Bogotá, D.C, 15 de julio de 2020. Bogotá tiene más de 9.538 habitantes de calle, de los cuales 362 (4,9%) están en diferentes zonas de la Localidad de Teusaquillo y 192 (2 %) en la Localidad de Barrios Unidos, según el Dane.

Este fue uno de los temas que se abordó virtualmente en el Primer Consejo Local de Política Social (Clops) sobre la Política Pública de Habitabilidad en Calle, precedido por Óscar Hernando Vásquez, Subdirector Local de Integración Social de Barrios Unidos y Teusaquillo.

Distintos actores de la comunidad, representantes de juntas comunales, exhabitantes de calle en proceso de recuperación vinculados a los centros del Distrito, entidades del orden nacional, local y distrital se dieron cita para proponer soluciones para la habitabilidad en calle y aportar al buen desarrollo de las actuales políticas públicas encaminadas a este fenómeno social.

“El Clops se adelantó bajo líneas de acción, como los imaginarios en torno a la habitabilidad de calle, un ejercicio que ilustra el actual desarrollo del fenómeno en los distintos territorios y los posibles y la oferta de servicios del Distrito. Asimismo, una mirada sobre los enfoques diferencial, territorial y de género que incluye atención a las mujeres y población LGBTI”, destacó Vásquez.

 

En la actividad se reconocieron puntos con más presencia del fenómeno, como inmediaciones del Colegio Panamá, el canal El Salitre, los barrios Colombia, Siete de Agosto, La Paz, Benjamín Herrera y Armenia. También algunos puntos como la NQS, Calle 80 y Avenida 68. Esta caracterización también sirvió para generar propuestas y recomendaciones para fortalecer la atención de esta población y garantizar sus derechos, reconociendo sus diferencias y los servicios del Distrito.

Entre las conclusiones de este encuentro se destaca la prevención como uno de los principales objetivos en situaciones de riesgo, como el trabajo infantil y los entornos familiares. Además, la articulación con la empresa privada para la generación de empleo a quienes han finalizado su proceso de recuperación personal, fomentando la inclusión social y laboral.

Por otro lado, se requiere divulgar la oferta y rutas de atención institucional con enfoque diferencial que brinde respuesta inmediata, especialmente para personas en mayor estado de vulnerabilidad. Independiente a las orientaciones de género, las personas deben ser atendidas sin discriminación y debe existir prevención de violencias contra las mujeres mayores trans y con discapacidad.

En cuanto a los imaginarios se desprenden diversas miradas sobre la habitabilidad en calle, como un problema asociado con contagios, criminalidad, consumo de sustancias psicoactivas, inseguridad, basuras, suciedad, agresividad y desorden. Para ello, se propone entender la situación de esta población como punto de partida para contribuir a transformar esos imaginarios.

Los alcaldes locales Antonio Carrillo Rosas, de Barrios Unidos, y Esmeralda Hernández, de Teusaquillo, calificaron como innovador el ejercicio, por ser la primera vez que se realiza con los participantes desde sus propias casas y como un insumo para formular políticas públicas alrededor de esta problemática.

“Hacemos un llamado a los participantes y a la comunidad en general para que conjuguemos la solidaridad, la tolerancia, los valores y el respeto, como derechos que tienen estas personas que están inmersas en este duro fenómeno”, destacaron los mandatarios locales.

De acuerdo con el Dane, la mayoría de la población que habita en calle está entre los 20 y los 45 años. Entre las razones para esa circunstancia están el consumo de sustancias psicoactivas (38,3%), por conflictos o dificultades familiares(32,7 %)y por otras razones (7%).

 

 

 

Bogotá, D.C., 10 de julio de 2020. María del Carmen nació en Chaguaní (Cundinamarca) hace 77 años. Es una mujer de carácter fuerte que en su rostro refleja una vida de más de 20 años habitando las calles. Lo poco que ahora recuerda de su pasado fue haber vivido con dos sobrinos que, según ella, es lo único que le queda de familia después de dejar su pueblo natal con rumbo a Bogotá, en donde la mala fortuna la llevó a habitar la calle por mucho tiempo.

Desde entonces, comenzó apernoctar en zonas como Ciudad Bolívar, Puente Aranda, Bosa y Kennedy. Fue allí, en el barrio Carimagua, en donde la vida de María del Carmen, luego de mucho tiempo de penumbra, le traería varios ‘ángeles’ que la ayudarían a reencontrarse con su familia y poder salir de las calles.

Su primer ángel fue Leidy Carrillo, una paisana que conocía. “Vivo por el sector de Kennedy y hace poco, revisando mi Facebook, encontré una foto de María del Carmen que algún vecino dela zona la publicó solicitando ayuda o si alguien la conocía, ya que estaba en condiciones de calle muy difíciles”, destaca.

Fue así como Leidy inició la búsqueda de los familiares que conocía de María del Carmen. Encontró a los dos sobrinos que siempre la acompañaron. Además, contactó a los ‘Ángeles de la calle’ de la Secretaría Distrital de Integración Social, quienes la acompañaron en el proceso brindando atención integral a María del Carmen, así como la activación de ruta de atención médica y acompañamiento psicosocial para el próximo encuentro con sus seres queridos.

“El equipo de la Secretaría Distrital de Integración Social activó la ruta de atención frente a las condiciones de fragilidad y vulnerabilidad de María del Carmen. Fue trasladada al Hospital de Kennedy, en donde evaluaron sus condiciones de salud. Después se dio su ingreso al Centro de Protección Social para personas mayores de la SDIS”, destaca Yadira Herreño, ‘Ángel de la Calle’ de la Localidad de Kennedy.

Cuando María del Carmen salió del hospital, Leidy Carrillo se comprometió a continuar al pendiente de ella hasta que pase la cuarentena, posibilitando el traslado de sus familiares a la capital para finalmente tener el encuentro después de 20 años.

Por ahora, María del Carmen está saliendo de cuarentena preventiva para integrarse con los demás participantes del centro de atención. Así mismo, sus ángeles de la guarda, los miembros de la comunidad del barrio Carimagua, en compañía de Leidy, están pendientes del proceso de recuperación hasta cuando las condiciones propias de la pandemia de coronavirus permitan visitarla.

 

 

 

• Un radio de pilas era la compañía del adulto mayor

• Los ‘Ángeles de calle’ lo rescataron para llevarlo a un hogar digno.

Roberto Antonio Martínez Lozano abandonó lo que fue su hogar durante 13 años en una fría y oscura caja de la red del acueducto de Bogotá, en cercanías al Parque Simón Bolívar. Su próximo cumpleaños, el 73, lo celebrará ahora en el Centro Día Noche Restrepo 2, perteneciente a la Secretaría de Integración Social, donde recibirá un trato digno.

La historia cambió para este magangueleño cuando le dio el sí al equipo de los ‘Ángeles de calle’ y aceptó salir de ese improvisado hogar para recibir la atención digna y profesional que brinda el Distrito a través de los servicios que ofrece Integración Social para personas mayores que como don Roberto viven en las calles.

 

“Esta mañana tuve la mejor sorpresa de mi vida cuando se me acercaron unos muchachos vestidos de blanco, como unos ‘ángeles’, y sentí una energía muy bonita. Ellos me hablaron de que tenían para mí un lugar con comida y techo dignos.Ni lo dudé y de inmediato acepté”, cuenta emocionado don Roberto.

Instantes después don Roberto se puso un traje que le había regalado alguien hace poco y en silencio, como en un ritual, miró hacia la red de acueducto y se despidió de lo que fue su morada para iniciar un nuevo camino al lado de los ‘Angeles de la calle’.

Ansioso, Roberto Martínez ingresó a una camioneta que lo condujo a su primera parada, el Hospital de Chapinero, donde fue valorado por el personal médico que lo encontró en buenas condiciones de salud.

El segundo destino fue el centro de Bogotá, donde se le realizó la prueba de covid. Maravillado por el hermoso atardecer bogotano, don Roberto no paraba de dar gracias y pidió de manera jocosa que si era un sueño no se le despertara.

 

 

 

“Yo soy hijo de habitante de calle y fue lo que heredé. Hoy siento que la vida me premió y me dio lo que siempre pedí: vivir mejor. Estoy muy contento porque sé que voy para un hogar rodeado del cariño de las personas”, dijo.

Ya rumbo al nuevo hogar de don Roberto, un par de lágrimas se le escaparon y fueron a refugiare detrás del tapabocas. Ya en el Centro Día Noche Restrepo 2, fue recibido con cariño y afecto, y todas las medidas de bioseguridad que tiene el lugar para proteger la vida de las cerca de 50 personas mayores que reciben atención.

Para Camila Bahamón promotora social de adultez la jornada fue más que gratificante. “Es un reconocimiento a nuestra labor. Los ciudadanos habitantes de calle no siempre aceptan nuestra oferta de servicios. Estoy satisfecha porque diariamente estamos ayudando con la resignificación de los derechos de las personas que carecen de un techo. Estoy muy feliz, es un logro frente a nuestros esfuerzos diarios recorriendo cerca de 10 kilómetros, para que personas como don Roberto acepten la oferta institucional”, señaló.

Ahora Don Roberto tiene una cama digna y comida caliente y nutritiva, y está rodeado de profesionales calificados. Durante su primera temporada entrará en una cuarentena rigurosa para salvaguardar su integridad y la de los demás participantes del servicio.
 

 

 

 

• De 43 personas concentradas en el punto, 12 aceptaron ir a hogar de paso, 3 irán para los servicios del Centro Integral de Atención al Migrante (CIAM) y 9 jóvenes irán a los servicios de IDIPRON.

Bogotá, julio 3 de 2020. Habitantes de calle, migrantes y recicladores apostados en el separador de la Avenida Las Américas entre calles 32 y 35 recibieron este viernes en la mañana la oferta interinstitucional del Distrito. De las 43 personas apostadas en el separador de la vía, 24 aceptaron su traslado a centros de protección.

En total, 12 habitantes de calle irán para el Hogar de Paso Carreteros, en la localidad Los Mártires; 3 ciudadanos venezolanos irán para el Centro de Atención Integral al Migrante (CIAM), y 9 jóvenes irán a los servicios sociales del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron).

 

En la jornada matutina de este viernes, las secretarías de Integración Social, Salud, Hábitat, Seguridad, y otras entidades como Idiprón, el Instituto Distrital de Bienestar y Protección Animal (IDPYBA), la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP)y las alcaldías locales de Teusaquillo y Puente Aranda, visitaron a las cerca de 50 personas y los animales de compañía que pernoctan en la zona para ofertar sus servicios.

 

“Llevamos meses trabajando interinstitucionalmente para ofrecer una atractiva oferta social a los ciudadanos habitantes de calle de este sector”, indicó Daniel Mora, Subdirector de Adultez de la Secretaría Distrital de Integración Social, al señalar que esta intervención social hace parte del conjunto de acciones que entidad desarrolla en la zona, donde se concentró la población al iniciar la pandemia.

“En conjunto con las otras entidades del Distrito hemos venido trabajando en una oferta social para que la población vaya a hogares de paso, o acceda a los arriendos solidarios del Programa Bogotá Solidaria y para que la Secretaria de Salud haga monitoreo también de condiciones de salud”, dijo Mora.

A la fecha la Secretaría de Integración ha adelantado jornadas diurnas y nocturnas permanentes en las 19 localidades urbanas de la ciudad. Más de 2.000 ciudadanos habitantes de calle permanecen en su etapa de aislamiento en los 13 centros de atención del Distrito, donde reciben servicios integrales para su recuperación personal, minimizando el consumo y la habitabilidad en calle.

 

 

 

• Reporte de Secretaría de Salud registra 11 nuevos casos en Centro de Atención Transitoria (CAT) para habitantes de calle. Ya se adoptaron las medidas de bioseguridad que permitieron superar la situación de contagio en Bakatá.

Bogotá, 1 de julio de 2020. El más reciente reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud ha señalado que solo persisten 5 diagnósticos positivos de coronavirus de los 113 que fueron identificados a mediados de junio en el centro de atención para habitantes de calle Bakatá, en la localidad Mártires. Es decir, 108 personas contagiadas en ese centro, que representan el 98% de los casos, se han recuperado satisfactoriamente.

“Estamos muy agradecidos y satisfechos con el trabajo que se ha realizado en el Centro Bakatá para atención a habitantes de calle”, había dicho hace unos días la Secretaria Distrital de Integración Social, Xinia Navarro, al conocerse de la recuperación de 71 de las personas contagiadas.

En días pasados también se conoció la noticia de la recuperación de 33 personas mayores que habían resultado contagiadas en el Centro Día Noche Quiroga. “Es evidente que el contagio puede llegar. Lo importante es tomar las medidas cuando esto ocurre”, manifestó en su momento la Secretaria de Integración Social, satisfecha de la recuperación y de los resultados positivos de las medidas de contención llevadas a cabo en los centros de atención a las poblaciones que atiende la Secretaría, como un trabajo responsable y coordinado con las autoridades de salud de la ciudad.

El parte satisfactorio demuestra que las medidas de protección implementadas en coordinación con la Secretaría de Salud han sido efectivas: el aislamiento, la restricción de entrada y salida del centro, las medidas de bioseguridad, la atención diferencial para habitantes de calle, entre otras acciones.

Medidas de aislamiento en Centro de Atención Transitoria

En el mismo reporte que entregó este miércoles la Secretaría de Salud en el que se informa de la recuperación de las personas contagiadas en Bakatá, registra 11 casos positivos para coronavirus en el Centro de Atención Transitorio (CAT), ubicado en la localidad de Puente Aranda.

Según la información de Salud, 7 de los 77 usuarios y 4 de los 64 contratistas arrojaron positivo para covid-19. Los usuarios y contratistas afectados se encuentran aislados y con seguimiento riguroso, asumiendo los mismos protocolos que han permitido superar la situación en Bakatá.

Hasta el momento los casos reportados en el CAT son asintomáticos y las personas están en buenas condiciones físicas. El parte reportado por el equipo epidemiológico es de tranquilidad y, bajo el acompañamiento permanente de la Sub Red Occidente, las personas contagiadas estarán en cuidado especial hasta el próximo 11 de julio, de acuerdo con los protocolos correspondientes.

 

 

“Estamos trabajando de manera coordinada con Secretaria de Salud para verificar las condiciones de cada una de las personas que están en el Centro de Atención Transitoria. Aprendimos de la experiencia de Bakatá y aquí también coordinamos con Secretaría de Salud para garantizar los protocolos que nos permiten superar ese brote. De la misma manera, entramos en ejercicio de aislamiento para nuestros equipos de trabajo para garantizar que ellos, ellas y sus familias no tengan el riesgo de contagio”, expresó Daniel Mora, Subdirector de Adultez.

Las pruebas se han practicado a todos los contratistas y beneficiarios del centro y paulatinamente se irán conociendo nuevos resultados.

 

 

 

• Durante la remodelación, el servicio para exhabitantes de calle no dejó de prestarse.

Un renovado Centro de Atención Transitoria(CAT) será el que se encuentren los exhabitantes de calle que se benefician de atención integral en este servicio de la Secretaría de Integración Social ubicado en el corazón de la Localidad de Puente Aranda.

El nuevo CAT cuenta con una estructura moderna y el aprovechamiento de espacios adecuados que permitirán una mejor prestación de servicios para los ciudadanos exhabitantes de calle que allí acuden luego de su recuperación de hábitos de autocuidado.

El lugar cuenta ahora con un salón de gimnasio y aula de sistemas. La remodelación también incluyó áreas para que los habitantes de calle carreteros puedan disponer de sus carretas en espacios adecuados. Además, aquellos que tienen sus mascotas de compañía podrán acceder al servicio.

Nilson Gutiérrez, líder del servicio recordó que durante las obras, el servicio se mantuvo activo para su población.

“Los ciudadanos exhabitantes de calle vinculados al CAT, y que actualmente avanzan en su proceso de recuperación personal, recibieron atención en una sede temporal ubicada en la localidad de Puente Aranda con espacios acordes y sin afectar los servicios tradicionales, apuntando siempre a la atención social, mitigación del daño, inclusión social y ejercicio de la ciudadanía”, dijo.

 

Gutiérrez explicó que, por cuenta del covid-19, el servicio que se presta en el CAT pasó de semi institucionalizado a institucionalizado. “Desde el 17 de marzo, con ocasión de la pandemia cambió la metodología.Las 17 personas participantes se institucionalizaron y solo salían a citas médicas prioritarias. Bajo las nuevas circunstancias y ante el confinamiento, la dinámica del CAT se centró en el manejo de la ansiedad y la abstinencia”, dijo el líder del servicio.

La renovación del centro tuvo una inversión de más de cinco mil millones de pesos ($5,631,988,503). Los trabajos realizados fueron cambios de instalaciones hidráulicas, sanitarias, enchapes, pisos, pintura general, cambio de cubierta, instalación de pasamanos, adecuación de la cocina y comedor a normas higiénico sanitarias y un sistema de detección de incendios.

Estas adecuaciones hacen parte del plan de mejoramiento que desde la Secretaría Distrital de Integración Social se ha propuesto realizar a los centros de atención integral para habitantes de calle.

A la fecha, el Distrito ofrece servicios en seis hogares de paso incluyendo atención para carreteros y mascotas de compañía, así como mujeres diversas. De la misma manera atención en tres comunidades de vida dentro y fuera de la ciudad. Y un centro de desarrollo de capacidades en donde los ciudadanos vinculados a los servicios reciben formación en artes y oficios complementando sus procesos de recuperación personal, todo ello dado en el marco de la restitución de derechos y la dignificación.

 

 

 

Empezó a consumir drogas a los 18 años, cinco más tarde llegó a Bogotá y tras 12 de una vida sin rumbo, tomó una decisión: cambiar su vida. Ahora es egresado del Centro de Atención Transitorio (CAT) en donde realizó un proceso de inclusión social, familiar y laboral con el acompañamiento de la Secretaría Distrital de Integración Social. 

El consumo de drogas le había arrebatado a Diego Alejandro Vélez hasta la posibilidad de ver a sus hijos.Cuando quiso un cambio, encontró a los 'Ángeles de la Calle' con quienes este paisa de 35 años dejó de ser un habitante de calle y empezó su proceso de rehabilitación.

El consumo de cocaína y bazuco afectaron su sistema nervioso, y el manejo inadecuado de emociones le generó la pérdida de muchas oportunidades.

"Así transcurrió mi vida. Mucho tiempo intentando rehacerla, pero nunca lo lograba. Hasta que con los servicios de la Secretaría de Integración Social empecé de nuevo, creyendo en mí y recuperando a mi familia”, dice.

Los ‘Ángeles de la Calle’ son un equipo de la Secretaría de Integración Social que se encargan de brindar asistencia a los habitantes de calle. Ellos lo ayudaron a ubicarse en un Hogar de Paso, donde estuvo 42 días en la etapa inicial de su proceso de recuperación de hábitos saludables de vida.

"Fueron momentos duros. Debido a la ansiedad sudaba mucho, lloraba y a veces sentí perder el control, pero pude salir adelante", dice orgulloso de ser egresado de uno de los servicios que presta la Secretaría a ciudadanos ex habitantes de calle.

Luego pasó al CAT, donde a diferencia de los intentos anteriores de recuperación, aprovechó al máximo su estadía, realizó algunos cursos con el SENA y empezó a validar su bachillerato.

Durante la pandemia, Diego perdió un empleo que tenía en un restaurante, pero la vida le ofreció otra oportunidad cuando vio una nueva oferta laboral en un supermercado al que fue a hacer unas compras con su mamá. Enseguida postuló la hoja de vida y a los 4 días lo llamaron para empezar a trabajar.

Diego recuerda con mucha gratitud al equipo profesional de la Subdirección de Adultez de la Secretaría Distrital de Integración, quienes trabajan los asuntos de habitantes de calle. De ellos se llevó tan buena impresión que ahora su mayor sueño es poder compartir todo lo que aprendió durante su proceso.

"Quiero ser un 'Ángel de la Calle' porque entiendo qué es estar en la calle y con mi experiencia sé entrarle a la personas que consumen sustancias psicoactivas y carecen de techo. Los profesionales que recorren las calles ayudan con amor. Yo quiero brindar lo mismo que me brindaron a mí: calor humano", expresa Diego con ilusión.

En el Centro de Atención Transitorio (CAT) hay 77 ciudadanos ex habitantes de calle que se encuentran realizando un proceso de recuperación con abordaje individual y colectivo, que busca un redireccionamiento de sus proyectos de vida, reconocer las diferencias y potencializar sus habilidades y destrezas.

 

 

 

• Las personas recuperadas siguen bajo cuidados especiales y con permanente seguimiento de su estado de salud

Bogotá, junio 19 de 2020.- “Estamos muy agradecidos y satisfechos con el trabajo que se ha realizado en el Centro Bakatá para atención a habitantes de calle. Hemos recibido el reporte de Secretaría de Salud según el cual en este momento hay 71 personas con diagnóstico negativo para Covid–19, después de que en la primera prueba habían sido diagnosticados como positivos”.

Con esas palabras, la secretaria Xinia Navarro compartió el más reciente reporte que le entregó la Secretaría de Salud sobre la situación de contagios de los habitantes de calle en el Centro Bakatá.

La funcionaria agradeció la gestión de la Secretaría de Salud y del equipo humano de la Secretaría Distrital de Integración Social que ha estado al frente manejando la problemática ocasionada por el Covid – 19.

“Esto nos llena de alegría, de esperanza. Y se demuestra que las medidas de protección han sido efectivas: el aislamiento que se implementó con las personas afectadas por Covid, la restricción de entrada y salida en este centro, las medidas de bioseguridad, la atención diferencial para habitantes de calle y otras acciones han rendido frutos”, señaló Navarro.

En un pasado reporte que también efectuó la Secretaría de Salud, se informó que 113 habitantes de calle del Centro Bakatá habían arrojado resultados positivos para el nuevo coronavirus. Sin embargo, destacó Xinia Navarro que ese “alto contagio se pudo controlar. Las medidas de protección deben afianzarse y proseguir con la realización de las pruebas”, indicó.

La Secretaría Distrital de Integración Social sigue a la espera de nuevos resultados para informar oportunamente a la opinión pública.

Así vivió una funcionaria su diagnóstico positivo para Covid-19

 

 

 

• La serie invita a la reflexión frente a la pandemia pero también frente a la adicción.

Como toda una premier del séptimo arte se lanzó,a mediados de junio,‘Crónicas Virales’, una producción realizada por habitantes y exhabitantes de calle beneficiarios de los servicios de la Secretaría Distrital de Integración Social. En la serie se plasman las sensaciones que vive esta población frente a la pandemia del coronavirus.

Personajes de la vida real como Andrés Fonseca, Alejandro Gómez, Omayra Barriga, Marcela Ochoa, Alfonso Rico y Ángela Flores, junto a otras 10 personas, hicieron parte de esta llamativa puesta en escena que en siete minutos narra las sensaciones de sus protagonistas frente a la emergencia sanitaria mundial y la cuarentena nacional.

“En ‘Crónicas Virales’, los ciudadanos habitantes y exhabitantes de calle hicieron todo. Actuaron, grabaron con sus celulares, escribieron los guiones y sugirieron hasta la música”, cuenta Tatiana Ortiz, líder de desarrollo de capacidades de la subdirección de Adultez de la Secretaría.

La Comunidad de Vida El Camino, el Centro de Atención Transitoria, CAT, y el Centro de Carreteros, tres unidades operativas donde los habitantes de calle asisten para iniciar sus procesos para abandonar las calles, se vistieron de gala para subir el telón y mostrar las destrezas de esta población frente a una cámara.
Así, al lado de una estatuilla al estilo de los Premios Oscar, que premia lo mejor del cine mundial, se proyectaron los tres capítulos que con expectativa esperaban los beneficiarios del proyecto de adultez de Integración Social.

Para Rubert Barón, beneficiario del CAT y quien hizo las veces de director y camarógrafo de uno de los capítulos,la experiencia fue valiosa. “Haber participado en esta serie para mí es crecimiento personal. Nunca había participado en algo así. Invito a todas las personas a que vean los capítulos para que cada quien saque sus propias reflexiones”.

La serie, orientada por los profesionales de los talleres de audiovisuales de los servicios, busca a través de la narrativa de sus personajes llegar a diversos escenarios y hacer reflexionar a todos los públicos sobre el covid- 19 y las precauciones que hay que tomar frente a este flagelo que hoy azota a la humanidad.

 

‘Crónica Virales’ aborda temas como el origen del virus, hace reflexiones sobre el encierro y sobre todo lo que significa el encierro en una adicción. Cada capítulo se desarrolló en un entorno diferente; el primero tuvo como sede El Camino y se enfocó en el origen del virus. El segundo se desarrolló en el Centro de Atención Transitoria y se enfocó en el virus, con una trama de suspenso. Y el último se escenificó en el Centro de Carreteros y la temática, ‘Risas de mi encierro’, evidenció con humor todo lo que se vive durante la cuarentena.

Pero la serie no parará ahí, porque se tienen proyectados un par de capítulos más que involucran poblaciones de personas mayores y LGBTI.

Vea aquí los tres primeros capítulos:

Capítulo 1: El origen del virus

Capítulo 2: ¿Cómo vive el virus? ¿Cuál es mi virus?


Capítulo 3: Reflexiones del encierro: encerrarse con una adicción

 

 

 

 

• Dejó de vivir debajo de un camión y ahora recibe atención integral en un Centro de Protección Social para personas mayores.

Bogotá 17 de junio de 2020. Hasta hace unos días Ramón Herrera creyó sucumbir en esta época de pandemia. Pero más que el covid, a don Ramón lo consumían el frío y la rudeza de la calle que fue su hogar durante 5 años.

La comunidad del barrio Aures II, en la localidad de Suba, fue la que alertó al equipo de atención en calle de la Secretaría Distrital de Integración Social sobre la situación de don Ramón, que con sus 78 años vivía debajo de un camión que permanecía parqueado en un lote del sector.

El día que llegaron a él cayó un aguacero tremendo, que sin embargo, no detuvo al equipo que lo entrevistó y verificó sus condiciones. Según cuenta Nancy Numpaque, psicóloga y líder del equipo del proyecto de habitante de calle en la localidad de Suba, lo encontraron “empapado, temblando de frío al lado de un tapete y unas lonas improvisadas como cobijas”, dice Nancy.

 

El equipo de la Secretaría de Integración Social activó la ruta de atención frente a las condiciones de fragilidad y vulnerabilidad de don Ramón. En el Hospital de Suba evaluaron sus condiciones de salud. Después de los exámenes de rigor y la verificación de que no tenía ninguna afección seria, los ‘ángeles de calle’ lo ayudaron a realizar el trámite de duplicado de su documento de identidad y adelantaron el proceso para otorgarle un cupo en un Centro de Protección Social para personas mayores.

Cuando emprendieron camino para su nuevo hogar, la comunidad de Aures II lo despidió con lágrimas de felicidad y afecto. Ahora, en el Centro de Protección Social Bosque Popular,don Ramón “recibelos cuidados por parte del equipo de profesionales que se encargan de ofrecer servicios básicos de salud y talleres de aprendizaje en artes y manualidades para él y otras 170 personas mayores, relata Nancy.

Por ahora don Ramón está saliendo de cuarentena preventiva para integrarse con los demás participantes. Y mientras tanto, los miembros de la comunidad de Aures II han estado pendientes del proceso hasta cuando las condiciones propias de la pandemia de coronavirus permitan visitarlo.