Bogotá, abril 26 de 2018. Como en un cuento de hadas, 80 niños y niñas con discapacidad provenientes de los Centros Crecer de Fontibón, Bosa, Chapinero, San Cristóbal, Engativá, Kennedy, Puente Aranda y Suba recorrieron los mágicos pabellones de la Feria del Libro 2018. Allí, entre libros, revistas, lápices y hojas de papel, muchos de los sueños de éstos pequeños dejaron de ser ficción para cobrar vida y mezclarse con personajes de la literatura nacional y universal.

Para Óscar, un niño de 12 años con Síndrome de Down, los libros son uno de los elementos preferidos a la hora de dar rienda suelta a la expresión de sus sentimientos. “Me gusta dibujar y ver los libros con fotos y figuras animadas”, dijo el pequeño ojeando un cómic de superhéroes.

Como Óscar, uno a uno, los niños y niñas provenientes de los diferentes servicios que ofrece la Secretaría Social a las personas con discapacidad se sorprendieron de los cuentos animados y el colorido que engalanó la Feria del Libro 2018 y que tiene como país invitado a Argentina.

Trazos con lápices, y muchas sonrisas fueron el común denominador durante la visita de estos ‘ilustres huéspedes’ a stands en donde su afecto y espontaneidad conquistaron el corazón de expositores y visitantes.

Los chiquillos en colaboración con estudiantes de universidad expresaron a través de sus dibujos su atracción por la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y el valor de la amistad así como del afecto sincero, entre otras expresiones. Al término de la muestra se generó un tema de reflexión entre los asistentes sobre la mini exposición de estos 80 niños y niñas que a su paso dejaron lecciones de vida positivas.

Con actividades como éstas, guiadas por los profesionales de la Secretaría Social, el gobierno de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ busca que las personas con discapacidad accedan y exploren otra clase de escenarios en donde se ratifica el compromiso de una ciudad incluyente y sin barreras.

  

 

 

Bogotá, abril 25 de 2018. Una mañana mágica y lúdica se vivió con niños, de 6 a 18 años, quienes tienen discapacidad cognitiva y asistieron a un evento muy ecólogico y amigable. Fueron 19 pequeños, quienes participaron de una recreación incluyente de la mano del Instituto Distrital de Recreación y Deportes. Con ellos se planeó una salida extramural, con una temática particular la cual consistió, en esta oportunidad, en hacer un reconocimiento de un espacio ecológico.

Los chiquillos, perteneciente al Centro Crecer, de Usaquén, asistieron al humedal Santa María del Lago, como parte de las actividades que desarrollan con una temática particular que consistió en hacer un reconocimiento a un espacio ecológico.

Para cada niño era nuevo tocar las plantas, las piedras y los tallos de los árboles, para sentir su relieve y escuchar la naturaleza.

La instructora encargada explicaba cada elemento que había en el humedal. Con los pequeños hizo una actividad en que cada niño se acordaba de los árboles con exactitud. Empezó con ciertos ejemplos como nombrar el árbol loco y mover la cabeza, el árbol de sangría y explicar las heridas y las hojas de mano de oso abriendo las manos y agitando la hoja. Con cada simulación agitaba los brazos y explicaba como si estuviese presentando una obra de teatro, para que cada pequeño imaginara un cuento en su cabeza y no olvidara tan magnifica experiencia.

Luego de imaginar cada árbol, hubo un momento para presentar las aves que rodeaban el humedal, como las Tinguas relacionándolas con las gallinas. Por otra parte tenia fotos de ciertos animales que hay dentro del humedal, pero que son muy difíciles verlos, ya que son muy pequeños, como lo fue la rana sabanera y los pájaros copetones, entre otros animales que llegan por migración de otras zonas del mundo en ciertas temporadas del año.

Así fue como los pequeños miraban con gran asombro, el bello paisaje que se encontraba no muy lejos de las calles capitalinas, pero que disfrutaban al oír cada sonido suave de una naturaleza que ellos no conocían, pero que festejaban con aplaudir, al tocar cada árbol, hoja, piedra y flor que había en el humedal que su imaginación envolvió.

En el Centro Crecer de la localidad de Usaquén, se trabaja arduamente con diferentes niños con problemáticas de salud, para que estos pequeños tengan una calidad de vida mejor y así reciban atención integral por parte de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

  

 

 

Bogotá, abril 23 de 2018. En la Alcaldía local de Antonio Nariño se realizó un taller en prevención de maternidad y paternidad temprana que contó con actividades artísticas, culturales y de pedagogía y en el que participaron las personas del proyecto ‘Una ciudad Incluyente y sin Barreras’, quienes se capacitaron, aprendieron y conocieron del programa de la Secretaría Social.

El taller estuvo a cargo de Patricia Porras, referente del programa, quien dio inicio al taller con una charla acerca de la ‘Toma de decisiones’ en la vida cotidiana y contando una historia logró captar la atención de todos los que estaban allí y luego de una dinámica, la alegría y risas de los participantes aparecieron tomándose el recinto.

Las interacciones no dieron espera y cada uno de los asistentes habló de cómo se sentía y explicó cómo les pareció el cuento y sus personajes. En el transcurso de la jornada, Porras invitó a los participantes a respetar las decisiones tomadas por los demás y las propias sin juzgar ni culpar a nadie, de esta forma se estimula a los jóvenes a tener conciencia y libertad de decidir y tomar una buena decisión sobre su proyecto de vida, la sexualidad, los derechos sexuales, los derechos reproductivos, la toma de decisión y el uso de métodos anticonceptivos, entre otros, asumiendo sus consecuencias.

Tras la presentación de un video educativo sobre ‘Estereotipos de géneros’ los participantes presentaron su punto de vista respecto a lo que vieron, dejando como reflexión e invitación dejar los estereotipos que existen en nuestra sociedad de lado, para poder aceptarnos a todos por igual. Al final de la jornada, para cerrar, los participantes del taller estuvieron felices de completar la letra de una canción para dar a conocer su propia reflexión y resaltaron los derechos sociales y reproductivos que tiene cada persona independientemente de su condición física, mental, etc.

Según, Clara Inés Sánchez, participante del taller, “me gustó mucho, aprendí cosas que no sabía y quiero contarle a mi familia lo que aprendí”. Así como Clara, fue clara la alegría y aceptación que significó la participación de los asistentes al taller. Espacios como éstos reconocen y evidencian que los objetivos del proyecto ‘Prevención y atención de la maternidad y la paternidad temprana’ buscan generar una nueva ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

  

 

 

Un 9 de febrero del año 2000 cuando el reloj marcó las 7:30 a.m., se escuchó en uno de los pasillos de la clínica SaludCoop de Bogotá el llanto de una niña que acababa de nacer,se trataba de Valentina Quiroga Murcia.

La bebé tan esperada por Nancy Murcia, su madre, nació con Síndrome de Down en nivel 2. Esta noticia que recibió del médico impactó a Nancy, quien en medio de la confusión reaccionó con rechazo hacia Valentina.

Para ella era claro que Valentina no iba a ser una niña igual a sus otros tres hijos. Horas después de la noticia, lo primero que le asalta a Nancy son cuestionamientos acerca de qué había hecho mal, para que su hija naciera con discapacidad.

La depresión invadió a Nancy, aún más, cuando escuchó las explicaciones médicas que trataba de entender y asimilar: “En el desarrollo de la niña hubo un accidente cromo somático, el cual le produjo una leve discapacidad intelectual”. Todas estas palabras eran extrañas para ella.

Sin embargo, en la medida que le dieron más explicaciones escuchó decir que la niña iba a poder caminar, hablar y hacerse entender, cualidades que en otros casos graves del Síndrome no sucede.

Nancy, tuvo muchos altibajos de ánimo, porque mientras algunos le daban información alentadora, otro médico le dijo que Valentina no tendría una vida sanaporque había nacido mongólica y retrasada mental.

La dureza de esas palabras, generaron mucha confusión en Nancy hasta llevarla al extremo de sentir que quería cambiar a su hija o tirarse por la ventana, para no tener que afrontar esa realidad.

Mientras todo esto ocurría, el padre de Valentina esperaba ansioso de tenerla en sus brazos. Pedro Quiroga, ingresa a la sala de recién nacidos para conocer su niña, quien estaba en unaincubadora con cinta en los ojos, cables sobre su cuerpo y pequeños tubos que salían de su boca.Impactado al verla, sale del hospital corriendo,cruzaavenidas y calles sin ninguna precaución. Esta fue la reacción de Pedro, quien no entendía por qué su hija estaba en ese estado.

Desde ese 9 de febrero, la vida de la familia Quiroga Murcia cambió para siempre. Fue un proceso que duró bastante tiempo para entender y esclarecer la situación de la niña, pero con la ayuda psicológica, asistencia a talleres, charlas y los seminarios,lograron aceptar la discapacidad de Valentina. Se dieron cuenta que su hija no era como la describió aquel doctor.

Cuando comprenden lo que estaba pasando en sus vidas, decidieron apoyar el proceso y desarrollo de Valentina. Pese al miedo que sentía Nancy de que su niña fuera rechazada por otros niños, decidió con Pedro vincularla a un jardín infantil de la Secretaría Social.

Sus inicios en espacios de aprendizaje los realizó al lado de niños que no tenían discapacidad. Es más, Valentina fue acogida por sus compañeros del jardín y el apoyo de ellos le ayudó a culminar su etapa de educación inicial.

A partir de los 7 años de edad, Valentina empezó a ser parte del Centro Crecer de la localidad de Los Mártires. Con la ayuda del equipo de profesionales,la niña empezó a desarrollar habilidades y capacidades rítmicas para el baile y modelaje; por esta razón, fue posible integrarla a clases de danzas, teatro y porras.

Hoy, Valentina tiene 18 años, es instructora de Rumba y Zumbaen los centros Crecer Mártires yDía mi Refugio, tiene a su cargo clases grupales con mujeres y en escuelas. Es el orgullo de sus padres y la adoración de sus tres hermanos.

Valentina guarda la ilusión de trabajar en entidades distritales, para seguir demostrando su potencial y dar una luz de esperanza a otras personas con discapacidad, que con seguridad también tienen habilidades que pueden desarrollar.

 

 

 

Desde muy temprano, las niñas y los niños del Centro Crecer de la localidad de Fontibón acogieron con alegría a sus 12 nuevos compañeros procedentes del Centro Avanzar Normandía, mientras se realizan las licitaciones que les permitirá regresar a unas instalaciones que ofrezca condiciones para una atención integral.

 

A medida que avanzaba el día, el recibimiento se convirtió en motivo de celebración para los niños, quienes hicieron un recorrido de reconocimiento de las instalaciones. Luego recibieron una escarapela para ayudar a sus compañeros a recordar su nombre y facilitar el proceso de integración.

En medio de la alegría y con un puesto asignado en el comedor, las niñas y los niños interactuaron entre ellos generando nuevos lazos de amistad y muchas sonrisas.

Luego del refrigerio de la mañana, era hora de la recreación. El grupo Semillas Boom, liderado por los profesores Jimmy Medina y Alberto Posada, prendieron la fiesta con el tema “Colombia tierra querida”.

Después del baile, la celebración concluyó con el almuerzo. Días así, fortalecerán los procesos de las niñas y los niños con discapacidad y les permitirán retornar a sus Centros respectivos cuando estos se encuentren listos.

Al cierre de la jornada, las rutas estaban disponibles para trasladar a las niñas y los niños a sus hogares, garantizando su seguridad y atención especial que se merece la niñez con discapacidad de la ‘Bogotá Mejor para Todos’.

 

 

 

Bogotá, abril 12 de 2018. Un grupo de 6 personas con discapacidad cognitiva, quienes hacen parte del Centro Integrarte Campín, se graduaron como auxiliares logísticos del SENA.

La capacitación, que hace parte del proceso interinstitucional con el SENA, la Fundación RECA y la empresa CENCOSUD se realizó en varios meses. La ceremonia, por su parte, se llevó a cabo en las instalaciones del SENA, en la sede de la calle 53.

Para culminar este proceso de manera exitosa, Andrés Ramírez, Angie Herazo, Anynson Martínez, Danny Romero, David López y Diana Téllez, concluyeron satisfactoriamente su etapa formativa según los estándares de la entidad educativa y ahora podrán aspirar a la inclusión laboral.

Este proceso permite también, observar cómo sus proyectos de vida se continúan fortaleciendo, gracias al compromiso y reto asumido por ellos mismos. Vale la pena resaltar también el respaldo y corresponsabilidad de sus familias.

De esta manera el proyecto liderado por la subdirección de discapacidad ‘Por Una Ciudad Incluyente y sin Barreras’ avanza en el cumplimiento de los propósitos por una ciudad más inclusiva hacia la población con discapacidad.

Ahora el proceso continúa hacia la etapa productiva, en donde nuestras personas con discapacidad continuarán recibiendo ingresos por su ejercicio laboral equivalente a un salario mínimo mensual.

 

 

 

Bogotá, abril 3 de 2018. Hace no menos de cuatro años, Yenny Coca y su esposo, recibieron la noticia que su hija Dana Sofía Alvarado Coca, con tan solo tres meses de nacida, tendría una discapacidad visual que afectaría su vida por completo. 

Dana, nació el 28 de marzo de 2014. Proveniente de Susa (Cundinamarca), es una niña muy dulce, tierna e inteligente. A su corta edad, ya reconoce perfectamente a toda su familia. Posee habilidades como la adaptabilidad a lugares y situaciones, el aprendizaje rápido y constante, la disciplina, autonomía e independencia la caracterizan y la hacen diferente al resto de niños de su edad.

En aquel pueblo de Susa, Dana era la única niña con ‘Microftalmia’, un defecto de nacimiento en el cual uno o ambos ojos no se desarrollan completamente, y por lo tanto son pequeños. En el caso de ella posee una discapacidad visual total, por lo cual para sus padres es muy complicada la posibilidad de que recupere la visión aquí en Colombia.

Sin embargo, la ayuda y el apoyo incondicional de su familia fueron fundamentales para empezar a buscar soluciones y alternativas que beneficiaran a Dana en un futuro. Por ello, su madre decidió partir de su pueblo y tomar rumbo hacía Bogotá, con el fin de que la niña estuviera en un lugar más apropiado y apto para ella, tanto por su situación médica como por su bienestar físico y emocional.

Fue así, como llegaron a residir a un barrio de la localidad de Kennedy en la capital del país. Yenny siempre ha estado trabajando en lo que salga. Es una mujer “echada para adelante” como ella misma se cataloga. Consiguió o mejor dicho empezó a trabajar en la calle como vendedora ambulante. Entre ventas y constantes pasos por las calles del barrio, escuchó sobre los jardines que la ciudad tenía para los niños y niñas. Ella, que ya conocía parte del sector y se ubicaba mejor en la ciudad, tomó nota de la información y emprendió su búsqueda queriendo poder ingresar a su bebé a esos jardines y de esta manera dar un primer paso para brindarle mejores condiciones de vida a su pequeña.

Por fortuna para ella y la pequeña el llegar a la localidad de Kennedy no era solo simple casualidad. Su aventura tenía frutos positivos que pronto tendría la oportunidad de saborear. Para su sorpresa el barrio donde vivía contaba con el jardín ‘Caracol’, que según algunos vecinos y conocidos era uno de los más sofisticados y grandes con los que el Distrito contaba. ”Eso me emocionó mucho, pues fuera de estar cerca de mi casa, Dana podría tener un lugar muy bonito donde disfrutar su niñez”, comenta Yenny que con mucha alegría recuerda su travesía.

Dice un viejo dicho que “Preguntando se llega a Roma”, y ese fue el mejor recurso que Yenny y su esposo tomaron para finalmente tocar las puertas del jardín ‘Caracol’. Desde ese día, su hija fue recibida con las puertas abiertas por las maestras del lugar que acogieron a Dana como si fuera su propia hija. Allí ella y sus padres encontraron el apoyo y la ayuda que hace muchos años dudaron tener cuando se enteraron de la discapacidad de su hermosa bebé.

No existen obstáculos en la vida para ser feliz

Dana y sus padres ya no piensan en discapacidades. Creen que todo es posible si se tiene esperanza. Ahora su bebé, ya aprendió a vivir por la vida muy solita. Ha aprendido a caminar con más seguridad, a moverse con facilidad y sin ningún obstáculo que la interrumpa. También sabe llevarse la cuchara a la boca e intentar comer sola. Aprendió a reconocer el tiempo y el espacio del jardín. Además, ha recibido el apoyo de sus cuidadores quien de manera insistente buscan a través de otras entidades mayor ayuda para ella y la evolución positiva de su discapacidad visual.

Cabe resaltar que todo esto es gracias a las maestras que la acompañan en el proceso y a los padres de familia, puesto que con la ayuda de ellos, en un ejercicio de corresponsabilidad, se logra evidenciar la mejora en los procesos de aprendizaje de Dana. “Es significativo que la niña comparta tiempo y experiencias con compañeros que sí pueden verla, porque en el jardín a los niños y niñas se les inculca el respeto y la inclusión de todos sin importar las actividades que realizan, con el fin de que no exista ningún tipo de rechazo”, comenta Yenny madre de la chiquilla.

Por motivos como éste, es que su familia siempre está presta a escuchar y a colaborar con las indicaciones que le proporciona Yady Lorena Granada, una de las maestras que acompaña el proceso de Dana. Es ella quien le ayuda a adaptarse y desplazarse por el jardín, aportando a su coordinación visomotora. Ésta maestra, comparte diariamente con ella. “Dana es muy dinámica y emprendedora, para ella no existe la discapacidad ni los obstáculos, porque actúa igual a sus compañeros, expresa sus gustos e inconformidades para dar a conocerse; identifica a las personas del jardín tocando su cara, sus manos, su cabello, entre otras cosas”, resalta Yady Lorena emocionada por el gran resultado de su pequeña y querida estudiante.

Con lágrimas, la madre de Dana no deja de agradecer a la Secretaría Social por todo lo que han hecho por su bebé. “Con la ayuda de ustedes, las maestras de estos jardines, con la ayuda que esta Alcaldía le brinda a la gente como yo, Dana ha podido salir adelante, continuar a pesar de las adversidades que se le presentan en el camino, partiendo de que todo es un proceso en el cual se debe tener paciencia y actuar siempre en pro del bienestar de su hija”, asegura emocionada.

De esa manera, por su fortaleza, inteligencia, disciplina y autonomía, Dana Alvarado ha logrado conmover los corazones de las maestras y la coordinadoras. Éste es un claro ejemplo de los beneficios que adquieren las familias al ser partícipes de los jardines infantiles de la Secretaría Social en esta ‘Bogotá Mejor para Todos’ en donde prevalecen los derechos de los niños y las niñas, la protección integral, la equidad, la integralidad, la solidaridad y la inclusión social.

 

 

 

Bogotá, marzo 14 de 2018. Convirtiendo en realidad lo plasmado en el plan de desarrollo ‘Bogotá Mejor para Todos’ la administración del Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa adelanta procesos de vinculación productiva y fortalecimientos de emprendimiento para personas con discapacidad en los Centro Integrarte de Fontibón, El Campín y Chía. Se trata de actividades que estimulan a los participantes de los centros en el desarrollo de sus proyectos de vida de manera autónoma.

 

Fortalecimiento de emprendimientos productivos Integrarte El Campín

Desde el Centro Integrarte 'Campín', se han fortalecido en el marco de la línea de acción Desarrollo de Capacidades en entorno y territorio los emprendimientos productivos. A la fecha 10 familias participan emprendimientos de confecciones, artesanías, bisutería y ventas por catálogos, quienes han trabajado en espacios locales y distritales como ferias que favorezcan su reconocimiento y comercialización de productos.

Inclusión en medio laboral Integrarte El Campín

Durante el tiempo de permanencia en el Centro Integrarte El Campín, Marcela Silva, persona con discapacidad, ha evidenciado avances significativos en independencia, autonomía , habilidades sociales y para la toma de decisiones. Lo anterior ha posibilitado que Marcela pueda realizar como auxiliar de cocina en el restaurante 'Sabor Nacional', permitiendo mayor reconocimiento de sus habilidades por lo cual se visualiza hacia proceso de inclusión socio-cupacional.

Inclusión a la vida laboral Centro Integrarte Chía

Con la implementación de un nuevo taller protegido, el Centro Integrarte Chía brindará a su población con discapacidad la oportunidad de ampliar sus expectativas frente al desarrollo de actividades productivas. En asociación con la empresa IMPULSE AGRO, las personas con discapacidad del Centro podrán participar en taller protegido de empaque de equipos de ordeño. De esta forma, se intensifican los esfuerzos por disminuir los prejuicios laborales hacia la población con discapacidad psicosocial y se pretende mejorar hábitos y rutinas, brindando experiencias de trabajo en cadena que les permita el desarrollo de tareas y trabajos semi-calificados.

Vinculación Productiva Centro Integrarte Fontibón

Marco Antonio Abril, persona con discapacidad se vinculó desde el día 20 de febrero a la práctica de venta de un importante periódico popular de la ciudad. Durante la primera semana recibió acompañamiento y capacitación por parte del supervisor de la zona, quien reportó un buen desempeño y habilidad para divulgar y vender el periódico. Marco en este momento hace parte de la base de datos del periódico lo cual le permite acumular un punto por cada periódico vendido los cuales puede redimir cada cuatro meses por diferentes obsequios (licuadoras, relojes, sábanas, entre otros). Igualmente por cada periódico la empresa le ahorra $48 pesos los cuales le serán entregados en el mes de agosto.

Con este tipo de iniciativas, la administración Peñalosa le apunta a que las personas con discapacidad no sólo tengan espacios de recreación y formación, sino también oportunidades laborales.

 

 

 

Bogotá, marzo 7 de 2018. La apertura de un centro de formación socio ocupacional para que las personas con discapacidad se formen en diferentes áreas y el mejoramiento estructural de 17 Centros Crecer, de la Secretaría Social, fueron los anuncios que hizo Cristina Vélez Valencia, secretaria social, en medio de la bienvenida a los servicios para esta población en el Centro Crecer, de Fontibón.

Allí, rodeada de 250 niñas y niños, quienes iniciaron sus actividades junto a la Secretaria, se conoció que durante el 2018, en la localidad de Los Mártires, se abrirá un Centro de formación con una inversión de $1.339 millones que beneficiará a cien personas con discapacidad. Se espera además, atender a más de tres mil personas con discapacidad, en los diferentes servicios que presta la entidad.

A su vez, se conoció que, a través de una importante alianza entre la Secretaría y el SENA, éste formará a personas con discapacidad en sistemas, gastronomía, confecciones y gestión documental, entre otras áreas. Esto permitirá superar las más de 500 personas que, gracias a la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, ya hacen parte del entorno productivo que abarca empleabilidad y emprendimiento.

Para el mejoramiento de los 17 Centros Crecer esta Administración invertirá $11.509 millones de pesos, dinero que busca no solo que los espacios cumplan con las normas requeridas, sino que sean escenarios de calidad para prestar una atención idónea por medio de 1.350 cupos. Las obras iniciarán, durante este año, en 7 Centros, en las localidades de Chapinero, Ciudad Bolívar, Engativá, San Cristóbal, Santa Fe y Usme. Los diez restantes se renovarán en 2019.

“Es así como la administración distrital, liderada por el alcalde Enrique Peñalosa, está comprometida con la inclusión social de las personas con discapacidad, visibilizando sus capacidades y aportando para el cumplimiento de sus proyectos de vida y de su inclusión laboral. Para ello la inversión durante el cuatrienio es de más de $220 mil millones de pesos”, afirmó la secretaria social, Cristina Vélez Valencia, durante el evento.

La Secretaria recalcó que la entidad, a través del proyecto ‘Por una ciudad incluyente y sin barreras’, continúa fortaleciendo los procesos de inclusión de las personas con discapacidad, sus familias y cuidadores en los diferentes entornos, mediante acciones de articulación con actores públicos y privados.

• 1.275 personas menores de 18 años fueron atendidas, en 17 Centros Crecer.
• 913 personas mayores de 18 años atendidas en 12 Centros Integrarte atención interna y 522 en 6 Centros de atención externa.
• 13.568 personas recibieron bono canjeable por alimentos.
• 264 personas atendidas en 3 Centros Avanzar.
• 65 personas atendidas en 1 Centro Renacer.
• La Secretaría Social cuenta para la atención de personas con discapacidad con 39 unidades operativas: 17 Centros Crecer, 3 Centros Avanzar, 18 Centros Integrarte y 1 Centro Renacer.

 

 

 

Bogotá, marzo 1 de 2018. Con rodillos, pinturas, brochas en mano y con el ferviente objetivo de llevar sonrisas y alegrías a los participantes del Centro Crecer ‘Tejares’, en Usme, se llevó a cabo una renovación completa en la fachada; dando una imagen nueva a esta unidad que beneficia a más de 90 participantes del sector.

En cabeza de la coordinadora del centro, Olga Lucía González, con el apoyo del subdirector local, Helman Alexander González, y la ayuda de un grupo de 15 voluntarios se trabajó, día y noche, con el fin de generar ambientes adecuados, armoniosos y seguros para adolescentes, niñas y niños que allí asisten. Estas labores se realizaron con el objetivo de crear espacios adecuados y seguros para los participantes

Beneficiarios, familias, ciudadanos y funcionarios fueron testigos de la trasformación de este lugar, en el cual las sonrisas y la desbordante alegría se sintieron en cada rincón del Centro Crecer, todo gracias a la voluntad de un grupo de personas que con empeño y comprometidos con el bienestar de esta población, buscaron la forma de materializar los sueños de ver estos espacios renovados y ambientados para el beneficio de las personas que a él acuden.

En el Centro Crecer ‘Tejares’, se brinda atención especializada a la población menor de 18 años e igualmente se realizan procesos de valoración nutricional, terapia ocupacional, estimulación sensorial y actividades recreativas entre otros, para que niños, niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva o múltiple de la localidad de Usme cuenten con una completa atención que les brinda ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

Con este tipo de iniciativas la administración del alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño, continúa trabajando por las personas con discapacidad para que su calidad de vida sea mejor día tras día.