• En el recorrido, la secretaria de Integración Social, Margarita Barraquer y el equipo directivo visitó la Subdirección Local de Tunjuelito, las obras del nuevo Jardín San Vicente Ferrer, el Centro Día Macondo y el Jardín Infantil Tunjuelito.
• Esta estrategia permite tener un diálogo claro y fluido entre directivos, funcionarios y la comunidad, en busca del fortalecimiento y mejora de los servicios.

Bogotá, D.C., mayo 4 de 2022. Oferta de servicios sociales, conocer de cerca las necesidades de la población vulnerable de la ciudad y mejorar la atención a los beneficiarios fueron algunos de los objetivos que cumplió la entidad rectora de la política social en la localidad de Tunjuelito con el regreso de la estrategia ‘Más Territorio, Menos Escritorio’. 

Un diálogo constructivo y ameno sostuvo la secretaría de Integración Social, Margarita Barraquer con funcionarios y beneficiarios que hacen parte de dicha localidad. En primera instancia, la secretaria y el subdirector local de Integración social de Tunjuelito, Héctor Fabio Rodríguez, recorrieron las obras del jardín Infantil San Vicente Ferrer, obra que se suma a la meta distrital de atención a 71,000 niñas y niños con enfoque diferencial y de género, en servicios dirigidos a la primera infancia. 

La secretaria continuó su agenda por las obras que se llevan a cabo en la Subdirección Local de Tunjuelito, el Centro de Desarrollo Comunitario Pablo de Tarso y la Biblioteca Pública Venecia, trabajos que avanzan a buen ritmo y que permitirán reforzar y ampliar los servicios que se prestan a la comunidad del sector. 

Posteriormente, la líder del sector social distrital, en compañía de la directora Territorial de la entidad, Fanny Gutiérrez, se reunieron con funcionarios y contratistas de la Subdirección Local de Tunjuelito para conversar con los equipos de trabajo temas de bienestar, además de la prestación de los servicios sociales que se brindan a la comunidad. 

En el encuentro los servidores públicos le expusieron a la secretaria, la importancia de fortalecer los procesos de focalización para la atención territorial de las poblaciones vulnerables, de cara a la prestación de los servicios con pertinencia e inclusión.  

Por su parte, Barraquer hizo un llamado a la transparencia y honestidad de cara a la ciudadanía, para no generar especulaciones de servicios que no se pueden prestar.  Aseguró que “la confianza en la entidad y en la oferta institucional es decisiva”. 

En horas de la tarde, todo el equipo social llegó al Centro Día Macondo, un espacio de encuentro cultural y recreativo para las personas mayores de Tunjuelito. Allí hubo un diálogo con los participantes del servicio. 

“Estar en este Centro Día Macondo es entrar a un espacio de encuentro cultural y recreativo para las personas mayores de Tunjuelito, en donde las actividades que se realizan impactan a la población vecina frente a la garantía de sus derechos y la promoción del buen trato”, dijo la secretaria. 

En la última escala del recorrido la funcionaria visitó el Jardín Infantil Tunjuelito, acompañada del subdirector para la Infancia, Luis Hernando Parra, recibió la cálida acogida de los niños y niñas participantes de esa unidad operativa, además de reconocer la huerta infantil, saludar a las profesoras y conversar con los padres y acudientes de los menores.  

“Escuchar las voces de los padres de nuestras niñas y niños beneficiarios de los servicios sociales es fundamental para conocer el estado de los servicios y dar respuesta a las inquietudes en materia de infraestructura y demás necesidades”, indicó la funcionaria. 

El ejercicio de diálogo territorial continuará llegando a las demás localidades en la medida que la pandemia lo permita, con la misión de que la secretaria y su equipo directivo conozca de primera mano las problemáticas en los territorios y poder diseñar un plan de acción que busca fortalecer los servicios que se brindan con afecto y empeño por parte del talento humano que integra la entidad.

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• Este centro de atención brindará servicios de medicina general y enfermería de lunes a sábado, de 7:00 a.m. a 4:00 p.m.
• 300 personas, de ocho barrios de la localidad de Kennedy, se beneficiarán del nuevo servicio.
• Esta nueva atención, que hace parte de la estrategia del Sistema Distrital de Cuidado, se suma a la oferta de servicios del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de dicha localidad.

Bogotá, D.C., mayo 3 de 2022. En el marco de la implementación de la estrategia Manzana del Cuidado, la Secretaría Distrital de Integración Social en articulación con la Secretarías de Salud y de Mujer dieron apertura al nuevo Centro de Atención Integral para la Mujer, ubicado en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Bellavista de Kennedy.    

Margarita Barraquer, secretaria de Integración Social, se mostró complacida por la apertura de este nuevo servicio. “Aquí en el CDC Bellavista tenemos todos los servicios para las cuidadoras, en donde pueden terminar sus estudios, además de actividades de emprendimiento y de respiro, ahora se suma a la oferta de servicios un consultorio para la atención primaria de las mujeres que inicialmente tendrá medicina general, enfermería y un servicio de psicología”. 

Por su parte, Alejandro Gómez, secretario de Salud explicó que “este Centro nos permitirá acercar los servicios de salud a 75.300 personas de ocho barrios de la localidad de Kennedy, de estas el 10 % son mujeres cuidadoras, aquellas que dan todo por sus familias, por eso nos concentraremos en brindarles atención integral”. 

A su turno la secretaria de la mujer, Diana Rodríguez, invitó a todas las mujeres cuidadores a conocer el nuevo servicio de salud. “Invitamos a todas las mujeres a que vengan y se beneficien de los servicios que aquí se brindan en materia de emprendimiento, empleabilidad, cursos en alianza con el SENA y la Universidad Nacional y ahora monitoreando su salud, tener la gran oportunidad de cristalizar sueños y salir adelante”. 

El Centro de Atención Integral de Bellavista ofrecerá atención de lunes a sábado de 7:00 a.m. a 4:00 p.m., para dar una respuesta integral y positiva a la gestión del riesgo individual en salud y, especialmente, orientar a las mujeres cuidadoras con servicios de bienestar, fortalecimiento de sus capacidades, su autonomía y, sobre todo, el cuidado de su salud. 

En la Subred Sur Occidente también se cuenta con un Centro de Atención a la Mujer en el centro de Salud Porvenir (Bosa) y pronto se inaugurará el centro en el CDC Porvenir, que hace parte de la Manzana de Cuidado de la localidad de Bosa. Con este nuevo punto habilitado hoy, son en total ocho los Centros de Atención Integral para la Mujer con los que cuenta el Distrito Capital.

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• Los beneficiarios del Centro Integrarte de Suba Gaitana aprendieron a elaborar huertas en casa y ahora cuentan con frutos saludables.
• El Jardín Botánico ofreció un taller de horticultura urbana a siete referentes familiares de dicha unidad operativa.
• En la formación, los asistentes conocieron temas relacionados con preparación y abono de la tierra, ubicación de la huerta, utilización de herramientas de apoyo y su uso.

Bogotá, D.C., abril 29 de 2022. Elaborar huertas en casa con alimentos como rábanos, tomate cherry, toronjil, yerbabuena, entre otros, fue una de las metas que se trazaron los beneficiarios del Centro Integrarte de Suba Gaitana, aprovechando las enseñanzas que desde la propia huerta del Centro Integrarte vinieron desarrollando para, posteriormente, aplicar estos conocimientos en casa y lograr pequeñas siembras con frutos saludables para su consumo. 

La idea nació de poder crear un huerto urbano en el Centro Integrarte como espacio para cultivar alimentos de forma natural, sin utilizar sustancias químicas o fertilizantes, resaltando la importancia de practicar el cultivo natural y producir alimentos para consumir en forma sana y llevarlas directamente a las despensas de los beneficiarios. 

“Se realizó la articulación con el Jardín Botánico, para promover en las familias, los participantes y el equipo de profesionales, una alimentación sostenible y saludable. La idea es diversificar los patrones alimentarios e incrementar la utilización de las especies de la flora, con criterios de sostenibilidad”, destacó Diana Consuelo Martínez, tallerista del Centro Integrarte grupo 6 Gaitana. 

Para ello, el Jardín Botánico ofreció un taller de horticultura urbana a siete referentes familiares del Centro Integrarte, el cual se desarrolló en cinco módulos, cuatro teóricos y uno práctico. En la formación, los asistentes conocieron temas relacionados con preparación y abono de la tierra, ubicación de la huerta, utilización de herramientas de apoyo y su uso. Pasando por la siembra, riego, hasta la correcta selección de macetas o elementos de almacenamiento de las plantas. 

La huerta urbana del Centro Integrarte se ubicó en uno de los balcones del lugar, donde se sembraron verduras frescas y varias plantas aromáticas, esto motivó a los beneficiarios a hacer su propia huerta en casa y contribuir a la biodiversidad de la ciudad y a mejorar la calidad del aire. 

Luz Stella Morales es madre de Luisa Fernanda López, beneficiaria del Centro Integrarte, ella participó de la formación de las huertas urbanas y aseguro: “Gracias por enseñarnos a elaborar una huerta en casa, la forma de seleccionar, sembrar, regar, fertilizar y cuidar la semilla hasta que llegue el momento de la cosecha. Aprendí a elaborar fertilizantes ‘caseros’, sacando el mejor provecho que hay en los hogares. Es gratificante aprender, compartir con los talleristas, beneficiarios y fue una actividad que me sacó de la rutina”. 

El proceso de elaboración de las huertas permitió que las personas con discapacidad compartieran de una experiencia de aprendizaje, además de una jornada de integración, respiro y los invitó a tener un contacto con la naturaleza.  

“Estas actividades favorecen la autonomía e independencia de las personas vinculadas al servicio, además los sensibiliza y les permite conocer la naturaleza, impulsándolos a fortalecer hábitos de nutrición saludables y hacer amigables con nuestro planeta”, resaltó Lorena León, coordinadora del Centro Integrarte grupo 6 Gaitana. 

El servicio del Centro Integrarte brinda atención a personas con discapacidad cognitiva o múltiple en edades entre los 18 y 59 años de edad, que habiten en la ciudad de Bogotá y a sus cuidadores o cuidadoras. Desde la atención, se orientan actividades dirigidas a favorecer espacios de descanso del rol del cuidador y el fortalecimiento de sus redes de apoyo para consolidar vínculos y relaciones afectivas.

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• En la ruta de trabajo entre pueblos indígenas y la Secretaria Distrital de Integración Social se realiza un seguimiento permanente al trabajo articulado para el cumplimiento de las Acciones Afirmativas. 

• En esta ocasión, el foco estuvo en lo local con los subdirectores y las autoridades de los pueblos indígena.

Bogotá, D.C., 28 de abril de 2022. En el encuentro entre los subdirectores locales de la Secretaría Distrital de Integración Social con autoridades de los pueblos indígenas se reafirmaron los compromisos de trabajar articuladamente para fortalecer el trabajo en las diferentes localidades de Bogotá.

 Este espacio sirvió para realizar el seguimiento focalizado al cumplimiento a algunas de las 31 Acciones Afirmativas para los pueblos indígenas, a cargo del sector social e incluidas en el Plan de Desarrollo 2020- 2024.

En esta reunión, realizada el pasado 27 de abril, gobernadores y otras autoridades de los cabildos indígenas Muisca, Ambiká Pijao, Inca, Wounaan, Esperara, Siapidara, Misak, Yanacona, Los Pastos y Tubú retomaron temas tales como: avances en la inclusión en los servicios, ampliación de beneficios para estos grupos étnicos con enfoque diferencial étnico y de género, planes y lineamientos de trabajo.

Fanny Gutiérrez, directora Territorial, indicó que “en este espacio se plantearon las acciones a revisar y a ejecutar para fortalecer los procesos con los pueblos indígenas en las diferentes localidades, donde se cuentan con unidades operativas que trabajan directamente con esta comunidad”.

Así mismo, con cada uno de los subdirectores se generó un diálogo para revisar las acciones concretas en su localidad, y la garantía en la inclusión a entornos productivos, educativos y la participativos para fortalecer su autonomía en la localidad.

Se revisaron avances concretos sobre las Casas de Pensamiento Intercultural, encuentros intergeneracionales, jardines infantiles y el talento humano con enfoque, articulación territorial entre los pueblos presentes en cada localidad, canasta alimentaria, bonos de canasta, mesas locales de indígenas, entre otros.

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• A clases de rumba, cursos de confecciones, estudios para terminar el bachillerato y mecánica automotriz, entre otros, asisten las mujeres que participan de procesos formativos, ofrecidos por la Secretaría de Integración Social en Bosa. 

• Durante 48 horas, Gina, junto a su bebé, tomó el curso de mantenimiento automotriz, dictado por el Sena en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Porvenir, desde donde son desplegados una serie de servicios por las diferentes entidades distritales, en el marco de la Manzana del Cuidado.

Bogotá, D.C., 26 de abril de 2022.  Joan Romero, instructor del Sena, anuncia la apertura de un nuevo curso sobre electricidad y electrónica. Son las 9 de la mañana y un grupo de alumnos, a punto de graduarse de las capacitaciones sobre mantenimiento automotriz para carro pesado, recibe emocionado esta noticia.

En la plazoleta, a la entrada Centro de Desarrollo Comunitario de Bosa, se observa una unidad móvil del Sena con un chasis de un carro para prácticas y una docena de estudiantes que atienden instrucciones.

Entre el grupo, un coche de un bebé y una joven de cabello rizado y sujetado en forma de cola de caballo llaman la atención.  Se trata de Gina Lizeth, recién egresada de bachillerato que decidió asistir a este curso, ofrecido por la Subdirección Local de Integración Social en la localidad de Bosa.

A sus 18 años, Gina Lizeth, acompañada de su pequeño hijo, está en la búsqueda de una formación para su vida laboral y explora las mejores alternativas de capacitación asociadas a la mecánica y al sector automotriz, motivo por el cual se inscribió al curso de Gestión Administrativa en Tecnologías ofrecido, de igual manera, por Servicio Nacional de Aprendizaje.

El instructor Romero hace énfasis en las bondades del banco de simulación real y la posibilidad de armar circuitos que traerá este nuevo curso de electricidad próximo a abrirse.  Gina, quien estuvo al lado de sus compañeros durante las 48 horas del curso de mantenimiento automotriz, desiste de este ofrecimiento.

Pero esta joven no fue la única mujer que aprendió a hablar de bugías, de amortiguadores y de cajas de cambios. Andrea y Elsa asistieron a la sede del CDC Porvenir para adquirir habilidades en el trabajo de mecánica de vehículos pesados, como camiones y buses.

“Es realmente excelente y muy raro que mujeres se inscriban a estos cursos porque generalmente se ha visto que es un trabajo para hombres” dijo el funcionario del Sena al destacar la participación de estas tres mujeres en sus clases.

A la hora de contar anécdotas, este experto en mecánica que presta sus servicios en el Cetro de Tecnología de Transporte -CTT- recuerda cómo una de sus alumnas fue ganando terreno en el oficio de la mecánica y ahora trabaja en el taller de manteamiento de una de las empresas más reconocidos de gaseosas.

La subdirectora de Bosa, Marina Avendaño indicó que “estos cursos hacen parte de la amplia oferta institucional de formación de la Secretaría de Integración Social para la población vulnerable de la localidad de Bosa”.

Añadió que desde la Manzana del Cuidado son muchas las mujeres cuidadoras beneficiadas de servicios de formación, de respiro y de la lavandería comunitaria “un espacio en el que 5 máquinas de última generación lavan y secan su ropa, mientras asisten a actividades de formación o de respiro y luego regresan por sus prendas limpias”.

Andrea y Elsa aprovecharán de nuevo las capacitaciones que, por espacio de 96 horas, dictará el Sena sobre electricidad, y continuarán disfrutando de las otras actividades y cursos de formación anunciados desde el Centro de Desarrollo Comunitario Porvenir.  

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• Sixta Tulia Bautista recibía el beneficio de canasta rural en la localidad de Usaquén, tras superar su situación económica, deja su cupo disponible para otra familia que lo necesite.
• El servicio de apoyo alimentario acompaña a los participantes para verificar su estado nutricional, promover estilos de vida saludable, fomentar la inclusión social, ambiental y productiva.

Bogotá, D.C., 20 de abril de 2022.  Después de haber recibido el beneficio de la canasta rural, Sixta Tulia Bautista mejoró sus condiciones de vida, superó su condición de vulnerabilidad y está agradecida con la Subdirección para la Integración Social de Usaquén, ahora ella le brinda la oportunidad a otra familia para recibir este beneficio, dejando su cupo disponible.

Sixta, debido a condiciones económicas en su grupo familiar, no podía garantizar una buena y completa alimentación en su hogar, acudió a los servicios de la Subdirección Local y allí, no solo encontró el apoyo alimentario, sino la orientación en temas de educación nutricional, derechos, deberes ciudadanos, horticultura, agricultura, entre otros temas.

Ahora, luego de superar esas situaciones económicas y entender la importancia que este servicio le puede servir a otras familias vulnerables, acudió a los profesionales del proyecto ‘Compromiso Social por una Alimentación integral en Bogotá’ en la localidad, a solicitar su egreso voluntario, siendo parte de esa corresponsabilidad que las familias adelantan una vez finalizan su proceso de ayuda institucional.

“Quiero darle un agradecimiento a la Secretaría Distrital de Integración Social, porque con su ayuda y un mínimo que yo me ganaba, pude sacar mis hijos adelante, en todo este tiempo me entregaron una canasta alimentaria muy completa, eso fue fundamental para salir bien librada de días muy difíciles, pudiendo llevar un alimento digno a mi hogar”, destacó Sixta Tulia, con una enorme sonrisa y un sentimiento de agradecimiento.

Como Sixta Tulia hay muchas personas del servicio que terminan su proceso después de haber superado condiciones de fragilidad social, abriéndose un nuevo camino y brindando la oportunidad para que nuevas familias necesitadas, acudan al apoyo que les permite superar sus vulnerabilidades.

Mabel Barrera, referente del proyecto expresó: “Identificamos personas y familias en situación de vulnerabilidad, inseguridad alimentaria moderada y severa, para llegar con nuestros servicios a donde nos necesitan, como doña Sixta Tulia, acompañamos y hacemos seguimiento a los participantes y sus familias para que reciban los servicios de la modalidad de canastas alimentarias”.

Dentro de esta modalidad de atención se benefician hogares y personas con un enfoque territorial y diferencial, de esta forma comunidades negras, afrocolombianas, raizales, palanqueras y hogares identificados en territorios rurales, acceden a esta modalidad que garantiza su derecho a la alimentación.

Para Sixta Tulia, el tiempo que permaneció en el servicio, también la ha motivado para fortalecer un grupo integrado por mujeres en la comunidad rural en donde reside, para el que busca apoyar a la Subdirección local de Usaquén en la apertura de espacios para la socialización de los servicios, así como fomentar en las familias más necesitadas, la importancia de acudir a esta entidad, la cual garantiza la restitución de los derechos de todos y todas.

“Es motivo de alegría ver como la ciudadana Sixta Tulia mejoró su calidad de vida y la de su familia, cerrando un ciclo en su vida, donde la Secretaría Distrital de Integración Social la apoyó con la canasta rural y la acompañó para solventar épocas complicadas, que hoy felizmente han sido superadas, esa es nuestra misión y lo estamos haciendo bien”, resaltó Paola Mesa, subdirectora local para la Integración Social de Usaquén.

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• Gracias a los servicios que recibe en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Porvenir de Bosa, Andrea Perdomo asegura que ha logrado tener un crecimiento personal.
• La Manzana del Cuidado de Bosa ofrece actividades de respiro, formación en artes y oficios, servicios de lavandería comunitaria entre otros.

Bogotá, D.C., 19 de abril de 2022. Andrea Perdomo encontró en la Manzana del Cuidado de la Subdirección para la Integración Social de Bosa el mejor espacio para crecer personalmente, cumplir sus sueños y tener el acompañamiento profesional para momentos, que según ella, han sido de crisis. 

La llegada de Andrea a la Manzana del Cuidado de Bosa se dio con la participación a un diplomado de violencias basadas en género, ofrecido por la Universidad Nacional de Colombia, experiencia que le permitió a Andrea profundizar algunos de los conocimiento que ya tenía. 

“Gracias a este curso, reafirmo mi idea de querer tener un hogar en igualdad de condiciones, y después de atravesar una separación, poder sentarme a hablar con mi esposo sobre lo que considero que no está bien, este proceso pedagógico nos permitió trabajar en nuestra relación y que él se cuestionara la forma en la que me trataba”, destacó Andrea Perdomo. 

Y es que para Andrea, no solo estos espacios le han permitido aprender a guiar su hogar conformado por 4 hijos y su esposo Wilmer. La Manzana del Cuidado le ha brindado la oportunidad para cumplir sus metas personales. Para ella, conocer más sobre los carros, mecánica y la reparación de motores, es algo que la hace vibrar;  hoy, Andrea gracias al curso de mantenimiento automotriz que desarrolla en el Centro de Desarrollo Comunitario  Porvenir, ve más cerca ese sueño. 

Esta mujer de origen tolimense, se ha caracterizado por su alegría y ser soñadora. Para Andrea llegar a la Manzana del Cuidado es transformar su vida. Siente que tiene un liderazgo innato, que la ha llevado a movilizar a algunas mujeres de su comunidad, ha tejido redes de apoyo con personas de su mismo género que asisten a la Manzana, y sobre todo, hoy está convencida que es un ejemplo de empoderamiento reflejado en sus dos hijas mayores. 

Para Andrea, la Manzana del Cuidado, ha sido la mejor apuesta que ha tenido la actual administración, pues considera que es la oportunidad que las mujeres se cuestionen, la sociedad aprenda sobre lo que implica el trabajo de cuidado, y sobre todo, que las mujeres tengan un espacio de oportunidades reales para mejorar su calidad de vida. 

“Con la Manzana del Cuidado queremos contribuir a dar oportunidades a las mujeres que históricamente hemos vivido las desigualdades, oportunidades que traducen en un cambio de vida y sobre todo el poder vivir dignamente. Por esto trabajamos desde la Subdirección de Bosa, para que las mujeres tengan servicios integrales, y para que cada vez más mujeres puedan conocer el Sistema de Cuidado”, mencionó Marina Avendaño, subdirectora Local de Bosa. 

Actualmente, Andrea disfruta de clases y actividades de natación, las cuales hacen parte de las actividades de respiro, mientras que las tareas de lavar ropa las deja asignadas en la lavandería comunitaria del CDC, lugar que ofrece este servicio, mientras que ella como otras mujeres aprovecha el tiempo su bienestar.

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• Dos jóvenes soñadores fueron rescatados por la Tropa Social de la Estrategia Móvil de la Secretaría de Integración en las calles capitalinas. 

• Camilo y Brandon hacen parte de los 80 participantes en situación de riesgo de trabajo infantil que,  entre los 3 meses y los 17 años, atiende el Centro Amar de Chapinero.

Bogotá, D.C, 11 de abril del 2022. En las calles de la localidad de Chapinero se escondían los talentos de Brandon Gaitán Hernández y Juan Camilo Torres, dos jóvenes de 11 y 13 años, amantes del fútbol, que veían inalcanzables sus sueños, no obstante, gracias al Centro Amar de la Subdirección Local de Chapinero y al apoyo de sus profesionales lograron salir del riesgo del trabajo laboral y dedicar su tiempo a jugar con la ‘pecosa’. 

El día a día de Brandon y Camilo transcurría acompañando a sus padres a trabajar para conseguir el sustento de sus hogares. Para Brandon, la Plaza Lourdes era su lugar más recurrente, pues a diario su padre lustraba los zapatos de los transeúntes, mientras él le colaboraba en cosas menores; por su parte, Camilo, acompañaba a su madre al restaurante donde laboraba y ocupaba gran parte de su tiempo en la cocina del lugar. 

Dos jóvenes en situación de trabajo infantil que, también, compartían un mismo sueño: ser grandes futbolistas. Ante esta realidad, ese proyecto parecía imposible y, lentamente, se desvanecían sus sueños. 

Un recorrido en calle de la Tropa Social del Centro Amar de la Subdirección de Integración Social de Chapinero le dio un viraje al rumbo de estas dos vidas en circunstancias de riesgo de trabajo infantil, al ser vinculados a este servicio social y, de ahí en adelante, otra narrativa empezó a surgir. 

En Centro Amar, Camilo y Brandon conocieron a sus maestros, entre ellos, a la profesora Elsa Suárez Sotelo, una mujer en la que encontraron el apoyo incondicional para lograr sus propósitos de vida, quien al conocerlos expresó: “Si nadie cree en ellos ¡pues yo sí!, y por eso voy a apoyarlos siempre”. 

Un día, la profesora Elsa llevó a los jóvenes al Parque Nacional para realizar algunas actividades lúdicas y, antes de regresar al Centro Amar, notó en Camilo su conexión con un partido de fútbol, disputado en esos momentos por dos equipos, situación que le recordó las habilidades de este joven por ese deporte. 

¿Te gustaría estar en una academia de fútbol como esa? le preguntó la profesora a Camilo, a lo que contestó enérgicamente que sí y, la maestra, sin pensarlo, tomó de la mano al joven y, en contados pasos, habían llegado a la puerta de la cancha del entrenamiento. 

Allí encontraron a Anna Saavedra, administraba la escuela de futbol, quien les explicó que para pertenecer a la academia debían pagar una mensualidad de 70 mil pesos, comprar el uniforme y pagar por el alquiler de las canchas en partidos amistosos; paso siguiente, Anna les preguntó si Camilo contaba con los recursos para ingresar, a lo que la docente respondió: “Él no tiene los medios, pero yo lo apoyo”. 

Anna, al ver la bondad y la seguridad expresada por la profesora y su voluntad de apoyo a Camilo, le abrió la posibilidad de concursar por una beca, cumpliendo con los requisitos de asistir a la academia y demostrar sus habilidades, oportunidad que la ‘profe’ Elsa no desaprovechó y, de inmediato, realizó todo para apoyarlo.

Los goles a la vida 

A este entrenamiento Camilo y su maestra fueron recibidos por   exfutbolista brasileño Walter Morales, más conocido como ‘Waltinho’, exjugador de los equipos colombianos: Independiente Santa Fe, Millonarios, Unión Magdalena, Junior, Once Caldas y Deportes Quindío. En la tribuna solo estaban ellos y solo con el desempeño en la cancha de Camilo, Waltinho aprobó la beca del menor. 

“Yo también fui un niño trabajador. Cuando era pequeño yo cuidaba los carros de los jugadores del ‘Flamengo’ de Brasil, (uno de los mejores equipos de fútbol del mundo), a cambio de algún dinero y mientras ellos salían yo jugaba fútbol, entonces un día se me acercó un entrenador y me dijo: negrito, ¿te gustaría jugar en el equipo de menores de Flamengo? ese entrenador me cambió la vida”, resaltó este reconocido entrenador al recordar sus inicios en el fútbol. 

La historia de Camilo, similar a la suya, y su excelente desempeño motivaron al exfutbolista y a su esposa Anna a otorgar la beca luego de su demostración magistral y de su talento en la cancha, atributos que lo hicieron merecedor de esta prebenda que comenzó a cambiarle su vida. 

La emoción y el orgullo de este logró llegó hasta el Centro y, en este espacio, Camilo recibió un regalo inesperado: guayos, medias y canilleras que completarían su uniforme. Delante de sus compañeros, compañeras y sus profesores, Camilo abrió una bolsa de papel y, de nuevo, recordó aquellos sueños que parecían inalcanzables. 

Luego de sus entrenamientos a Camilo le llegó la hora y el día para disputar su primer encuentro amistoso; la euforia del menor contagió a todo el plantel y su ‘profe’ Elsa con gran orgullo festejó el buen desempeño de su pupilo y del equipo que, aunque no resultó vencedor, sí ganó en optimismo y confianza de una nueva vida para este joven en su primera experiencia maravillosa de su vida. “Perdimos, pero no importa, la dimos toda”, dijo Camilo, con una gran sonrisa en su rostro. 

Ahora la oportunidad era de Brandon, su amigo, quien se armado de valentía le confesó a la ‘profe’ Elsa que también quería seguir los pasos de Camilo. Elsa, en complicidad de la coordinadora del Centro Amar Claudia Medina y la de los profesores de educación física, no dudaron del talento excepcional de Brandon. 

El amor que la maestra profesa por sus estudiantes venció toda adversidad y, de nuevo, repitió la historia de Camilo: llegó ante Anna y el exfutbolista Waltinho con Brandon y, una vez más les contó de los sueños y destrezas con el balón, argumentos que sirvieron para una segunda beca, en esta ocasión la de Brandon. 

De nuevo una buena noticia corrió rápidamente por este Centro Amar, un cúmulo de donaciones llegaron como caídas del cielo. Claudia Medina, la coordinadora, convocó a sus estudiantes y en medio de la fiesta le entregó un paquete a Brandon.  “Este regalo te lo envían unas personas que quieren apoyarte, por la responsabilidad que adquiriste y por tu talento”, señaló la docente Medina. 

Brandon recibió el paquete que, en contados segundos, se convirtió en sus guayos, los cuales lució con unas jugadas magistrales que dejaron encantados a sus espectadores. 

“Cuando las niñas y niños entran a Centro Amar, nuestro objetivo es dar lo mejor de nosotros para que ellos construyan una vida de muchos éxitos”, resalta Claudia Medina, su coordinadora. 

 Actualmente, Camilo y Brandon, amigos de un mismo sueño, comparten una misma cancha y una misma historia en la escuela de fútbol, en donde su rendimiento y capacidad para jugar han despegado y esperan alcanzar un alto nivel de rendimiento que los podría llevar a las mejores ligas. 

Hoy en día, Centro Amar de Chapinero cuenta con una cobertura de 80 participantes, entre los 3 meses y los 17 años, en situación de riesgo de trabajo infantil, ofreciéndoles jornadas complementarias a las escolares, mediante atención integral y un equipo de profesionales interdisciplinarios.

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• Con avances significativos en la focalización del grupo de población Rrom y el incremento en la participación de personas mayores gitanas en procesos liderados por la Secretaría Distrital de Integración Social, se celebra este 8 de abril el Día Internacional del Pueblo Gitano. 

• El trabajo articulado entre la Subdirección para la Vejez y las autoridades del Pueblo Rrom ha permitido el desarrollo de las acciones afirmativas, consagradas en el Plan de Desarrollo 2020- 2024. 

• Las acciones contribuyen al fortalecimiento de la autonomía, el desarrollo de sus capacidades, el cuidado, la trasmisión de saberes para la generación de ingresos y la integración a la vida de la ciudad.

Bogotá, D.C, 8 de abril de 2022.  Con el trabajo articulado entre la Secretaría Distrital de Integración Social y el Pueblo Rrom o Gitano Kumpania de Bogotá se conmemora hoy, 8 de abril, el Día Internacional del Pueblo Gitano, en el que se reconoce el valor de este pueblo étnico y sus contribuciones a la cultura e historia del mundo, y se recuerda el Primer Congreso Mundial Romaní/Gitano en Londres en 1971, la creación de la bandera y el himno gitano Djelem Djelem.

Desde la Política Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez es fundamental fortalecer el enfoque étnico, buscando acciones en procura de la participación diversa de las personas mayores.

En la Dimensión 1 “vivir como se quiere en la vejez” implica para la administración distrital comprender la autonomía de los pueblos, así como la búsqueda de la inclusión efectiva y la adecuación en la prestación de los servicios institucionales para atender integralmente a las personas mayores, teniendo en cuenta su cosmovisión y proyecto de vida.

Por esta razón, se desarrollan las actividades de sensibilización y visibilización de los usos y costumbres de este Pueblo y la vinculación de las personas mayores a los servicios del Proyecto 7770 Compromiso con el Envejecimiento Activo y una Bogotá Cuidadora e Incluyente.

Es así como, mediante el diseño de una metodología diferencial, acorde con las decisiones de las autoridades del Pueblo, se busca ofrecer una atención con la que el Distrito fomenta el desarrollo humano en términos espirituales, intelectuales, culturales y el desarrollo de capacidades, de acuerdo con las necesidades de las personas mayores, preservando su acervo histórico, cultural y cosmogónico.

La subdirectora para la Vejez, Sonia Giselle Tovar Jiménez, señaló que: “este trabajo articulado que da respuesta a las acciones afirmativas concertadas con el Pueblo Gitano se desarrolla desde esta Subdirección para la Vejez de la Secretaría de Integración Social con una referente Gitana dentro del equipo técnico con quien se proyectan, planean y ejecutan las actividades que benefician a las personas mayores Rrom en los servicios sociales que prestamos desde esta subdirección, lo cual representa una apuesta colectiva por la diferencia, la diversidad y la equidad, respetando la autonomía de los pueblos”.

Así mismo, se da cumplimiento a la Resolución 0509 del 20 de abril de 2021“Por la cual se definen las reglas aplicables a los servicios sociales, los instrumentos de focalización de las SDIS, y se dictan otras disposiciones” y su anexo modificado el 17 de diciembre de 2021 que incluye en la priorización el enfoque étnico para el ingreso de las personas mayores a los servicios sociales de la Subdirección.

De esta manera, en articulación con la Estrategia de Redes de Cuidado Comunitario y el Servicio Social Centro Día se ha logrado la focalización del grupo de población Rrom con un incremento en la participación de personas mayores gitanas en procesos que fortalecen su autonomía, el desarrollo de sus capacidades, el cuidado, la trasmisión de saberes para la generación de ingresos y la integración a la vida de la ciudad.

En las actividades, lideradas en el Servicio Social Centro Día, se realizan acciones de visibilización y reconocimiento del pueblo Rrom o Gitano con colaboradores y colaboradoras del servicio y la comunidad en general, buscando que en el encuentro e intercambio cultural se permita el conocimiento, entre otros, de saberes, el origen, idioma, estructura de la sociedad, artes y oficios.

Esta conmemoración  es una oportunidad para reiterar la necesidad de  aprehender del valor de las personas mayores en el Pueblo Rrom, como transmisores del saber ancestral y cuidadores de un legado histórico: la riqueza de los vestuarios tradicionales; los desafíos de la Kumpania en términos de fortalecimiento de la Kriss que es el Sistema Jurídico Transnacional del Pueblo Rrom; la tarea incansable por la recuperación del idioma Rromanés; el aumento de la participación del Pueblo Rrom para la inclusión social y cultural, la lucha contra la discriminación; el empoderamiento de mujeres y jóvenes; y la inclusión de programas educativos con enfoque diferencial gitano. ¡Opré Romá! ¡Arriba Gitanos!

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• Desde que Marlovia dejó en manos del servicio de lavandería comunitaria el lavado y secado de su ropa, siente que su labor de cuidadora está siendo recompensada y puede invertir este tiempo en su propio cuidado.
• Así como esta mujer va una vez a la semana a este servicio, cualquier cuidador o cuidadora de menores de 5 años, de personas con discapacidad o mayores de Usme puede utilizarlo.
• Más de 50 cuidadores y cuidadoras llevan su ropa, semanalmente, a la lavandería y, a la par, realizan actividades físicas, culturales y toman un nuevo aire.

Bogotá, D.C, abril 6 de 2022. Usme es una localidad al sur de la capital del país que en 2017 contaba 340.101 habitantes de los cuales el 8 % corresponde a personas mayores de 60 años. Marlovia Gutiérrez, a sus 65 años, es una de ellas, y vive a tan solo 5 minutos del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de Integración Social.

Todos los jueves, esta mujer, que luce una piel tersa y sus uñas largas, tiene una cita sagrada con sus amigas para el lavado de su ropa y la de su familia, realizar sus ejercicios, practicar yoga, y recoger las verduras de la huerta comunitaria que sembraron hace más de un año.

Y es que antes de salir de casa, Marlovia, cuyo nombre de origen ruso lo heredó de quien iba a ser su madrina, la patrona de su señora madre que vino a ese país y falleció, selecciona la ropa blanca para lavar a mano en su casa y, el resto lo lleva al servicio que puso en funcionamiento el Distrito en esta Manzana del Cuidado.

Marlovia pone en su carrito de mercado, adaptado en estas ocasiones para llevar hasta donde están ubicadas las lavadoras y secadoras, la ropa oscura de su esposo, la de sus dos nietos y la de su hija que vive con ella. A un lado va el jabón y el suavizante que serán aplicados a las máquinas para hacer el proceso de lavado.  La oportunidad de tomar este servicio le llegó como un regalo del cielo, porque su lavadora sufrió daños que no ha podido arreglar, debido a los altos costos para su reparación. 

Su turno es a las 10 a.m. y lo comparte con otras 2 mujeres más, ya que es necesario disponer de 2 horas para que su ropa salga limpia, seca y lista para usar. Antes, muy temprano a las 8 a.m. otras 3 usuarias se anticiparon al lavado de sus prendas de vestir. “En este servicio se manejan 3 horarios los cuales se cumplen con rigurosidad por parte de las usuarias, como un gesto de respeto por cada una”, señaló Enrique Mazorco, quien está a cargo de operar las máquinas y entregar la ropa a cada una de las usuarias de este servicio.

Una vez la ropa queda en “custodia” del señor Mazorco, Marlovia con la visera en su cabeza se integra al grupo de 40 personas, en su mayoría conformado por mujeres, que al aire libre escuchan al instructor para coordinar los ejercicios de yoga y aeróbicos. Por espacio de una 1 hora toma aire por la nariz, sube y baja los brazos, estira su cintura y espalda, salta suave y se desconecta de la realidad. Finalmente, termina con una sonrisa y un aplauso para el instructor.

Mientras Marlovia hace ejercicio en la plazoleta al Viento del CDC de Usme, en la sala donde funciona el servicio de lavandería, Enrique cumple su misión de vigilar que el ciclo de lavado de ropa de Marlovia acabe y pase, de una vez, a la secadora.

“Con este servicio de lavandería que me brindan ahorro tiempo, puedo tener un descanso y realizar mis ejercicios, hablar con mis amigas, disfrutar este día ya que como mujeres nos toca hacer el oficio de la casa, mandar los nietos a estudiar, y hacer de comer. Cuando yo termino y recojo mi ropa salgo contenta y voy por mis nietos”, contó Marlovia, al salir de sus ejercicios, con los pómulos un tanto enrojecidos.

Para la subdirectora local de Integración Social de Usme- Sumapaz, Claudia Pastor, se trata de una apuesta para reconocer el trabajo de los cuidadores, tras resaltar que “con este servicio de lavandería comunitaria, se busca reducir los tiempos de cuidado de aquellas personas que dedican parte del día a día a labores de cuidado de menores de 5 años, personas con discapacidad o personas mayores”.

Aún no ha llegado la hora de reclamar sus prendas y, junto a sus amigas más cercanas, Marlovia ingresa a la huerta que cultivaron y cuidan permanentemente. En este punto, con azadón en mano, se encuentra con Graciela Areguí, una zipaquireña con sangre italiana, que llegó a Bogotá hace 25 años y ahora dedica parte de su tiempo a este pequeño lote cultivado con amor, quien nos enseñó que “la zanahoria es el cultivo que más se demora en madurar”.  

El verdor que refleja esta huerta y la limpieza de su suelo dan cuenta del compromiso que adquirieron estas 7 mujeres que permanecen en este proyecto. Con herramientas en mano, que cada una trajo de su casa, empiezan a recoger el apio, el perejil, la acelga y la lechuga, verduras que agrupan en un solo sitio.

El paso siguiente es la distribución de los productos, proceso que para ellas es muy equitativo y fraterno, ya que aquí han fortalecido su solidaridad, su interacción y su interés por el otro.

Mientras todo esto pasa, Enrique Mazorco continúa en su labor. “El pesaje de la ropa no debe sobrepasar los 15 kilos y no se recibe ni ropa interior, ni cobijas, ni cortinas”, dijo Enrique al destacar que con su trabajo contribuye a que las mujeres tomen una jornada de respiro bien merecido, luego de añadir que “actualmente son 3 las lavadoras y secadoras que están en funcionamiento, pero la meta es poner a funcionar 5 lavadoras más que ya llegaron para este servicio”.

Finalmente, Marlovia concluye su jornada de respiro y con verduras listas para el almuerzo, se despide de sus coequiperas de huerta, regresa a donde Enrique, quien hace entrega de su ropa y, de nuevo, le indica que el próximo jueves la espera a las 10 a.m.

Fruto del cuidado

En otro tiempo, la historia de esta mujer y su jornada de respiro sería casi imposible de contar en el contexto que históricamente ha rodeado a las mujeres cuidadoras y su desconocimiento del trabajo que realizan en las labores del hogar como limpiar, cocinar, lavar ropa, conseguir y preparar alimentos, cuidar de niños y niñas, y personas adultas mayores.

En la actualidad, la administración distrital lidera el Sistema Distrital de Cuidado, más conocido como SIDICU, que tiene en sus premisas el reconocimiento del cuidado a las personas que cuidan para liberar tiempo e invertirlo en sus proyectos de vida.  

A través de los servicios ofertados por este sistema se brindan espacios de formación y de respiro para las cuidadoras, gracias a las  actividades lideradas desde las diferentes entidades adscritas a la Alcaldía Mayor de Bogotá, tales como: atención psicosocial, psicojurídica y en trabajo social, actividades físicas colectivas, prevención y promoción en salud, defensa personal, centros de escucha LGBTI y de mujeres, gestión de riesgos en personas, talleres empoderamiento económico, entre muchos otros.

Así como este servicio de lavandería funciona en Usme, hay tres más en Bogotá en las Manzanas de Cuidado en Bosa, Usaquén y Santa Fe, a las que asisten las cuidadoras para hacer uso de la lavandería comunitaria y a disfrutar de las zonas de descanso y autocuidado.

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