una oportunidad para volver a retomar sus raíces. Nos acercamos y escuchamos que quisieran tener espacios para realizar sus fiestas y rituales. Es su manera de apropiarse del territorio. “Yo no sabía que esta ciudadela era tan grande, podemos hacer que los que viven aquí conozcan más sobre los afro y los indígenas y a largo plazo tener una casa cultural” concluye una de ellas, emocionada.

La estrategia de abordaje territorial con un fuerte componente de Gestión del Riesgo que se viene desarrollando en este territorio deja hasta el momento un buen resultado de trabajo articulado entre instituciones y comunidad en donde se demuestra que esta es una ‘Bogotá Mejor Para Todos’. 

 

 

 

 

Bogotá, marzo 29 de 2017. Yurani Cabrejo, habitante de la localidad de Ciudad Bolívar, vivió una noche de incertidumbre y zozobra ante el torrencial aguacero que inundó su casa y afectó sus muebles y enseres en el barrio El Lucero. En algunos puntos el agua alcanzó hasta metro y medio de altura.  Yurani, en compañía de Doris, su mamá, trataban a punta de escoba de sacar el agua  que entraba caudalosamente desde la calle, mientras su pequeña hija Érika Daniela observaba la escena aterrorizada.   

El sol de la tarde entra por la ventana de la oficina de Emergencia Social de la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS) ubicada en el tercer piso del Centro de Atención Penal Integral a Victimas (CAPIV). Una mujer de tez trigueña y ojos oscuros llenos de curiosidad nos recibe con una sonrisa. A su lado un niño de tres años juega con el celular de su mamá como si este fuera un carrito, ajeno a toda la historia que nos relatará su progenitora de la cual él es protagonista. 

 

Carmen María Dokoe Gimaido  es integrante de la etnia ‘Bora’, la cual se encuentra asentada en lo profundo de la selva Amazónica. Para llegar allí desde Leticia se debe tomar una lancha y navegar por el gran río sin descanso por un mes y medio, o ir en avioneta en un recorrido de 8 horas. En lo profundo de esta selva esta mujer tomó la decisión de venirse a Bogotá a cumplir sus sueños, porque en su tierra son pocas las oportunidades. Cuando sólo tenía 16 años llegó a la casa de un familiar pero terminó viviendo en una pieza y trabajando en una cafetería porque su deseo era terminar su  bachillerato, conseguir un mejor empleo y ayudar a su familia. Hasta aquí esta historia  es como muchas otras, sin embargo, la vida de Carmen daría más vueltas imprevistas de las que ya había tenido. 

 

 

3 años después de instalada en Bogotá, en el barrio Altamira, de la Localidad de San Cristóbal; viviendo una situación llevadera entre estudio y trabajo y compartiendo su vida con un hombre que prometía amor y estabilidad quedó embarazada. Al compartir la buena noticia con su pareja, “el cambio inmediato de actitud fue el reflejo de que las cosas cambiarían”. Relata Carmen que al mes, sus palabras fueron: “…muchas gracias. Le dejó la llave de la pieza a la vecina, se largó y no lo volví a ver…”, recuerda.

 

A partir de ese momento todo cambió. Había perdido su trabajo, su pareja, había quedado en el aire, estaba embarazada, sola y sin un peso. Aunque tenía una hermana en la ciudad, las condiciones económicas no permitían una ayuda. Con cuatro meses de embarazo nadie la recibía para un trabajo y a pesar de su búsqueda juiciosa la negativa rotunda por su condición se había sumado a su dolido y desilusionado corazón por el abandono y la soledad.

 

De las repetidas negativas de trabajo, del hambre y el desespero surgió una idea en la mente de Carmen que fue ganando peso a medida que pasaban los días. Abortar era su única salida. Sin embargo, cuando se lo contó a su hermana, ésta le convenció para que no lo hiciera. No obstante, otra posibilidad se abría paso: la adopción. Y así fue como terminó Carmen con su barriguita de 6, casi 7 meses en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), buscando ayuda para entregar en adopción al bebé que venía en camino. Allí le dieron la información sobre el proceso de adopción. Esa era la ayuda que la entidad podía ofrecerle. Pero ella tenía un problema inmediato, pasaba hambre y su hermana ya no podía ayudarle más. 

 

Una funcionaria del ICBF le escribió a Carmen la dirección de Integración Social en un papel y le dijo que ahí ayudaban a la gente de forma inmediata. Ella recibió el papel convencida que era una pérdida de tiempo ir hasta otra entidad ya que al parecer nadie le podía dar una solución real en esta inmensa ciudad.  

 

 

Pero a Carmen le esperaba un destino diferente. Su hermana al otro día la convenció de ir hasta la dirección que le habían dado en el ICBF. “Nada perdemos con ir”, le dijo, y emprendieron el camino hacia el centro de la ciudad. Al llegar encontraron en medio de las casas antiguas una casa rosada con avisos de la Alcaldía Mayor de Bogotá, en donde desde su entrada las recibieron muy bien.

 

Mientras nos relataba su historia los ojos de Carmen reflejaban esperanza “Desde que entré allí las personas fueron muy amables y luego nos atendió la doctora Lucila y fue como si se me hubiera aparecido un ángel. Ella me preguntó por mi familia, sobre mi situación, fue una persona que me dio un apoyo moral muy grande. Recuerdo que me dijo: ‘usted debe salir adelante, usted puede salir adelante con el niño’ y me dieron la ayuda con el mercado. Fue como si se me abriera una puerta. Fue una ayuda inmediata. En ese momento sentía que ya no había nada que hacer, pero cuando me dan esa ayuda en Casa Rosada, recobré el valor y comencé a pensar la vida no se ha acabado aquí, debo salir adelante con mi hijo”, asegura con entusiasmo

 

 “Todas las palabras que me dijo la doctora Lucila, independientemente de la ayuda que me daba que parecía caída del cielo, me hicieron sentir que realmente me escuchaba y me daba una mano. Alguien por fin me decía, su vida tiene solución”, relata Carmen. En este punto se le quiebra la voz y el llanto aparece al recordar ese momento tan amargo de su vida. 

 

Carmen continuaba su relato: “Como no podía quedarme más donde mi hermana, porque el dueño del apartamento le dijo que solo le había arrendado a dos personas y que yo no podía estar ahí, entonces Emergencia Social me ofreció vivienda en un hotel mientras la doctora Lucila, junto con la Fuerza Aérea, me conseguían un pasaje para Leticia. Allí estuve 8 días y luego me fui para mi tierra, y tuve a mi hijo junto con mi familia…”

 

Después de esa mala experiencia, Carmen decidió volver a Bogotá, junto con su hijo.  “Sabía que tenía una mano amiga con Emergencia Social. Cuando llegué aquí, volví a ir a la Casa Rosada. La doctora Lucila me ayudó a conseguir un nuevo trabajo y también me informó sobre los jardines de la Secretaria de Educación. Ahora  lo tengo en uno y me lo tratan muy bien. Ustedes me cambiaron la vida, más que cambiarla me salvaron de morir, de tomar una mala decisión, no es por exagerar pero el apoyo que me dio Emergencia Social fue una bendición sino hubiera ido a Casa Rosada, mi hijo no viviría”, finaliza. 

 

Hoy en día ha logrado superar su situación de vulnerabilidad. Actualmente ha formado una familia con un hombre que no solamente la ama de verdad sino también a su hijo. Tienen un negocio pequeño. Sueña con acabar sus estudios, ver a su hijo crecer, darle un mejor futuro, ayudar a sus padres. Los ojos de Carmen brillan de felicidad, aferrada a la mano de su pequeño hijo de dos años, quien la contagia y fortalece para seguir luchando porque está convencida hoy  más que nunca que ser madre es el don más maravilloso. 

 

 

Lucila Mahecha es una mujer cálida. Con su amplia sonrisa atiende a personas en condición de vulnerabilidad social en el CAPIV. Psicóloga de profesión lleva más de tres años atendiendo en la Casa Rosada en Emergencia Social de la SDIS.

 

Su trabajo constante con la población más vulnerable de Bogotá, ha llevado a que esta mujer de ojos oscuros sea una experta en el arte de escuchar a las personas y buscar soluciones reales para ellos. Así como sus otros compañeros de localidades, el equipo de Emergencia hace articulación con diferentes entidades tanto distritales como nacionales para orientar y acompañar a quienes por diferentes razones no han logrado superar situaciones de vulnerabilidad y pobreza.

 

“Todos los días muchas personas pasan por nuestros servicios y pocas veces tenemos la posibilidad de saber realmente cuanto hemos impactado su existencia. Aveces sólo pensamos que hicimos un día más de trabajo y no somos conscientes de que al hacer algo que parece cotidiano cambiamos vidas, en este caso salvamos dos.  Por eso la invitación es seguir haciendo nuestro trabajo con el corazón, con la responsabilidad y el espíritu de servicio que siempre nos ha caracterizado”, asevera la doctora Lucila, como la llaman los usuarios. 

 

   

Bogotá, octubre 26 de 2016. Siendo las 11 de la mañana se llevó a cabo el VIII Simulacro Distrital de Evacuación en Bogotá, ejercicio de prevención en el cual la Secretaría Distrital de Integración Social participó activamente. 

 

 

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