Secretaría Distrital de Integración Social

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Mujeres, 'ángeles' que recorren la ciudad para ayudar a los habitantes de calle

 
Bogotá 12 de agosto. Por la calle 26 y a pocas cuadras de la Av Caracas un grupo de 12 personas viene caminando por el borde de la calzada. Algunos carros a muy alta velocidad apenas alcanzan a notarlos por los espejos. Los articulados del servicio de TransMilenio, con pasajeros a bordo, son los únicos presentes en la escena.
 
Este grupo con chaquetas azules que porta los logos de la ‘Bogotá Mejor para Todos’ y La Secretaría de Integración Social, hacen parte del equipo de Contacto Activo y abordaje en calle que a diario van por toda la ciudad identificando habitantes de calle con el único fin de brindarles los servicios de atención integral que incluye alimentación, alojamientos, aseo personal y apoyo psicosocial para dejar la calle.
 
Entre ellos se destaca la presencia de mujeres. Tres en este caso son las encargadas de hablar con las habitantes de calle que a su paso puedan identificar. “En Los recorridos, que a veces pueden abarcar hasta 19 kilómetros diarios, se puede presentar todo tipo de situaciones: peleas, disgustos, alegría, peticiones, malestar o aceptación”, comenta Claudia Molina, una de las promotoras de Integración Social que a diario adelanta sus labores en el contacto directo con habitantes de calle.
 
Ella lleva más de seis años trabajando en el proyecto de prevención y atención integral del fenómeno de habitabilidad en calle. Es madre cabeza de familia. Tatuados en sus brazos con unas hermosas mariposas lleva escrito el nombre de sus dos hermosas hijas:  Sara e Isabella. Como todos ingresa a trabajar a veces a partir de las 6 de la mañana. En otras oportunidades su jornada va desde las 2 de la tarde hasta las 10 de la noche. 
 
Durante su turno laboral puede realizar más de 63 recorridos. Muchas veces por la zona del Sur y Occidente. Otras veces por el Norte que es donde más le gusta por estar cerca a su vivienda y así tomar con mayor facilidad el transporte a las cinco de la mañana una vez deja a sus hijas cuidando, la más pequeña donde un familiar y la mayor en el jardín.
 
Claudia dice que es muy agradable levantarse y pensar en ayudar a muchas personas que están en la calle. Y pues no es tan fácil para ella cada vez que recuerda el pasado que tuvo en su vida en donde las malas decisiones y las locuras de su juventud,  la llevaron a cometer errores. No habitó la calle ni durmió nunca fuera de un techo seguro, pero si tuvo que verse rodeada por situaciones que prefiere no recordar alrededor del consumo de drogas.
 
Durante el recorrido Claudia encontró a una mujer abandonada en un parque muy cerca al cruce de los buses. De manera inmediata con un leve saludo la aborda. Se identifica con nombre y apellido y hace que la charla inicie muy amena para evitar que la habitante de calle se altere y termine siendo agresiva.
 
“En ocasiones nos encontramos con personas muy alteradas por el consumo de drogas y alcohol. Ellos tratan de golpearnos o insultarnos. Otras veces, al contrario, nos ven como buenas personas que solo tratan de ayudarlos”, asegura, recordando un poco esas situaciones.  Y es que la labor no es para menos, el trabajo que se realiza a diario puede generar el traslado de aproximadamente 140 habitantes de calle a los hogares de paso en cada una de las zonas establecidas. Es por ello que los equipos tienen una constante en la manera de ofrecer los servicios buscando una aceptación de esta población a la hora de ser trasladados.
 
Claudia, como muchas de sus compañeras de trabajo, también tiene sueños. El estudio quedó suspendido temporalmente hace unos años en la ciudad de Cali. Allí la idea de ser comunicadora social llego hasta los primeros semestres. Por cosas de la vida y algo de amor, según comenta ella, decide irse de la casa. Su tierra natal la olvida y llega a Bogotá en donde inician unos años difíciles para su vida.
 
Ella, en cada uno de los recorridos, siempre piensa en su pasado pero más en el presente. En sus dos lindas hijas por las que vive día y noche. Los vecinos y familiares todos los días la felicitan por su labor. También le recomiendan cuidarse mucho y no exponerse a una situación que ponga en riesgo su integridad física. Ese es el diario vivir de los cientos y cientos de personas que trabajan por la atención integral de los y las ciudadanas habitantes de calle en Bogotá.
 
Actualmente la Secretaría de Integración Social ha atendido a más de 10.400 personas en los hogares de paso y centros de atención transitoria. Durante el 2016 se han realizado más de 2.800 recorridos por toda la ciudad identificando habitantes de calle en horario diurno y nocturno. Para ello el proyecto cuenta con más de 450 funcionarios en los territorios y hogares de paso.

 


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En Bogotá se han atendido más de 10 mil habitantes de calle en 2016

 
• Luego de la intervención en El Bronx han sido atendidos 2.053 habitantes de calle que han recibido atención en hogares de paso.
• Tras la toma de las autoridades en las zonas de Cinco Huecos y San Bernardo, fueron atendidos un total de 635 habitantes de calle.
 • Durante el cuatrienio se invertirán 172 mil millones de pesos para recuperar habitantes de calle
 
Bogotá, 10 de agosto de 2016. Garantizando la atención integral para los habitantes de calle, la Secretaría de Integración Social  ha atendido en lo corrido del año un total de 10.415 habitantes de calle.
 
De acuerdo con las cifras, las personas atendidas  en la contingencia del Bronx fueron 2.053 habitantes, en Cinco Huecos, 380 personas y en San Bernardo 255 habitantes de calle que decidieron voluntariamente ingresar a los centros de atención de la Secretaría de Integración Social.
 
De igual forma, se han adelantado 2.696 recorridos equivalentes a más de 63 recorridos de 19 kilómetros por turno, diarios a lo largo de toda la ciudad para convencer a habitantes de calle a acceder a los centros.
 
Para lograr estos objetivos, la Secretaría Distrital de Integración Social cuenta con el talento humano profesional de 96 funcionarios.
Cabe destacar que en un día normal se adelantan en promedio 140 traslados de habitante de calle a hogares de paso.
 
La atención integral para los habitantes de calle continuará prestándose en los diferentes centros de atención por un equipo de más de 460 funcionarios de la Secretaría Distrital de Integración Social.
 
 
 
 
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HOGARES DE PASO - CONOZCA AQUÍ EL PROYECTO

HOGARES DE PASO 

EJE ATENCIÓN SOCIAL: AMBITO INDIVIDUAL

  • Mantener y generar hábitos de cuidado y autocuidado 
  • Coordinar con las instancias de salud y otros servicios.
  • Identificación de redes familiares, sociales e institucionales. 
  • Brindar un sitio donde alojarse: TEMPORALMENTE  de tal manera que les permita auto gestionar acciones.
  • Promover hábitos de convivencia (Manual  de Convivencia).
  • Brindar atención diferenciada.
  • Crear espacios de reflexión: Recreación, cultura, deporte, valores, la convivencia y sentido de vida; espiritualidad.

 

EJE ATENCIÓN BÁSICA: AMBITO FAMILIAR

  • Identificar los referentes familiares. 
  • Contactar  a las familias para mejorar sus condiciones socio afectivas y de reinserción familiar. 
  • Caracterizar redes y las familias
  • Promover el retorno al núcleo familiar

 

EJE REDUCCIÓN DE RIESGOS Y MITIGACIÓN DEL DAÑO: AMBITO INDIVIDUAL

  • Realizar caracterización de consumo de spa
  • Desarrollar un programa de reducción del riesgo y mitigación del daño.
  • Satisfacer necesidades básicas de la persona habitante de calle.
  • Realizar coordinaciones  Intra, interinstitucionales e intersectoriales  

 

EJE REDUCCIÓN DE RIESGOS Y MITIGACIÓN DEL DAÑO: ÁMBITO FAMILIAR

  • Trabajar con las familias de los participantes para que tengan  un conocimiento amplio de las drogas de abuso
  • Enseñar a la familia a discriminar señales de antecedentes de una recaída y las características de la preparación y desarrollo de la misma. 

 

EJE REDUCCIÓN DE RIESGOS Y MITIGACIÓN DEL DAÑO: ÁMBITO COMUNITARIO

  • Implementar acciones encaminadas a la transformación de imaginarios frente al  consumo de SPA, fenómeno de habitabilidad en calle y las prácticas discriminatorias hacia la población
  • Participación activa de las organizaciones locales, miembros de la comunidad y participantes.

EJE INCLUSIÓN SOCIAL: ÁMBITO INDIVIDUAL Y COMUNITARIO

  • Gestionar acciones Intra, interinstitucionales e intersectoriales en (Registraduría) y  en Salud (certificado de población  especial, vinculación, EPSc, EPSs)
  • Gestión  para  promoción y creación de alternativas para la generación de ingresos. 
  • Identificar redes sociales de apoyo público y privadas.
  • ealizar acciones intra, interinstitucionales e intersectoriales que apoyen y desarrollen  aspectos educativos y de capacitación.

 



 

Habitantes de calle asisten a jornadas para sacar la cédula

 
En el marco de la dignificación, restitución de los derechos y la plena identidad de las y los ciudadanos habitantes de calle, la Secretaría de Integración Social en articulación con La Registraduría Nacional del Estado Civil, viene adelantando jornadas de cedulación a la población vinculada actualmente en los hogares de paso del Distrito. 
 
Alrededor de 200 habitantes de calle han sido beneficiados en las jornadas. Algunos aprovechan la oportunidad para expedir su Cédula de Ciudadanía por primera vez. Según Ruperto Liberos, Registrador asignado, muchas de estas personas no tienen documento de identificación y es muy importante tener un registro actualizado de todas las personas.
 
El proceso que se adelanta días previos a la jornada inicia con un preinscripción de los participantes de los hogares de paso quienes afirman no tener el documento de identidad. Luego esta información, se envía a la Registraduría los datos recopilados, para verificar y actualizar algunos datos personales. Finalmente, el equipo técnico y humano se traslada al hogar de paso asignado para adelantar el proceso de identificación, toma de huellas y fotografía. Finalmente la entrega de la respectiva contraseña que certifica que la Cédula de Ciudadanía se encuentra en trámite y en menos de tres meses será entregada al ciudadano.
 
Estas actividades hacen parte de la atención integral y el acompañamiento profesional que reciben los y las ciudadanas habitantes de calle que aceptan de manera voluntaria iniciar un proceso de recuperación y desarrollo personal para dejar su habitabilidad en calle. Las jornadas, que son completamente gratuitas gracias a que La Registraduría Nacional cuenta con unos servicios para poblaciones especiales como habitantes de calle; se han venido realizando con éxito en los hogares de paso.
 
La gran mayoría de beneficiados a la jornada, han sido personas que se vincularon a los procesos de desarrollo en los hogares de paso provenientes de las intervenciones del Bronx, Cinco Huecos y San Bernardo.
 
A la fecha la Secretaría de Integración Social atendió a 10.415 personas habitantes de calle en los hogares de paso y centros de atención transitoria
 
Por otra parte, tras los operativos que se realizaron en el sector del Hospital San José, el pasado 2 de agosto en la noche, el doctor Richard Romero, subsecretario de Integración Social, aseguró que continuarán los trabajos en calle para invitar a esta población a hacer parte de los centros de atención de la entidad.
 
“El operativo lo empezamos a las ocho de la noche. 162 personas aceptaron la invitación.  75 fueron trasladados al Idipron y 3 menores halladas fueron llevadas al ICBF. Esta es la puerta de entrada. La primera invitación a intentar que se queden e iniciar un proceso de resocialización pero tenemos que ser claro que esta primera fase es de invitación para que vayan  a nuestros centros, se bañen, coman, duerman y vean una situación diferente, de charlas, de acompañamiento psicosocial, pero no es garantía de que se van a quedar en el centro porque ellos tienen la voluntad o toman las decisiones, a veces, de salirse muy rápido”, aseguró Romero, quien continuará al frente de los operativos, que tienen como objetivo que al final varios se queden tras conocer los servicios que presta Integración Social. 
 
 
 
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Centros de Atención Habitante de Calle

 

Centros de Atención

Hogar de paso día - noche Bakatá,
Calle 10 # 17 -53


En este lugar los ciudadanos habitantes de calle tienen la posibilidad de alimentarse, bañarse, dormir, entre otras actividades, con las cuales comienzan a generar procesos de recuperación de hábitos saludables. Adicionalmente, en el hogar de paso se inician acciones de cuidado con la finalidad de dignificar su condición a través de actividades que mitiguen el consumo de sustancias psicoactivas.

 

•  La atención psicosocial está proyectada a dos meses de intervención, con el objetivo de referenciar a otros servicios o traslado a uno de los centros de atención transitoria.

•  Se adelantan acciones de acompañamiento familiar personalizado por profesionales en las áreas de psicología, trabajo social, enfermería y educación física entre otras. 

•  Enfoque diferencial y vinculación al servicio para hombres, mujeres, población LGBT y personas en condición de discapacidad.

•  Se brinda un servicio de 300 cupos en las dos jornadas.

•  Servicio de alimentación.

•  Unidades sanitarias para hombres, mujeres y personas con discapacidad. 

•  Cuenta con siete alojamientos y un equipamiento con más de 320 camas.

•  1 Cocina industrial.

•  7 áreas de talleres y 1 zona de lavandería industrial.

 

 

Centro de Atención Transitorio,
Cra 35 # 10 - 69


Es una modalidad semi institucional donde se promueve la capacidad de abandonar la habitabilidad de calle, con acompañamiento psicosocial, cuidado personal y seguridad alimentaria. En esta modalidad se inicia el proceso de búsqueda de redes de apoyo familiar y se enfatiza en la importancia de autorregularse en el consumo de sustancias psicoactivas.

 

•  Se adelantan procesos de atención integral proyectada a cinco meses en donde se abordan cuatro fases de trabajo, que incluyen procesos sociales, laborales y familiares.

•  Se adelantan acciones de acompañamiento familiar personalizado por profesionales en las áreas de psicología, trabajo social, enfermería y educación física entre otras.

•  Enfoque diferencial y vinculación al servicio para hombres, mujeres, población LGBT y en condición de discapacidad.

•  Tiene una capacidad de atención para más de 300 personas.  

•  Equipado con 378 camas en cuatro alojamientos disponibles.

•  Servicio de alimentación.

•  Baños distribuidos en tres áreas con un equipamiento de 36 duchas, 24 sanitarios y 20 lavamanos. 

•  Área de salud  equipada con consultorios médicos de atención prioritaria inicial para todos los ciudadanos y ciudadanas que reciben el servicio de atención integral. Consultorio y acompañamiento odontológico. Primeros auxilios. Realización de toma de muestras de sangre. Pruebas de embarazo y laboratorio.

•  Una Cocina industrial para la preparación de la alimentación de los ciudadanos participantes, cumpliendo con los lineamientos técnicos y estructurales así como el acompañamiento en las minutas servidas por nutricionistas especializados.  

•  Cuenta con una biblioteca, taller de artes y maderas, además de áreas deportivas.

•  Lavandería industrial.

 

 

Comunidad de vida Hogar el Camino,
Carrera 69 # 47 -87


En la comunidad de vida, los ciudadanos habitantes de calle que deciden seguir en proceso de recuperación, cuentan con un espacio para fortalecer  sus hábitos saludables en un espacio que les permite rediseñar su proyecto de vida, recobrar sus redes familiares y formarse en oficios que les concedan la posibilidad de ser autónomos y alejarse definitivamente de la habitabilidad en calle. 
 
•  Tiene un cupo de 108 personas. 

•  Se adelantan acciones de acompañamiento familiar personalizado por profesionales en las áreas de psicología, trabajo social, enfermería y educación física entre otras.

•  Atención con enfoque diferencial y vinculación al servicio para hombres, mujeres, población LGBT y en condición de discapacidad.

•  El proceso dura nueve en los cuales se adelantan procesos de formación, inclusión social y ocupaciones. Se adelantan acciones de corresponsabilidad con la ciudad.

•  Cuenta con áreas deportivas, salones de talleres y biblioteca.

 

 

Centro para el desarrollo de capacidades,
Calle 12 # 16 - 73


En ‘La Academia’ se ofrece al ciudadano habitante de calle opciones de capacitación, a través de un modelo de formación para el desarrollo de competencias en artes y oficios. Con estas actividades, los participantes tienen la posibilidad de incluirse nuevamente en la dinámica laboral y productiva de la ciudad, adquiriendo conocimientos que le otorgan autonomía y la  capacidad de mantener su proceso de recuperación.
 
Allí los habitantes de calle participantes de los centros de atención transitoria, hogares de paso y comunidades de vida, adelantan acciones de aprendizaje en artes y oficios.
 
La unidad cuenta con aulas artísticas, música, mantenimiento y ensamble de bicicletas y técnica en murales. Cuenta con una biblioteca con más de 1.000 libros de consulta.
 
En este centro se han realizado convenios con el SENA en donde se desarrollan cursos en: sistemas, contabilidad y emprendimiento empresarial a más de 100 participantes, con una duración de máximo 150 horas.
 
 
 

Hogar de paso Cr 35,
Carrera 35 # 10 – 35


En este lugar los ciudadanos habitantes de calle tienen la posibilidad de alimentarse, bañarse, dormir, entre otras actividades, con las cuales comienzan a generar procesos de recuperación de hábitos saludables. Adicionalmente, en el hogar de paso se inician acciones de cuidado con la finalidad de dignificar su condición a través de actividades que mitiguen el consumo de sustancias psicoactivas.
 
•  Se realiza atención para 300 ciudadanos habitantes de calle con servicio de alimentación, aseo personal y atención integral.
•  Se adelantan acciones de acompañamiento familiar personalizado por profesionales en áreas de Psicología, Trabajo Social, Enfermería, Edufísicos entre otros.
•  Enfoque diferencial y vinculación al servicio para hombres, mujeres, población LGBT y en condición de discapacidad.
•  Área de comedor con todos los elementos necesarios y una cocina industrial para la atención de más de 400 personas.
•  El servicio de higiene personal distribuido en dos áreas de baños para hombres y mujeres
•  Servicio de Biblioteca. Área de peluquería. Área de entretenimiento. Zonas deportivas y salones para talleres.
•  Comedor equipado con cocina industrial que brinda una atención a más de 500 personas.
 
  
 
 

Enlace Social,
Carrera 16a # 30 - 74

 
Desde este componente se consolida el proceso de inclusión social con planes de acompañamiento y seguimiento institucional a las personas que superaron las situaciones de vulnerabilidad iniciales. En esta etapa del proceso son fundamentales la formación académica y la generación de oportunidades como herramientas de sostenibilidad de su condición.
 
Actualmente se ofrece vinculación laboral en construcción, vigilancia, zapatería y como recuperadores ambientales gracias a los convenios del FONDIGER Y la SDIS.
Allí reciben apoyo psicosocial, alimentación y alojamientos nocturnos con un seguimiento personal. Adicionalmente se proyecta un ahorro programado para su inversión al momento de finalizar su proceso, además de formación educativa y acciones de corresponsabilidad.
 
 
 
 

Centro de alta dependencia funcional, física, mental o cognitiva,
La Mesa, Cundinamarca (Finca Las Gemelas) 

 
A este espacio rural se remiten los ciudadanos habitantes de calle con deterioro en su estado de salud a nivel físico, mental o cognitivo.
 
Desde esta modalidad se busca mejorar su calidad de vida con atención especializada, en un ambiente natural que proporciona elementos adicionales para lograr una efectiva recuperación personal.
 
Su cupo actual es de 100 personas. Los ciudadanos vinculados presentan patologías crónicas cognitivas, mentales y físicas que no le permiten realizar por sí mismos las actividades diarias como bañarse, comer e incluso realizar desplazamientos de un sector a otro. Algunos diagnósticos también están relacionados con trastornos neurológicos, condiciones clínicas como secuelas de traumas craneoencefálicos o amputaciones entre otras.
 
Cuenta con acciones terapéuticas, auxiliares de enfermería, acompañamiento psicosocial, zonas verdes de inclusión social, huertas y actividades lúdicas.
 
 
 
 

Unidades De Protección Integral IDIPRON
* Centro Oasis 1 Y 2,  * Centro La Rioja

Centro Oasis 1 Y 2

Cll 10 a 45-09 Puentes Aranda Oasis
 
DORMIDA TRANSITORIA.
•Servicio de dormitorio
•Alimentación (Cena)
 
SERVICIO EXTERNO 
•Refuerzo de Hábitos de auto cuidado (Servicio de Baño y Lavado de Ropa)
•Servicio de alimentación (Desayuno, onces, almuerzo, merienda tarde)
•Actividades recreativas y salidas pedagógicas
•Apoyo Psicosocial
•Apoyo Sociolegal
•Servicio de enfermería
•Valoración nutricional y tamizajes
•Talleres de manualidades 
 

Centro La Rioja

Cll 4 # 14-14 Barrio Eduardo Santos     
 
SERVICIO INTERNADO.
 
•Personalización (Interiorización de hábitos de auto cuidado)
•Servicio de alimentación (Desayuno, onces, almuerzo, merienda tarde, cena)
•Actividades recreativas y salidas pedagógicas
•Apoyo psicosocial
•Apoyo socio legal
•Servicio de enfermería
•Valoración nutricional y tamizajes
•Talleres de manualidades
•Formación académica
•Desarrollo de competencias laborales

 

 
 

Hogar de paso mujeres diversas,
Calle 24 # 19 a 35 

 
El Hogar de Paso para ‘Mujeres Diversas’ cuenta con atención diferencial entendiendo las necesidades de mujeres como el autocuidado, la imagen personal, la identidad y las actividades personalizadas. Tiene una cobertura de 50 cupos, entre el día y la noche, en donde se brinda a todas la mujeres habitantes de calle con sus particularidades, historia y sus proyecciones de vida un centro de atención con servicios especializados para ellas sin distinción cultural, sexual, género, biológica y física. Entre esta población se incluyen mujeres LGBTI, raizales, indígenas, afrodescendientes y gestantes.

Adicionalmente, se realiza articulación con entidades que focalizan su atención a las mujeres, actividades, talleres adicionales a los servicios como aseo personal, alimentación, dormitorios y acompañamiento psicosocial; recuperación de lazos familiares y superación de duelos personales
 

 

 

Hogar de paso para habitantes de calle, carreteros y sus animales de compañía,
Calle 18 # 14 -56 

 
Los habitantes de calle que tengan perros o gatos podrán estar con ellas en el Hogar de paso para carreteros y sus animales de compañía. l centro de atención ofrece una cobertura para 100 cupos en el día y 100 en la noche y servicios como: maleteros, áreas de autocuidado como duchas y baños, comedor, dormitorios, espacios para el desarrollo de actividad lúdicas, deportivas, recreativas y culturales.

Con el acompañamiento de los ‘Ángeles Azules’, se brinda atención profesional desde las áreas de psicología, trabajo social, terapia ocupacional, pedagogía reeducativa, educación física, enfermería y nutrición.

El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal ofrece todo tipo de servicios y atención a los animales de compañía como perros y gatos, quienes, a diario, acompañan a algunos habitantes de calle construyendo un fuerte vínculo afectivo que hace difícil su separación. Por esta razón, en el hogar de paso los animales reciben valoración inicial, desparasitación, identificación con microchip y alimentos nutritivos.

Para el caso de carreteros, quienes se dedican al reciclaje como fuente de ingreso, pero que no cuentan con redes familiares activas o un sitio estable donde dormir. Estas personas pueden ingresar al servicio con sus respectivas ‘carretas’ una vez hayan entregado el material recopilado en los diferentes puntos de la ciudad autorizados.
 

 

 

Hogar de paso calle 18,
Calle 18 # 13 -47 

 
En sus servicios día y noche brinda atención a 96 habitantes de calle que buscan iniciar un proceso en temas de autocuidado, sueño y alimentación. Durante el día se brinda apoyo psicosocial y la participación en actividades de tipo ocupacional así como, vinculación a formación en artes y oficios.  En la noche se trabaja en temas de recuperación de hábitos de sueños e higiene. 
 

 

 

Hogar de paso día y noche Cr 13,
Carrera 13 # 18 -38 

 
El hogar de paso Día y Noche tiene 100 cupos para cada jornada. Ofrece acciones de autocuidado, dormitorios y alimentación nutricional. En un espacio cálido en donde el ciudadano habitante de calle recibe acompañamiento psicosocial, acciones pedagógicas que tiene como objetivo mitigar, minimizar el consumo y el riesgo de seguir habitando en calle. Así mismo se adelanta fortalecimiento de lazos familiares. Son más de 50 personas que a diario con vocación y entrega están al servicio de los ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle.
 

 

 

Comunidad de vida Granja Integral,
Sasaima - Cundinamarca 

 
El centro de atención brinda una cobertura de 100 cupos. La granja ofrece opciones de proyectos productivos los cuales cuenta con cultivos de alimentos, piscicultura, porcinos, avícolas y bovinos.  Así mismo el contacto con otros tipos de animales que están al cuidado de ellos. De la misma manera, los ciudadanos ex habitantes de calle vinculados a la Comunidad de Vida, reciben formación y capacitación en áreas de agricultura. Acompañamiento en terapia ocupacional, psicología, trabajo social y pedagogía. 
 

Mario Segura

 
A sus 30 años, Mario se siente feliz porque de nuevo está recuperando a sus familiares, a quienes no veía desde hace diez años. Y todo gracias al apoyo que ha recibido en el Centro de Atención Transitoria para ciudadanos habitantes de calle de la Secretaría de Integración Social. Él aceptó voluntariamente ser trasladado una vez finalizó la intervención en El Bronx. 
 
Desde ese día, inicio un proceso de desarrollo personal para dejar de habitar la calle y el consumo de drogas. Para lograrlo se vinculó a los talleres psicológicos, cursos y jornadas de aprendizaje personal. En compañía de su familia, busca volver a su hogar una vez finalice el proceso que lleva actualmente, que espera culminar con éxito.
 
Se siente más tranquilo con su cuerpo y su vida en general, pues hace dos meses no consume drogas. Vive feliz y está atento a las actividades que ha vuelto a realizar como por ejemplo: alimentarse regularmente, bañarse a diario y hasta poder volver a tender la cama. Como muchos de sus compañeros, busca un nuevo empleo y aspira a tener una casa propia para poder compartir al lado de sus seres queridos.
 
 
 
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Germán Ricardo Ospina

 
Nació en el Tolima, pero desde pequeño llegó con su familia a Bogotá. Actualmente tiene 50 años de edad. Sueña con volver a trabajar, siente que volver a empezar es difícil, pero cree que tiene toda la energía y la disposición  para hacerlo. Hace más de 20 años no ve a su familia, según él, por cosas de la vida que los distanciaron. Sin embargo, Piensa día y noche en cómo será el momento cuando pueda volverlos a ver.
 
Recorrió las calles por más de 25 años. Debido a los malos consejos de amistades que no quiere recordar y algunos problemas económicos, estuvo por primera vez en El Cartucho. Luego de la intervención a ese lugar, decidió seguir en las calles y se refugió en El Bronx. 
 
Hace dos meses, ingresó al Centro de Atención Transitoria de la Secretaría Distrital de Integración Social luego de la intervención que la Administración Distrital realizó en el sector del Voto Nacional. 
 
Ha recibido apoyo psicosocial, y gracias al acompañamiento de los profesionales del hogar recuperó sus hábitos de sueño, alimentación y aseo personal. Lleva un buen tiempo sin consumir y eso lo anima mucho, siente que estar en el hogar le ha devuelto las ganas de vivir.
 
Recuerda los momentos que vivió laboralmente como vendedor de seguros y algunas diligencias que realizaba con un equipo de abogados. Actualmente se ha vinculado a los talleres y capacitaciones en el Centro de formación para el Estudio ‘La Academia’.
 
Germán Ricardo espera poder contar de nuevo con un trabajo y encontrarse con sus hijos a los que no ve desde que eran pequeños.
 
 
 
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Habitantes de calle disfrutan del Festival de Cine Independiente de Bogotá

 
Más de 70 habitantes y ex habitantes de calle disfrutaron por primera vez de la realidad virtual y el cine en 3D que trae el Festival de Cine Independiente de Bogotá, IndieBo, y que este año abrió sus puertas para que la población disfrutara de este espacio de inclusión social.

En esta ocasión, los habitantes de calle ingresaron al punto IndieBox, ubicado en el monumento a los héroes en Bogotá, a través de un trabajo de gestión interinstitucional, realizado por el equipo territorial de la Secretaría de Integración Social, para lograr una efectiva inclusión en la sociedad de estas personas.

Al participar de los stands del Festival, Andrés Cruz, ex habitante de calle aseguró que conocer la realidad virtual fue una experiencia muy enriquecedora para su vida, teniendo en cuenta que este escenario hizo que se sintiera parte de la sociedad.

“Es algo innovador, nunca había estado en un sitio de estos, es muy bueno que tengan en cuenta al habitante de calle porque no nos discriminan y hacemos parte de la sociedad, son cosas que lo enriquecen a uno”, dijo Andrés.

Por su parte, Alexander Cubillos, otro de los participantes dijo que aprender sobre nuevas tecnologías contribuye a que aumenten sus conocimientos y pueda llegar a usarlos para trabajar en un futuro.

“Lo bueno de que nos traigan es que uno aprende mucho sobre todas estas tecnologías, que uno muchas veces no sabe y en las que podría trabajar”, señaló Alexander.

El Festival IndieBo es uno de los escenarios de cine y realidad virtual más importantes del Cine Independiente en Bogotá, al que tuvieron acceso habitantes y ex habitantes de calle de los Centros de Atención Transitorio y Comunidad de Vida El Camino, de la Secretaría de Integración Social.
 
 
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Édison, el ángel de los habitantes de la calle

 
Édison Caballero pasó hace 17 años de ser habitante de calle a uno de los promotores de la Secretaría de Integración Social más querido y con mayor aceptación entre esta población a la que visita todos los días en las calles de Bogotá.
 
Su experiencia laboral en el equipo de contacto activo no inició precisamente en la búsqueda de habitantes de calle o en alguna convocatoria que encontró por casualidad en los periódicos que a diario circulan en el país. Édison fue uno de los tantos habitantes de calle que una vez deambuló por la ciudad. Es de aquellos que vivió debajo de un puente o aprovechó cualquier banca en un desalojado parque o zona verde para dormir.
 
Sin embargo, los encuentros familiares, las historias de vida sorprendentes y la atención integral dirigida a los ciudadanos habitantes de calle son la constante de los cientos y cientos de hombres y mujeres que a diario entregan todo de sí en la grandiosa labor de búsqueda, identificación y traslado de habitantes de calle a los hogares de paso que el Distrito tiene a su servicio y de los cuales Édison hace parte.
 
 
Esta labor inicia muy de madrugada todos los días y termina a altas horas de la noche. Tiene un solo objetivo: brindarle a estos ciudadanos un lugar digno donde pasar la noche. Ofrecerles un alimento caliente además de darles la oportunidad de dejar de habitar la calle y así volver de nuevo a sus hogares. Revivir esos cálidos encuentros familiares y finalmente iniciar los sueños y metas que una vez quedaron atrás por culpa de una mala decisión.
 
Mala decisión que también tomó Édison alguna vez en su vida. Con algunos harapos se refugiaba debajo de puentes y en vías principales. Los pies los cubría con periódico para así evitar que la temperatura fría de las noches lo enfermara. Con tan solo 6 años de edad las calles eran su mejor aventura. Allí, no solo recibió golpes, maltratos y humillaciones. En ese lugar descubrió la droga y visitó algunas de las muchas ‘ollas’ que hoy están despareciendo gracias a la intervención de la Administración Distrital en cabeza del Alcalde Enrique Peñalosa Londoño.
 
En esas noches oscuras y silenciosas recordaba a su madre con mucho cariño; aunque la extrañaba, sabía que en algún momento de la vida lo perdonaría por haberse ido de la casa. Recorrió la calle hasta los 17 años. Por unos minutos hace un recuento de su niñez y trae a colación su vida familiar en donde las cosas en ese tiempo no eran las mejores y cree que fue por ello que decidió abandonar su hogar. Tal vez a esa edad solo pensaba en aventurar un rato y volver, pero la vida,  según él mismo confiesa,  le tenía guardado un camino muy duro y eterno. 
 
Entre el consumo, la calle y las rumbas transcurrieron casi dos décadas de su vida perdidos en el vicio. Por cosas del destino o tal vez la vida se volvió un poco más justa con él - comenta en voz baja – un grupo de búsqueda activa del IDIPRON que rondaba por esa zona lo encontró en una calle durmiendo.
 
 
Con un saludo muy cordial, el profundo sueño producto de miles de alucinaciones y algunas dosis de droga fue interrumpido. Esos desconocidos para él se veían con rostros agradables. Por unos segundos su reacción fue algo agresiva. Como es común para muchos la vida en calle también requiere ser valiente y defender su territorio. “No sé qué pasó en mi mente, pero sentí algo en mi alma que me calmó, tal vez era la señal que esperaba y la que tanto había evitado” dice Édison rememorando ese instante.
 
Esa madrugada, Édison fue trasladado a un hogar de paso. Allí permaneció casi 7 años en proceso de recuperación. Ya llegaban sus 24 años y la vida para él había reiniciado de nuevo. Sin ninguna recaída ni consumo de drogas empezó a hacer lo que más le había gustado cuando era niño: la panadería. Su padre en las muchas enseñanzas que le había entregado le otorgó este arte, como él mismo lo cataloga. Inició como ayudante y pastelero por unos meses. 
 
También  cargó bultos pero no se animó mucho y se decidió por la construcción. Aprovechó ese momento para terminar el estudio interrumpido. Trabajó como ayudante de obra aunque era muy pesado. En las noches y algunas horas extras aprovechaba para validar los últimos grados escolares.
 
Se graduó con honores en el año de 1995. Recuerda que ese día no podía creer que había logrado su primer objetivo en la nueva vida que tenía: “ser un bachiller”. Pasaron cuatro años, trabajando juicioso. La ansiedad por consumir droga había quedado atrás gracias a las tantas terapias y actividades que recibió en su proceso en el hogar de paso. 
 
Un día por cosas que sólo el destino tenía preparado, se encontró con un viejo amigo en donde cruzaron algunas palabras y recordaron momentos del pasado; le llamó la atención una chaqueta que su amigo portaba la cual decía Alcaldía Mayor de Bogotá. “Yo le pregunté dónde ‘camellaba’, que se veía que era bacano. Él me respondió, que trabajaba con el Distrito y que estaban recibiendo hojas de vida, que él se encargaba en su trabajo de buscar habitantes de calle y llevarlos a los hogares. Ese día llegó a mi mente tantos recuerdos y tanta nostalgia por ese pasado que había tenido que afrontar en la vida pero al instante recordé aquella persona que un día me saludo y me ayudó a dejar la droga”.
 
De nuevo en las calles
 
“Tanta fue la emoción que sentí que de inmediato me puse a pensar en llevar la hoja de vida, era necesario en algún momento, mencionar que estuve en las calles, no para que me dieran el trabajo más rápido, pero si para que entendieran que yo tendría las capacidades para trabajar con los habitantes de calle”,  recuerda hoy muy contento.
 
Inició su empleo en el equipo de búsqueda activa de la Secretaría de Integración Social y se encargaba de identificar y trasladar habitantes de calle al hogar ‘Vía Libre’. Volvió en esta oportunidad a las calles pero con otra misión. Esta vez no era para conseguir vicio sino para encontrar esas personas que caminan por las calles en busca de un apoyo que los ayude también a dejar la habitabilidad en la calle.
 
Durante sus labores diarias, se encontró muchas veces con la sorpresa de invitar a algunos de sus viejos amigos de ‘trabas’ a quienes encontraba tirados debajo de un puente consumidos por el vicio “Fueron épocas duras al comienzo, ver tanta gente conocida y poder convencerlos para dejar la calle, pero eso es para machos”, dice Edison tomando aire para que su voz no se quebrante.
 
A vísperas de cumplir 17 años de estar trabajando en la Secretaría Distrital de Integración Social como promotor social del equipo de contacto activo, siente que ha ayudado a mucha gente en la calle. Hoy tiene 58 años, se separó de su esposa hace un tiempo atrás con la que tuvo una hija por la cual todos los días agradece a Dios. Se cuestiona porque a su edad estar sólo es muy difícil.
 
Todas las mañanas, a las 4 de la madrugada se levanta. Su rutina diaria y la disciplina que tiene es muy estricta. Un baño rápido, algo de comer y a buscar la ruta de transporte más fácil que salga del barrio Bosa y lo lleve con destino al Centro de Bogotá. La cita es a las 5:30 am en la Plaza España en donde el equipo de trabajo se reúne. Los recorridos se establecen por las calles, puentes vehiculares, caños, canales, zonas verdes y lotes baldíos. Estos sitios según su instinto, son los lugares en donde los habitantes de calle pueden pasar la noche. 
 
“Yo me acerco a ellos, no les hablo muy duro para no asustarlos, les comento que se vayan con nosotros al hogar, que allá pueden estar bien y que si quieren se les ayuda para que no vivan más en esos sitios”, indica Édison, demostrando sus actitudes a la hora de trabajar. Durante muchos años ha sido reconocido por sus compañeros de trabajo como un excelente promotor, su actitud positiva, amistosa y la humildad que lo caracteriza ha logrado a diario muchos traslados positivos. Igual a él, existe todo un equipo que día a día entrega lo mejor de sí en esta labor no tan reconocida por muchas personas.
 
 
Édison, sueña con su casa propia y para ello ya está ahorrando. Recuerda con mucha tristeza la muerte del Padre Javier de Nicoló, porque de él recibió mucho apoyo. Quiere montar su propia empresa. La venta de achiras y productos alimenticios siempre ha sido su mejor negocio, él cree que fue una idea que le heredó a su padre. Vive muy agradecido con Dios, con su líder de contacto activo Carlos, con la vida y por último con la Secretaría de Integración Social que le ha dado apoyo para seguir adelante y ´luchándola con sus parceros´.
 
 
 
 
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Un amor que nació en El Bronx y hoy sigue en un centro de atención de Bogotá

 
No han pasado más de 40 días desde aquella madrugada cuando el helicóptero de la Policía giraba y giraba por los aires, muy  por encima de los techos de los edificios del Bronx. Mientras tanto  abajo en las calles, uniformados del CTI, Fiscalía y demás funcionarios del Distrito, recorrían zona por zona rescatando menores, jóvenes y adultos mayores de las feroces garras de la droga, la mendicidad; prostitución y todo lo que el vicio trae a su paso. 
 
En una de esas esquinas cerca de la “taquilla”, como denominan el sitio para comprar el vicio, una mujer de piel morena, un poco despeinada, de contextura delgada; con un rostro algo deteriorado por el fuerte frio de las madrugadas, el sol y la lluvia; observa con miedo las escenas.
 
 Su mente consumida por la “Bazuca” como ella misma lo afirma, no la dejaba pensar sino en su pequeño hijo. La imaginación la transportaba a un espacio en donde lo comparte con su primogénito, entre alucinaciones y sueño temerosa observa como su hijo es asesinado. El terror la envuelve más en su tragedia, pero los ruidos y gritos insoportables de la gente, hacen que despierte de sus sueño y se dé cuenta que es su vida la que debe rescatar de la muerte.
 
Ella es Cindy, una mujer de 30 años, 15 de ellos consumidos por el alcohol, el guaro, la cerveza, el bazuco y la marihuana; no le gusta las pepas, ni las combinaciones de drogas que la gente suele inventar. 
 
Llegó al Bronx, por las cosas del vicio, allí su vida giró en torno a la rumba, el sexo y el poder de algunos. Su belleza física fue su mejor aliada, con ella logró combatir los peligros de la calle acompañada de un jibaro que se rendía a sus pies y quien la defendió día y noche ante los peligros de la calle. 
 
“Allí, ser mujer es tenaz, sino la luchas, terminas siendo la mujer de cualquiera o peor finalizas muerta”, afirma ella, tomándose de las manos y orando por un momento al supremo que siempre la ha acompañado. Por cosas de la vida, tuvo un hijo con su compañero del cual solo recibió rechazo y desprecio. 
 
Muy cerca de Cindy, pasando la traba del día anterior se encuentra Fabio Andrés, uno de los más fieles “campaneros de la olla”. Parte de su vida la había entregado al servicio militar como soldado profesional. Allí muy lejos de su tierra natal, entre la selva, la violencia y los temores a morir, se encontró con su primer cigarro de marihuana. Tal vez el hecho de experimentarla, lo llevaría a un túnel sin final. Este sería el inicio de 10 años de consumo de droga. Luego de tantas frustraciones, deudas, peleas y demás conflictos personales se separó de las filas de la milicia y comenzó una vida sin rumbo fijo.
 
Llegó a la ciudad en donde un supuesto amigo le brindó la opción de conocer un lugar en donde no tendría problemas para consumir, ese sitio sería una de las ollas de expendio de drogas más impactantes del país. El Bronx, le daba la bienvenida.  La taquilla”Homero” fue su fuente de vicio por muchos días y noches aunque afirma “Yo entraba a ratos, me pagaba una pieza y trabajaba rebuscándomela afuera, pero entraba y me la fumaba “. 
 
Por su fidelidad y amistad, hizo parte de la venta de droga, la confianza que tuvo con el jibaro logró que pudiera vender a los nuevos compradores, así mismo avisaba de cualquier movimiento extraño en el sector, autorizaba la entrada de gente a la taquilla y de esta forma recibía una buena paga que invertía en él, su vicios y su posada.
 
 
UN AMOR EN LA CALLE
 
Hace más de dos años,  cuando Cindy desfilaba de lado a lado por las calles del Bronx, rebuscando el vicio o un trago de alcohol, ingresó a un conocido billar que en la zona estaba. El ruido de las rockolas, la gritería de algunos y el humo espeso en el aire la recibían al interior del lugar. Algunos choques, palabras groseras, piropos insultantes y demás expresiones llegaban a sus oídos. Su cuerpo, tal vez no era el mismo de antes, el consumo de “bazuca” iba dejando huella en sus huesos y en su piel. 
 
Con la temible ansiedad que carcomía su mente de consumir alcohol, se fue acercando a la barra del lugar. Allí un hombre, de apariencia normal, buen vestir, gorra y cabello corto la esperaba. Le brindó un trago sin esperar nada a cambio. La mirada fija entre los dos se cruzo por unos instantes, o eran las alucinaciones de los rezagos del vicio o pasaba algo especial en sus mentes. 
 
La atracción fue mutua, confiesa Cindy, tomando muy fuerte de la mano a su compañero. Yo lo ví y sentí algo más, pensaba muchas cosas; volvió a pasar por mi mente esa alucinación de ver a mi hijo muerto, pero rápidamente volví a mirar y sentí que ese hombre que me recibía allí sería algo muy especial para mi vida.
 
Por su parte, del otro lado de la barra, estaba Fabio Andrés, en su gran momento de gloria, trabajaba en ese lugar, las ventas eran las mejores, los clientes llegaban a montón, el patrón feliz y la paga cada vez mejor. Por un momento, sus sueños cambiaron al observar a esa chica que tenía al frente. “Yo la miraba y pensaba que chica tan bella, pero quien sabe con quién estará y después me gano tremendo problema”, afirma en voz baja sin negar su temor al recordarlo.
 
A partir de ese momento, varios encuentros se fueron dando, ya el billar no era el único sector para los romances. Entre cuentos e historias que le narraba a su enamorada de aquellos tiempos cuando fue soldado profesional, la atracción y el cariño inundaron sus mentes. De ser desconocidos dentro de un lugar de perdición y peligro, se convertían en una pareja que empezaba a soñar, a veces acompañados de un buen bazuco y un marihuanazo, a veces por efectos del alcohol los sentimientos se desbordaban sin control. Pero en otras ocasiones era el amor el que hacía que las nubes y las estrellas se alinearan para darles felicidad. Esté, era el inicio de algo muy especial que cambiaría sus vidas.
 
HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE
 
Gracias a ese día de intervención en el Bronx, Fabio, volvía por segunda vez a un hogar de paso, luego de un proceso de recuperación frustrado hace años. Él, como algunos otros, ya conocían del servicio, les parecía la oportunidad para desprenderse de ese oscuro pasado que no les mostraba una salida. 
 
Minutos antes de partir del lugar rápidamente y sin dudar un instante, observa de lado a lado, en medio del caos que generaba el paso de los policías y ejercito por las calles llenas de basuras, escombros y casetas ya desarmadas, logró ubicar a su amada Cindy.
 
Saltó de un lado a otro sin mediar algún peligro, la tomó fuerte de su mano derecha, la abrazo y susurrándole al oído, le dijo “Ven conmigo, ya verás que saldremos de esto, yo te cuidare, hasta que la muerte nos separe”. Cindy, por varios momentos trababa de asimilar lo que pasaba, sus alucinaciones personales, la combinación de tanto alcohol consumido y la mirada de su novio, la hacía tener tantas preguntas con muy pocas respuestas.  
 
“Respiré profundo, pensé por un instante que pasaría si me quedaba, o mejor que vendría para mí una vez saliera de este infierno”, cuenta Cindy dándole un fuerte abrazo a su pareja. Luego de muchos pensamientos, algunos empujones, peleas e insultos de muchos habitantes de calle refiriéndose a los uniformados que hacían presencia en el lugar, juntos salen del Bronx. A la vuelta de la esquina, el equipo de Contacto activo de la Secretaría de Integración Social, en medios de bienvenidas y abrazos, los acogen, unas cortas palabras, un breve registro y suben de inmediato a una camioneta que los conducirá al Centro de Atención Transitorio. 
 
Luego de varios minutos recorridos, llegan al lugar. Allí dan inicio a un proceso personal de recuperación, y pasado un mes de trabajo en el hogar,  la meta de Fabio es volver a iniciar su vida alejado de la droga y en compañía de su hermosa amada. Cindy a su vez, agradece día a día a su querido compañero de luchas, con él a su lado desde que lo conoció, confiesa ella, “ya he dejado de consumir Bazuco, él me ha enseñado muchas cosas, me apoya y me impulsa para no seguir pensando en el vicio o tener esos sueños temerosos imaginando la muerte de mi hijo”.
 
En el hogar de paso de la Secretaría Distrital de Integración Social donde conviven hace 2 meses realizan varias actividades, juntos participan en los talleres, desayunan y almuerzan acompañados. Él, no la desampara, con la mirada fija a ella, comprueba que el amor que siente por su chica nadie ni cualquier droga se lo arrebatará. Ella, lo abraza, acaricia su rostro, lo besa en la frente y juntos tomados de la mano, le piden “Papá Dios, como ellos lo mencionan”, que siempre puedan vivir juntos, hasta que la muerte los separe.
 
 
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